Con la intención de salvaguardar a los niños y adolescentes que se encuentran en situación de vulnerabilidad, desde el Ministerio de la Niñez salieron a las calles para abordar a estos chicos que, por lo general, se encuentran realizando trabajo infantil.
Desde el Jueves Santo al Domingo de Pascuas un total de 96 niñas, niños y adolescentes fueron abordados por el Dispositivo de Respuesta Inmediata (DRI). “De estas intervenciones, 23 fueron derivados con sus familiares a sus respectivos domicilios”, destacaron desde el ente.
Manifestaron que estas acciones se realizaron en las calles y fueron coordinadas con el servicio de Fono Ayuda 147 y de otras instancias de protección social. Indicaron que los procedimientos se desarrollaron en zonas de la capital del país y en municipios del Área Metropolitana como Fernando de la Mora, San Lorenzo, Mariano Roque Alonso y Luque.
Cabe destacar que, en el primer trimestre del año, realizaron 2.060 abordajes a niñas, niños y adolescentes en situación de vulneración observados en calle. “El ministerio desarrolla coberturas y monitoreos permanentes las 24 horas del día”, indicaron.
Nota relacionada: Municipios y gobernaciones establecen el “punto de quiebre” del sistema funerario
Entrega de kits de higiene
Por otra parte, desde el programa Abrazo mañana miércoles entregarán kits lúdicos y de higiene a familias afectadas por el incendio de la Chacarita. La entrega se realizará en el Centro de formación del Minna, ubicado en Eduardo Víctor Haedo esq. 14 de Mayo.
La entrega contará con la presencia de la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez, y la directora país de Plan International Paraguay, Lorena de García. La entrega simbólica de kits de higiene y kits lúdicos será para las familias afectadas por el incendio de la Chacarita y reubicadas en la Plaza de Armas, frente a la Catedral Metropolitana de Asunción.
Nota relacionada: Ante eventual catástrofe de muertes masivas, preparan fosas comunes
Dejanos tu comentario
Maestras mochileras: docentes que dejan huellas en los niños y sus familias
- Por Karina Ríos
- karina.rios@nacionmedia.com
Los docentes siempre dejan marcas imborrables en cada uno de sus alumnos y alumnas. Todos en algún vago recuerdo tienen presente a un profesor o profesora que dejó una enseñanza para toda la vida.
Desde hace unos siete años, en Paraguay, las maestras mochileras dejan huellas en el día a día de niños de 0 a 5 años y sus familias, pues son las responsables de dar el primer impulso hacia la escuela.
En el Día del Maestro, qué mejor que conmemorar con aquellas profesoras que todos los días salen con sus mochilas a cuestas y van hasta las casas de sus alumnos.
El propósito es el de desarrollar las habilidades socioafectivas y brindar atención oportuna en la primera infancia. Además, acercan pautas de crianza positiva y la sensibilización en las familias.
LAS FAMILIAS NOS ACOMPAÑAN
La maestra Carolina Barosi sale a recorrer con su mochila cargada de materiales. Su trabajo es de lunes a viernes y recorre las calles del Bañado Norte, en zona de Tablada Nueva. Pese a ser un lugar caracterizado por su alta tasa de delincuencia, comenta que no tiene miedo porque las familias a las que asiste siempre la acompañan.
“Recorro todos los días a pie de 13:00 a 17:00, lo hago desde hace tres años con una compañera. No puedo negar que los primeros días tuve un poco de miedo por la zona, detalló en entrevista con La Nación/Nación Media.
En su andar diario, se ganó el cariño y respeto de los pobladores. “La gente nos demostró su cariño y nunca nos pasó nada. Los padres ya nos esperan y nos acompañan hasta la ruta principal para que no nos pase nada”, siguió diciendo.
Agregó que sale de la escuela Juana María de Lara con las mochilas cargadas de todos los materiales que van a utilizar con cada familia y con muchas ilusiones de ver el progreso de sus niños y niñas aprendices.
“Con la compañera tratamos de hacer el mismo camino, porque así nos acompañamos. Ser maestra mochilera es algo muy satisfactorio, no se compara con estar en aula”, señaló.
