Uniformados de la Prefectura Naval y del Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVP) hallaron tres cuerpos sin vida de las cuatro personas desaparecidas en aguas del río Paraná, en zona del brazo Aña Cuá, en Ayolas, Misiones, este domingo. Una de las víctimas del accidente fluvial continúa desaparecida.
Los pobladores ayudan a rescatistas que continúan con las tareas de búsqueda. En el lugar se registran fuertes vientos y lluvias que producen que la corriente sea mucho más intensa durante la tarde de este domingo. Mucho dolor se observa entre los familiares que llegaron hasta el lugar, informó C9N.
Aparentemente, las cuatro personas se trasladaron hasta el lugar para pasar la noche y amanecer allí. La primera víctima identificada fue Juan Carlos Cardozo Miranda, que fue rescatado por parte de bomberos voluntarios. Su cuerpo fue trasladado a la morgue de la zona.
El segundo cuerpo encontrado corresponde a Óscar Rodríguez, en tanto que el tercer cuerpo pertenece a Juan Monzón Brizuela. Una menor de 16 años de edad continúa desaparecida.
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Una quinta persona que también se tiró a las aguas del río para intentar salvarlos fue rescatada con vida al momento de la llegada de los bomberos voluntarios al sitio, luego de recibir la denuncia sobre la desaparición a través de una llamada telefónica. Esta persona aclaró que no era parte del grupo de los cuatro desaparecidos, solo intentó auxiliarlos sin resultado.
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Incendio afectó varias oficinas de un edificio en San Lorenzo
Bomberos voluntarios de la ciudad de San Lorenzo intervinieron en un incendio desatado en el interior de un edificio corporativo este mediodía y que afectó varias oficinas. Dos personas fueron trasladadas a un hospital de la zona por inhalación de humo.
El primer piso donde funciona una Escribanía fue totalmente consumido por las llamas, aunque ya se controló el fuego y ahora los rescatistas están en pleno proceso de enfriamiento de la estructura.
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“Fuimos alertados de un incendio en el primer piso de este edificio, al que acudimos inmediatamente con los compañeros. Fue controlado gracias a Dios y al trabajo conjunto con otros compañeros de la Undécima Compañía y de otras unidades”, señaló el bombero Sergio Villalba al canal NPY.
Manifestó que se procedió a la evacuación y se aseguró la estructura para lograr la contención del fuego. “Luego se hizo una remoción y enfriamiento. Y ahora ya está culminando la tarea”, expresó.
Consultado sobre el origen del siniestro, el comandante de los bomberos alegó que es dificil saber aún, ya que se debe realizar el peritaje correspondiente.
“Pero según dijeron, quedó encendido algo, lo que están insistiendo acá los vecinos y los encargados del edificio. Pero eso se debe cotejar a través de un buen peritaje con profesionales en el área”, subrayó.
Confirmó que por inhalación del humo, fueron traslados a un centro asistencial un joven y el propietario del edificio. “Pero son casos leves, ya por protocolo y por prevención, fueron llevados para ser evaluados por profesionales de la salud. Tengo entendido que es el propietario o el administrador que estuvo presente, que realizó las primeras evacuaciones e incluso el combate inicial”, añadió.
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Bomberos voluntarios de Lambaré proveyeron comida a personas en situación de vulnerabilidad
Bomberos voluntarios de la quinta compañía de la ciudad de Lambaré visitaron a personas en situación de vulnerabilidad de varios hospitales, llevándolos alimentos y abrigos para hacer frente al intenso frío. En esta primera jornada repartieron 150 platos de tallarín y prometen seguir brindando asistencia.
“La denominamos cena solidaria los voluntarios de la quinta compañía. Surgió esta idea teniendo en cuenta los anuncios meteorológicos de que iba a hacer frío. Y, haciendo una evaluación en nuestra jurisdicción, vimos que tenemos muchas personas en situación de calle y en los hospitales, con familiares enfermos”, señaló el bombero César Puyol a Unicanal.
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Los voluntarios empezaron su actividad a las 19:00 de ayer martes y el itinerario abarcó el hospital distrital de Lambaré, la zona de la Estación de Buses de Asunción (EBA) y algunos barrios periféricos de Lambaré. Confirmaron que a la medianoche ya toda la comida fue repartida y benefició a más de 100 personas.
