La veda pesquera se inicia a partir del lunes 1 de noviembre en todo el territorio nacional y se extiende hasta el 15 de diciembre del presente año para los ríos compartidos con Argentina, y hasta el 31 de enero del 2022 para las aguas compartidas con Brasil.

La resolución del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) establece la prohibición de realizar las modalidades de pesca deportiva y comercial, al igual que la utilización de artes de pesca, el transporte y la comercialización de productos pesqueros.

Rafael Sosa, director de Biodiversidad del Mades, manifestó que realizarán controles en rutas, comercios, transportes y fluviales para verificar su cumplimiento. Señaló que las multas por no respetar la veda pesquera rondan entre 3.001 y 10.000 jornales mínimos, es decir entre G. 264.150.000 y G. 880.500.000.

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“Sanción administrativa, multa y también en el delito de la ley de veda, multa y cárcel. Se ha respetado bastante en los últimos tiempos”, manifestó Sosa, esta mañana, en contacto con 650 AM.

El funcionario del Mades manifestó que igualmente a los pescadores se les da un plazo de 10 días hasta el 11 de noviembre para vender. En ese sentido, señaló que suman 450 locales registrados y que también hay multas para los locales que no están registrados.

Indicó que el ciclo biológico para los peces empieza a partir de setiembre y se extiende hasta marzo, pero que 6 meses de veda sería algo inviable. Afirmó que el pago de subsidio es para personas que sobreviven gracias a la pesca. “El pago de subsidio es para personas de escasos recursos. Mantenemos en 7.800 pescadores comerciales y 7.400 deportivos”, dijo Sosa.

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Sosa se refirió sobre las especies afectadas con la bajante en los últimos meses y que aún mantiene niveles críticos, pese a la subida de los ríos en las últimas semanas. El surubí, el dorado y el manguruyú fueron los peces que menos se extraían y ofertaban por la disminución de las aguas de los ríos.

“Lo que nosotros consideramos son el surubí, dorado y manguruyú. Hay tilapia y pacú para consumir, todos los recursos extraídos del río son los que están afectados con la veda”, afirmó Sosa.

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