HAY MUCHA ESPERANZA
La profesional señaló que se trata de un servicio que involucra a toda la familia, donde los cuidadores principales son los padres, pero siempre están los abuelos, hermanos, tíos y primos, quienes trabajan en forma conjunta durante una semana para estimular el crecimiento como la educación del niño que así lo requiere.
“Todos los días nos reciben con mucha esperanza y cariño. Los chicos nos esperan con sus mesitas, juegos y con la ilusión de mostrarnos lo aprendido”, aseguró.
Agregó que los padres aprenden a desarrollar esa conexión mediante el juego con sus hijos, lo que es algo muy gratificante. “Nos esperan con muchas ansias de aprender. Nos cargan con mucha esperanza”, manifestó.
LLEGAR A MÁS CHICOS DE AREGUÁ
La maestra Andrea Yanina Estigarribia es mochilera en la ciudad de Areguá, ella junto con otras docentes se encargan de llevar atención a los niños y niñas del barrio Las Mercedes. Busca llegar a los chicos que residen en zonas más difíciles de llegar a su querida comunidad.
“Hay muchos niños que necesitan y estoy solicitando poder acceder a un rubro que está vacante para el turno mañana para llegar a todos. Mi propósito es llegar a niños que están más al fondo del barrio en una zona donde acceder es más difícil y son familias vulnerables, pero que necesitan más de nosotros”, relató.
EL VÍNCULO
Este año las maestras se enfocan mucho más en el desarrollo sicosocial de los niños y principalmente el vínculo con sus cuidadores principales.
La idea es que puedan acompañar la estimulación de sus hijos desde los 4 meses de vida y las actividades se vinculan con el entorno, por lo que usan materiales de las casas.
“Llevamos las propuestas y les dejamos una tarea para que ellos puedan desarrollar a lo largo de la semana, de esta forma la crianza se ve más fortalecida”, comentó.
Agregó que cada maestra tiene 20 alumnos por semana. “Pero pasamos este número porque hay familias donde hay más niños y llegamos a todos”, refirió al indicar que no excluyen a nadie.
RECORRIDO EN MOTO
Andrea indicó que la mayoría de las maestras mochileras hacen el recorrido a pie, pese a que existe mucha inseguridad. El objetivo es llegar a las familias que siempre esperan con mucha ilusión. En su caso, logró comprarse una moto y puede llegar a cada casa un tanto más rápido como segura.
“Tengo la gran ventaja de contar con una moto, porque en un día tengo cinco familias que visitar y en algunos casos excedemos el número”, dijo a La Nación/Nación Media.
Pero la tarea no acaba con las familias, pues también llegan a las plazas o parroquias “donde hacemos encuentro grupal y llegamos a más niños, pero siguen imperando los mitos que hacen que los padres se nieguen al servicio”, puntualizó.
Ambas docentes coincidieron en que este trabajo es muy satisfactorio y que ver el avance en cada familia hace que las ganas de llegar día a día junto a los pequeños sea lo más importante.
El trabajo es realizado junto con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), la Policía Nacional y el Ministerio de Salud, que apoyan para realizar el diagnóstico como mapeo para acceder al servicio.
ASÍ ES UNA MAESTRA MOCHILERA
Maestras mochileras es un servicio educativo diversificado en modalidad no formal, que inició con el programa de Primera Infancia en el año 2017 con el apoyo de la Unicef.
La idea nació atendiendo a la necesidad de programas educativos en algunas comunidades donde los niños de 0 a 5 años requerían un servicio adecuado. En algunos casos requieren de estimulación temprana y no tienen acceso por ser de escasos recursos económicos.
“Es una oferta del Ministerio de Educación que está ligada a una institución educativa. Las maestras hacen un mapeo y de acuerdo a las necesidades de la zona encuentran a niños de 0 a 5 años, entonces elabora un diagnóstico más un plan de acción de visitas a las casas”, dijo Sonia Olmedo Dinatale, directora general de Educación Inicial del MEC, en LN.
MÁS DE 500 MOCHILERAS
Explicó que la idea es crear un vínculo entre los niños y sus padres, abuelos, hermanos mayores, tíos, para que cumplan sus roles en forma respetuosa y comprometida.