Los recursos que posibilitaron este gesto altruista fueron obtenidos con donaciones para una “vaquita”, organizada por el grupo de guardia, idea rápidamente fue materializada.
“Decidimos hacer una vaquita con el grupo de voluntarios y darle una cena, porque muchas veces el frío podemos pasar, pero el hambre es algo que nos aprieta. En este caso, nosotros vimos en esta noche salir a repartir la cena para las personas en situación de calle y para los familiares que tienen sus pacientes internados en hospitales”, dijo Pujol.
Anunció que la iniciativa se replicará en los próximos días y se prevén recolectar frazadas y abrigos, a fin de poder distribuirlos durante el fin de semana, considerando la temporada de frío polar. “La intención es repartir un poco de abrigos y frazadas, ir visitando también otras zonas y otros hospitales”, subrayó.
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Comisaría de Filadelfia queda en ruinas tras voraz incendio
En la mañana de este miércoles se reportó un incendio en las instalaciones de la comisaría 1° de Filadelfia. La misma habría sido consumida casi por completo en cuestión de minutos; aparentemente, el fuego inició en la cocina.
En imágenes captadas por los ciudadanos de la zona se podía observar como la humareda se extendía y cubría prácticamente toda la cuadra, por lo que los efectivos fueron rápidamente auxiliados por vecinos y posteriormente por Bomberos Voluntarios.
La sede policial quedó prácticamente reducida a cenizas y escombros. Afortunadamente, los policías que se encontraban de guardia en el momento del incendio fueron evacuados y no resultaron heridos.
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Si bien hasta el momento no se ha presentado un informe oficial sobre qué habría generado el fuego, se maneja como información preliminar que las llamas habían empezado en el área de la cocina a raíz de un cortocircuito en una de las instalaciones eléctricas.
Los bomberos se encuentran trabajando en el protocolo de enfriamiento del edificio para asegurar la zona y posteriormente llevar adelante la inspección del sitio, de manera a determinar cómo se habría dado el hecho y relevar también la magnitud del daño en la infraestructura.
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Es preciso detener la marcha del Reloj del Apocalipsis
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
La aldea global cambia. La tertulia invernal en esta tan fría noche en Mar del Plata –unos 1.450 kilómetros al sur de mi querida Asunción– posibilita que emerjan dudas, interrogantes, convicciones y, por qué no decirlo, preocupaciones. Amigos, amigas y debates cruzados. Mi vieja mecedora junto a los leños crepitantes y los copones cargados con un Gran Enemigo, cabernet franc de 2020, añaden calidez a ese “cónclave para pocos… y pocas”, como propuso alguien en tono de broma en “la previa”.
Las guerras ganan preponderancia en el espacio dialógico. El destrato violatorio de los derechos humanos de más de 125 millones de personas desplazadas, según los reportes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), agrega angustia.
“El propósito globalizador amplio que algunos estadistas a izquierda, derecha y centro impulsaron en décadas recientes parece decaer o, por lo menos, perder impulso”, lanza JJT, académico y catedrático. Lector con voluntad inquebrantable de conocimiento, agrega a ello su sorprendente memoria. Alguien coincide y asegura tener la misma percepción.
“Es así a partir del acceso al poder de nuevos líderes y lideresas que en algunos casos –por sus decires, sentires y acciones concretas– parecen dar señales de tener bajos coeficientes intelectuales para lo que se supone y demanda –justamente– a líderes y lideresas”, sentencia DEG, con años de formación en universidades asiáticas, europeas y en Oriente cercano.
Aquí, allá y acullá, conflictos en desarrollo. Terrorismos amenazantes y novedosas prácticas horrorosas. Armados con letales armas de diseño –incluso on demand– algunos gobiernos y corporaciones por debajo de la mesa privatizan las guerras e intervienen en ellas con mercenarios que asesinan a pedido del mejor postor.
SICARIATO A GRAN ESCALA
“¡El estadio superior del sicariato a gran escala!”, enfatiza AS, analista transnacional amateur. Con el pensamiento puesto en todos aquellos fuegos y nuestro propio fuego, entrecierro los ojos. Percibo que nuestros teléfonos inteligentes vibran.
“A los refugios. Suenan las alarmas”, reporta @bettapique –colega periodista galardonada y con larga trayectoria profesional en conflictos y guerras– desde su cuenta en X. “Israel e Irán intercambiaron disparos nuevamente (…) en su enfrentamiento más intenso de la historia, alimentando los temores de un conflicto prolongado que podría abarcar a Medio Oriente”, agrega la agencia francesa de noticias AFP.
