El ministro de Salud Pública y Bienestar Social, Julio Borba, confirmó que la empresa G42, subsidiaria de Sinopharm, notificó a las autoridades nacionales sobre la rescisión del contrato con Paraguay de manera unilateral por “razones inexplicables”, pero no se descarta que esta decisión haya sido tomada por cuestiones geopolíticas.

Nuestro país ya dio un anticipo de US$ 5 millones por la adquisición de un millón de dosis de las vacunas contra el COVID-19, de las cuales fueron entregadas 250 mil, que ya fueron abonadas en su totalidad.

Al respecto, Borba manifestó que desde la firma en cuestión ya procedieron ayer a la devolución de dicho anticipo. Pero para tranquilidad de la población paraguaya, sostuvo que la segunda dosis para las personas que recibieron la vacuna china está asegurada. Dichas declaraciones las hizo en el programa “La lupa”.

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¿Cuestiones geopolíticas?

Consultado sobre si esta determinación pudo haber sido tomada debido a que Paraguay no tiene relaciones diplomáticas con China Continental, el ministro Julio Borba respondió que las razones podrán ser explicadas con mayor precisión desde la Cancillería Nacional, aunque tampoco negó que pueda tratarse de cuestiones netamente geopolíticas.

A finales del mes de abril pasado, desde el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS) anunciaban la firma de contrato con Sinopharm para la adquisición de un millón de dosis de los inmunizantes contra el COVID-19.

La entrega estaba prevista para la segunda quincena del mes de mayo o inicios de junio; tras la recepción de 250 mil dosis, la llegada de las restantes se fue retrasando hasta hoy, que se confirma la rescisión del contrato.

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