El servicio educativo utiliza el entorno familiar para crear el ambiente adecuado con lo que se tenga en casa para estimular la creatividad del chico.
“A nivel país tenemos entre 500 a 600 maestras mochileras, cada una tiene 20 alumnos a su cargo, quienes empiezan su vida escolar. Los chicos que forman parte del servicio son ingresados al Registro Único del Estudiante (RUE), tienen un informe pedagógico y forma parte de historial educativo”, detalló.
IMPACTO POSITIVO
Olmedo detalló que se trata de un trabajo muy satisfactorio donde se ve el progreso del niño día a día y donde los padres son parte muy importante de este crecimiento de sus hijos.
“Desde varios países nos pidieron compartir la experiencia”, confirmó. Actualmente, beneficia a 7.579 niños y sus familias. “El niño que formó parte del servicio ya adquiere hábitos y contacto social a la hora de ir a las instituciones educativas, el impacto es muy positivo. El proyecto en sí finalizó en diciembre del año pasado y se volvió a renovar por tres años más, pero con el compromiso de que el MEC con sus propios recursos absorba el servicio”, puntualizó.
Dejanos tu comentario
Hambre Cero es la más contundente apuesta del Gobierno a favor de los niños
El Poder Ejecutivo promulgó el miércoles último el Decreto n.° 1584 que reglamenta la Ley de Hambre Cero en las Escuelas con el propósito de articular la norma principal y hacer que en el plazo más breve posible se pueda llegar con los beneficios a los niños de las escuelas públicas del país. La Ley 7264/24, que establece el programa Hambre Cero en las Escuelas, se promulgó hace tres semanas.
Una de las principales apuestas políticas y sociales que ha hecho el Gobierno nacional es que los 1.300.000 niños escolares del país puedan alimentarse adecuadamente para garantizar su buen aprendizaje escolar. No acepta que el sacrificio que se hace para la cobertura de esa alimentación quede por el camino y los chicos continúen vergonzosamente malnutridos debido a la deshonestidad y la incompetencia de ciertos funcionarios, como ha ocurrido en la administración anterior.
Este gobierno, consciente de esa lamentable realidad que se tenía como normal anteriormente, no la va a permitir. Y por eso una de las primeras acciones que realizó fue crear la Ley de Hambre Cero para los alumnos de las escuelas estatales y subvencionadas.
Ahora con la reglamentación de la ley se quiere dar agilidad a la puesta en marcha de la nutrición infantil, para que se la aplique lo antes posible, con mayor prontitud y sin que la burocracia estatal pueda impedir la velocidad que se requiere. Teniendo en cuenta todos los procesos previos, se quiere empezar a distribuir los alimentos en los primeros días de agosto, para lo que previamente se tienen que hacer las licitaciones para adquirir los insumos necesarios y cubrir otros trámites.
Consciente de la lentitud de los pasos burocráticos, el propio presidente Santiago Peña se puso al frente del organismo coordinador para apurar el proceso, el Consejo Nacional de Alimentación Escolar (Conae).
El mandatario explicó que tomó la decisión para trabajar juntamente con los gobernadores departamentales e intendentes municipales para armar un gran equipo, porque nadie más que ellos conocen bien los mecanismos para repartir los alimentos para los niños. “Estoy seguro de que con cada uno de los intendentes y gobernadores vamos a armar un gran equipo y que esto sea realmente una gran victoria de la sociedad paraguaya”, manifestó.
El ministro Tadeo Rojas, que encabeza el Conae, dijo que a partir de los primeros días de agosto se iniciará el reparto de los alimentos en 75 distritos del país de los 7 departamentos elegidos. Indicó que el criterio de priorización se hizo de acuerdo con los indicadores de pobreza del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), con el criterio de llegar con la alimentación de los niños a las escuelas más vulnerables. Entre las circunscripciones geográficas elegidas está Asunción, el departamento Central, el de Presidente Hayes, entre otras localidades más de los 7 departamentos que tienen la prioridad.
