Desde el inicio de la pandemia desatada por el COVID-19, niños y adolescentes fueron una de las poblaciones más afectadas debido al aislamiento. En este sentido, la directora de Salud Mental del Ministerio de Salud, doctora Mirtha Rodríguez, manifestó que si bien los problemas de salud mental existieron siempre, el confinamiento afloró ciertos síntomas.

Señaló que aumentaron los trastornos de ansiedad y cuadros depresivos, ya que muchas personas perdieron familiares y amigos, así como también pasaron por pérdidas laborales.

Destacó que los niños y adolescentes fueron una de las poblaciones más afectadas. “En un primer momento todos estuvimos encerrados, pero los adultos empezaron a salir; sin embargo, los niños y adolescentes quedaron sin escuelas y colegios por mucho tiempo”, agregó.

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Rodríguez expresó que la salud mental en niños y adolescentes tuvo un impacto importante, tanto en lo socioafectivo como en el aprendizaje, luego de la reanudación de la vuelta a clases. Resaltó que actualmente se van notando las consecuencias de la pandemia en la salud mental de algunas personas, porque fue un año y medio de mucho encierro para este grupo poblacional.

Cuidados a tener en cuenta

Cuidar la salud mental es un aspecto importante, porque puede ayudar a enfrentar el estrés de la vida, estar físicamente saludable, tener relaciones sanas y contribuir en forma significativa con la comunidad.

Ejercitarse, comer sano, disfrutar de paseos con familia y amigos, buscar ayuda profesional si es necesario, hablar de los sentimientos con alguien de confianza y dormir 8 horas al día son algunos de los tips para la buena salud mental.

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Cabe mencionar que es fundamental conversar sobre el tema no solo con niños y adolescentes, sino con todas las personas que se encuentren afectadas por la situación de encierro prolongado.

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