El precio de las verduras, frutas y demás productos de la canasta básica subió de forma considerable en estos últimos días. Esto se da en consecuencia a la suba del combustible a nivel nacional que obligó a su vez al sector de fletes a incrementar el precio de sus servicios. También no se puede dejar de mencionar que el encarecimiento de los productos de la canasta familiar es un efecto de la sequía que experimenta el país y golpea con fuerza a la agricultura y ganadería.

La suba de los precios castiga a la economía familiar y, a su vez, a los comedores solidarios y ollas populares que dan su grano de arena para que niños y adultos mayores no se queden sin un almuerzo, merienda o cena. El comedor Virgen del Rosario, del barrio Sajonia de Asunción, es uno de los tantos comedores solidarios y ollas populares que brindan almuerzo a niños y adultos de escasos recursos.

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Este comedor funciona a pulmón y con la ayuda de ciertos benefactores que apoyan con productos como fideos, arroz, harina, entre otros; mientras que ellos se encargan de la compra de carnes y verduras para hacer funcionar el comedor.

“El comedor subsiste mediante un grupo de voluntarios, nosotros hacemos un evento benéfico al mes para tener fondos para comprar los insumos; a parte de esto, tenemos donaciones por parte del Banco de Alimentos, del Ministerio de Desarrollo Social y donaciones de particulares que también nos ayudan de acuerdo a lo que pueden. Esto es lo que hacemos para dar de comer todos los días”, explicó Rodrigo Queiroz, coordinador del comedor Virgen del Rosario de Sajonia, en comunicación con La Nación.

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Comentó en ese sentido que cuentan con al menos 150 a 200 niños y adultos mayores a quienes servían el almuerzo antes de la pandemia del COVID-19, y durante el duro momento de la crisis sanitaria llegaron a entregar entre 700 y 800 platos para las familias de escasos recursos de la zona mediante el apoyo de la Pastoral Social.

Posteriormente, el número de viandas entregadas bajó a 300, ya que muchas actividades económicas volvieron a la normalidad; ahora, de esas 300 viandas reducirán a 150 y volverán al formato anterior de brindar el alimento a los niños y adultos mayores debido al encarecimiento de los productos.

Este comedor funciona a pulmón y con el apoyo de ciertos benefactores. Foto: Nadia Monges.

Queiroz refirió que semanalmente compran del Mercado Municipal de Abasto verduras por valor de G. 500.000 para preparar los almuerzos; ahora, ese monto subió a G. 1.000.000 y G. 1.500.000, mientras que mensualmente compran productos cárnicos por valor de G. 5.000.000, que de subir nuevamente los precios de carnes también variaría el costo.

“La suba de los precios nos golpea fuertísimo, antes íbamos a comprar del Mercado de Abasto las cebollas, las zanahorias, al por mayor, y lo que antes gastábamos era G. 500.000 semanal, ahora gastamos G. 1.000.000 a G. 1.500.000 porque subió muchísimo lo que es verdura, así también están por las nubes la carne (vacuna) y el pollo”, manifestó el coordinador del comedor Virgen del Rosario de Sajonia.

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