Por Rocío Gómez. Encarnación.

En la zona fronteriza de Encarnación con Posadas, unida por el puente San Roque González de Santa Cruz que cruza el río Paraná, se incautan cientos de productos de contrabando diariamente. Los funcionarios de Resguardo de Aduanas son los encargados de revisar cada auto, moto y combi para chequear que no estén ingresando al país productos argentinos para la reventa sin la autorización correspondiente.

La crisis económica que está pasando Argentina y la suba de precios en Paraguay, conjugadas, mueven a muchas personas a “invertir” en comprar en gran cantidad productos de la canasta familiar en el vecino país, para luego revenderlos de forma ilegal en nuestro territorio. Este jueves pasado, incluso se retuvo dos automóviles con patente argentina por intentar ingresar combustible escondido a Encarnación.

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Los productos argentinos de contrabando que buscan ingresar son mayormente azúcar, harina, huevos, aceite, cebolla, papa, atún, arroz, fideo, yerba, tomate, cerveza y vino. Así también todo tipo de productos de limpieza, pañales, etcétera. Lo permitido es comprar elementos para uso familiar y personal, que no superen los 300 dólares por mes.

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Cuando los funcionarios aduaneros se percatan que los autos vienen muy cargados, revisan y muchas veces descubren ingeniosos escondites, como poner en el motor botellas de aceite, pan dulce en el doble fondo y más. Todo esto sin mencionar los tanques agrandados de los autos que se dedican al contrabando de combustible.

Todo lo retenido es guardado en un depósito en las oficinas de Resguardo de Aduanas Encarnación, zona primaria, pegado a las oficinas de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), Unidad Especializada en la Lucha contra la Trata de Personas, Armada, Policía, Gendarmería y Migraciones.

Para poder donar estos productos, Aduanas Encarnación necesita la aprobación del mismísimo titular de Dirección Nacional de Aduanas, Julio Fernández, para llegar a hogares de ancianos, bomberos, hospitales, linces, y más. El trámite debe ser realizado por cada incautación, ya que se lleva un registro riguroso de cada caja y paquete.

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En el depósito hay elementos hace más de un año, que esperan ser donados o desechados. Muchas veces la aprobación llega tarde para algunos alimentos y estos se echan a perder, en vez de llegar a instituciones que realmente necesitan el aporte.

Cuando se trata de huevos incautados, también se necesita autorización, pero para ser derivados directamente al Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) quienes se encargan de destruirlos en una fosa séptica.

Más de 10.000 litros de combustible fueron confiscados desde la reapertura del puente internacional entre Posadas y Encarnación, y varios litros aún no reciben aprobación para ser donados a ambulancias, linces, policías y bomberos. Al contrario, se encuentran en bidones gigantes en el patio de Aduanas Encarnación, representando un peligro y recordando lo deplorable que es la burocracia paraguaya.

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