Se tiene previsto que los esquemas de alimentación escolar se diseñarán según los criterios del Ministerio de Desarrollo Social (MDS) por profesionales calificados en el área de la alimentación y nutrición. Se deberán respetar parámetros bien específicos. La alimentación de los niños deberá cubrir todos los días del año lectivo, desde el primer día de clases hasta el último, según el calendario definido por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC). El programa de alimentación debe priorizar la adquisición de productos provenientes de la agricultura familiar, para potenciar el desarrollo local a través de la vinculación de las mipymes. Todos los alimentos adquiridos deberán ser prioritariamente de origen nacional, y solo en casos excepcionales, por escasez de la oferta local, se autorizará la sustitución por artículos importados.
Todo lo dispuesto por la norma busca que efectivamente los 180 días de clases del año lectivo haya suficientes alimentos para los niños, principalmente con productos de origen regional de cada escuela. Con ello se quiere asegurar el buen aprendizaje de los chicos, ya que está demostrado científicamente y en la vida cotidiana que sin nutrición adecuada no existe instrucción aceptable.
Teniendo en cuenta todos esos elementos se puede afirmar que con el programa de Hambre Cero en las Escuelas se podrá articular de manera efectiva la formación intelectual más apropiada de los chicos del país. Y así salir de la dificultosa situación en que se encuentran miles de pequeños.
Dejanos tu comentario
Los niños del dolor
DESDE MI MUNDO
- Por Carlos Mariano Nin
- COLUMNISTA
Me gusta escribir historias que vivo en la calle. De esas que nos hacen reflexionar sobre nuestro motivo en la vida. Y me gusta escribir sobre los niños porque entiendo que por más difíciles que sean sus condiciones de vida, siguen siendo niños aunque tengan la inocencia ahogada en el dolor.
Creo que me dijo que se llama Robertito. Me tomó por sorpresa en un semáforo. Su mirada me llamó la atención, entre la ternura y la decepción, o el aburrimiento, qué se yo. No tiene más de 10 añitos. En su cara se maldibujaba una sonrisa triste, casi resignada.
Pero fue su talento lo que me llamó la atención. Sus manitos parecen pájaros que vuelan, mientras tres pelotitas bailan en el aire. Van y vienen. Suben y bajan. Un malabarismo simétricamente calculado que comienza y termina mientras espero el cambio de luces del semáforo. Con una mirada optimista, su futuro se ve borroso. No va a la escuela. Es un marginado del sistema. Pero si hubiese ido, la pobreza hubiese limitado sus probabilidades.
En Paraguay, y en promedio, de 10 estudiantes que ingresan al primer grado, solo 3 culminan la educación media. Es una deuda pendiente de sucesivos gobiernos y organizaciones. Es la triste realidad.
Volviendo a Robertito. Me deslumbra su destreza. Fue perfeccionando su arte con el tiempo. Camina entre los vehículos reclamando una recompensa acorde a su trabajo. Se conforma con poco. En la calle las reglas las pone el que más tiene. El resto se acostumbra, se resigna… se conforma. No hay otra. Es la ley del día a día.
Robertito sonríe, mientras sus pelotitas caen al piso y peligrosamente las persigue entre los autos. Perdió la percepción del riesgo mientras juega a ganarse la vida.
Y, sin embargo, se toma en serio su trabajo. Un show estrictamente cronometrado, que comienza y termina con un simple y veloz cambio de luces. Del verde al rojo se juega la vida.
Deberá soportar indiferente insultos y burlas, y crecerá con la impotencia de los sueños rotos de esas infancias destrozadas. En las calles los códigos son ajenos al común de la gente. Es como una gran prisión, donde miles de personas sobreviven al día cada día.
Hace tiempo que los niños dejaron de ser el futuro. Hoy están, son el presente y exigen que los rescatemos de la indiferencia. De esa invisibilidad cruel que los margina.
Sigo mi camino, con un sinsabor en el corazón. Hace arte con tres pelotitas, pero muchos no lo entenderán así. Mañana será otro día y otros niños se cruzarán en mi camino. Pienso que así es la vida, pero no me resigno. Los niños son niños hoy y de todos depende que sean buenas personas. Si lo logramos, ellos construirán el país que todos soñamos. Pero esa... esa es otra historia.