El arquitecto Jorge Rubiani, la senadora Blanca Ovelar y el Dr. Jorge Jarolín fueron recibidos el pasado martes 16 de febrero por el presidente Mario Abdo Benítez a fin de presentar documentos y joyas que –se presume– fueron traídos del Brasil y pertenecieron al mariscal Francisco Solano López o a su entorno familiar.

Esto generó toda una controversia en el ámbito académico y el historiador Fabián Chamorro afirmó que esos documentos son apócrifos, ya que la Academia Paraguaya de la Historia ya realizó un peritaje correspondiente.

Para conocimiento público En virtud a la larga explicación del arquitecto Jorge Rubiani, quien concluyó que somos...

Publicado por Fabián Chamorro en Jueves, 18 de febrero de 2021

Tras refutar las afirmaciones de Rubiani sobre la legitimidad de los documentos presentados al presidente sin antes realizar el peritaje correspondiente, Chamorro recordó que ocurrió algo similar hace 10 años en el caso de los documentos que supuestamente formaban parte de las memorias de Patricio Escobar, cuando el mismo Rubiani calificó ese acervo de “apócrifo”. Posteriormente, el historiador Washington Ashwell solicitó la pericia y se demostró que tanto la tinta como las escrituras eran burdas falsificaciones.

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Ante esta nueva situación de un documento presuntamente fraguado, Chamorro señaló que se debió hacer una pericia antes de presentar alguna propuesta al presidente.

“Es eso lo que se debió hacer antes de acercar alguna propuesta al presidente de la República: peritar los documentos. Tal como lo sugirió Rubiani en el 2011, cuando se encontró con una situación similar”, indicó Chamorro, quien posteó su postura a través de redes sociales en respuesta a las afirmaciones de Rubiani, quien lo acusa a él y a los miembros de la Academia de la Historia como “enemigos del Paraguay”.

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Por su parte, Rubiani señaló –sobre el acervo presentado a Abdo Benítez que forma parte de una colección formada a través de muchos años y actualmente se encuentra en posesión del Dr. Jarolín– que cómo la Academia de la Historia puede analizar documentos y concluir que son apócrifos sin siquiera verlos.

“¿Alguien puede certificar la autenticidad de algo sin verlo? Porque debería ser elemental para todos –y más para los dirigentes de una Academia de Historia– que para afirmar que estos documentos ‘son apócrifos’ sería absolutamente indispensable realizar el mismo peritaje para decir que no lo son. Y debe manifestarse además en torno a este fenómeno que estas piezas son iguales a otras muchas, que están en manos privadas o de coleccionistas, residentes en el Paraguay y en el extranjero, sobre los que nadie exige –ni ha exigido nunca– ‘certificado de autenticidad’”, tecleó Rubiani en redes, refiriendo, al igual que Chamorro, que es importante la tarea pericial.

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