El Ministerio de Salud Pública aguarda los resultados de 500 muestras remitidas a la Fundación Fiocruz de Brasil para confirmar que en Paraguay está circulando la variante brasileña del COVID-19, nombrada como P.1 y que se originó en Manaos (Amazonas). Varios referentes médicos creen que ya está circulando acá, y que influiría en la explosión de contagios.

De hecho, Fiocruz publicó un informe, el 5 de marzo pasado, que revela que la nueva cepa de coronavirus acecha las fronteras con Paraguay. Nombrada por el biólogo e investigador científico Atila Iamarino como la “variante monstruosa” en una publicación de Folha de S. Paulo, la variante brasileña P.1 tiene una presencia del 70,49% en el estado de Paraná, cifra que se ubica inmediatamente detrás del 71,1% del estadio donde se originó, Amazonas.

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El estado de Paraná limita principalmente con el departamento paraguayo de Alto Paraná, donde Ciudad del Este y Foz de Iguazú son las principales ciudades de movimiento comercial y turístico entre ambas naciones, a través del Puente Internacional de la Amistad. Igualmente, una parte del departamento de Canindeyú comparte frontera con Paraná.

Asimismo, Mato Grosso do Sul se encuentra con un 50% de la variante en las muestras de COVID-19. Este estado se conecta principalmente, a través de su frontera seca, con los departamentos de Amambay y Concepción, aunque también limita con parte de Canindeyú y con Alto Paraguay.

Prevalencia en 25 de 27 estados

“La alta circulación de personas y la mayor propagación del virus Sars-Cov-2 ha provocado la aparición de variantes preocupantes, que potencialmente pueden ser más transmisibles en todo el mundo. Este fue el escenario que favoreció la aparición de la variante brasileña P.1, en Amazonas, ya clasificada como ‘variante de preocupación’”, señala Fiocruz.

Las consecuencias de mantener este escenario de amplia circulación y movilidad humana en la pandemia ya se pueden ver a partir de un nuevo protocolo de RT-PCR desarrollado por Fiocruz Amazonas, que demuestra una dispersión geográfica de ‘variantes de preocupación’ en los estados, así como una alta prevalencia en todas las regiones evaluadas.

Se utilizó la herramienta, capaz de detectar la mutación común en tres de las “variantes de preocupación” (P.1, inicialmente identificado en Amazonas, B.1.1.7, en el Reino Unido y B.1.351, en Sudáfrica), se utilizó en unidades de apoyo a los centros de diagnóstico y análisis de la Fiocruz para la evaluación de cerca de mil muestras representativas de tres regiones de Brasil (Sur, Sureste y Nordeste). Se realizaron análisis de muestras de los estados de Alagoas, Ceará, Minas Gerais, Paraná, Pernambuco, Río de Janeiro, Río Grande do Sul y Santa Catarina. La evaluación fue apoyada por el Ministerio de Salud, a través de la Secretaría de Vigilancia Sanitaria.

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De los ocho estados evaluados en este primer recorte nacional, solo dos (de 27) no tuvieron una prevalencia de la mutación asociada con variantes de preocupación mayor al 50%: el caso de Minas Gerais, con 30,3% de las muestras analizadas como positivas para la mutación, y Alagoas, con 42,6%. En los otros estados, más del 50% de las muestras se identificaron con la mutación asociada con ‘variantes de preocupación’, como se muestra en el mapa a continuación.

El nuevo protocolo de RT-PCR ya se había probado en enero, en 500 muestras de Amazonas, donde la tasa de prevalencia de la variante era del 71%. Es importante resaltar que, si bien la prueba es capaz de detectar una mutación común a tres variantes de interés, existen indicios de que la prevalencia que se observa en los estados está asociada a P.1, ya que las otras dos variantes no han sido detectadas de manera expresiva en el territorio brasileño.

Recomendaciones

En otro pasaje, Fiocruz indica: el surgimiento de nuevas variantes, que combinan tanto el potencial de ser más transmisibles, como contextos que favorecen la transmisión debido a la ausencia de medidas de mitigación y supresión amplias y articuladas, genera una inmensa preocupación. Los datos de prevalencia de las variantes preocupantes en varios estados y su amplia dispersión en el territorio, así como los desafíos aún impuestos por su alta transmisibilidad, refuerzan la necesidad inmediata de una amplia adopción de medidas de protección no farmacológicas para reducir la velocidad. de propagación y el crecimiento en el número de casos.

Las acciones del gobierno para expandir la vacunación mediante la disponibilidad de recursos y la compra de vacunas traen la perspectiva de reducir el impacto de esta circulación y, en consecuencia, mejorar los indicadores de hospitalización en el mediano plazo.

Medidas no farmacológicas

Medidas de atenuación

* Mantenimiento de todas las medidas preventivas (distancia física, uso de mascarillas e higiene de manos) hasta que se declare cerrada la pandemia.

Medidas de supresión

* Adopción de medidas más estrictas para restringir la circulación y actividades no esenciales, de acuerdo con la situación epidemiológica y capacidad de servicio de cada región, evaluadas semanalmente en base a criterios técnicos como tasas de ocupación de camas y aumento en el número de casos y muertes.

* Estrategias de comunicación para ampliar las medidas de mitigación y supresión

* Implementación inmediata de planes y campañas de comunicación con el fin de esclarecer a la población y reforzar la importancia de la vacunación y las medidas preventivas, especialmente el uso adecuado de mascarillas.

Medidas que involucran al sistema de salud

* Expansión de la capacidad de atención en todos los niveles, incluidas las camas clínicas y de la UCI (unidad de cuidados intensivos) para COVID-19 combinada con la protección, capacitación y mejora de los profesionales de la salud.

* Aceleración de la vacunación para toda la población coordinada por el Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI).

* Fortalecimiento de la vigilancia de la salud en su dimensión territorial e integrada con la Atención Primaria de Salud, con el objetivo de medidas de control y atención: detección precoz, con pruebas y seguimiento de casos; investigación de laboratorio (incluida la expansión de la vigilancia genómica en el país); aislamiento; cuarentena; búsqueda activa de casos sospechosos y confirmados; además de las estrategias de telesalud.

* Fortalecimiento de las iniciativas de investigación sobre los impactos de las nuevas variantes en la circulación del virus y en la dinámica del agravamiento de la pandemia.

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