Enmudecimos. Las y los integrantes de este grupo tenemos afectos y recuerdos valiosos en ese lugar del planeta. Tal vez, en silencio, propusimos un brindis por la paz que, también sin expresarlo en alta voz, lo aceptamos. Alguien levantó su copón. “¡Por la paz!”.
El ruego colectivo, sin embargo, no alcanza para dejar atrás los pensamientos. “El mejor camino para olvidar es no pensar”, le hizo decir alguna vez el viejo Ray Collins (92)
–tal vez el más grande escritor de historietas vivo en nuestra región después de la partida del admirado Robin Wood el 17 de octubre de 2021, en Encarnación– al teniente Zero Galván, del imaginario precinto 56 en NYC. “Pero, también, es el más largo”, remató aquel duro héroe latino (migrante) de ficción, aunque no tanto.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. Profesionalmente trashumé esos paisajes que millones –a través de milenios– llamamos Tierra Santa y algunos creemos que lo es.
Los grupos de poder que con el correr de los tiempos y la emergencia de conflictos múltiples se crearon para que líderes y lideresas resuelvan entre ellos y ellas los conflictos que se desploman sobre millones de inocentes devienen en púlpitos inadecuados, inútiles, para que los unos y las otras –tal vez– se escuchen entre ellos y ellas.
ALARIDOS
¿Quieren oírse? Los tremendos alaridos desgarradores de las y los desesperanzados no parecen conmoverlos. Millones huyen. Atrás quedan niñas y niños arrancados de sus familias para convertirlos en soldados. Los preparan para que sepan cómo ser eficientes para asesinar en masa.
Las y los adultos despojados de esos afectos entrañables, amenazados por lo que creen peor, se lanzan en busca de refugios incansablemente hasta que intuyen, perciben, sienten que –en verdad– van hacia lo peor. Miles sucumben cuando lo intentan.
Ningún lugar queda lejos para las y los desplazados forzados que, en cientos de casos, comprenden que escapar no siempre es llegar al lugar deseado. Al que creen más adecuado o al que, después de la huida, podría ser el nuevo y fértil campo de arraigo para sembrarlo de sueños. ¡Corramos, las balas pican cerca!
Sin embargo, algunas veces es tan aciago llegar que hasta aquel atrás peligroso que indujo la fuga parece perder sentido cuando –en cada playa a la que se arriba, luego de cada frontera que se cruza o muro que se sortea– se hace el recuento de quienes lo consiguieron entre las y los que partieron unidos en la desesperanzada esperanza.
Nunca fueron pocos ni pocas. Ni cuando las llamadas “invasiones bárbaras”, desde el siglo III de nuestra era, ni cuando finalizaba el siglo XIX y comenzaba el XX, en el “período de migraciones”. Sin embargo, por estos tiempos, los desplazados son muchos más. Quienes mueren en los intentos, también.
DESAPARECIDOS
En 2023, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) reportó que, desde 2014, “más de 28 mil personas han desparecido” cuando intentaban llegar desde África a Europa. Lampedusa, esa muy pequeña isla italiana, es uno de los tantos puntos de llegada. Se multiplican allí los campamentos solo asistidos por voluntarios de múltiples organizaciones no gubernamentales (ONG) y programas de organismos multilaterales cada día menos dotados de fondos asistenciales.
El Mediterráneo es la ruta inevitable y, a la vez, un riesgoso desafío. A tal punto que a ese bellísimo mar al que los mapas del Imperio romano señalaban y mencionaban como Mare Nostrum, el papa Francisco unos pocos meses atrás lo describió como “un enorme cementerio”. El simbólico averno también pueden ser las olas gigantescas.
¿Y cuando llegan? “Solo la idea, la sensación y la convicción de ser sobrevivientes nos hace sentir bien, afortunados… pero dura poco.
El recuerdo de las y los ausentes pesa, lastima, hiere. Nos persiguen sin descanso”, me dijo mientras miraba fijamente aquel piso arenoso un desplazado con el que pude conversar periodísticamente.
Por breves momentos, sus ojos se perdían en el estrecho de Gibraltar. Miedos. Fantasmas, pensé y la certeza de estar siempre bajo sospecha. Muy cerca está la tan lujosa como deslumbrante Tanger tachonada de residencias ostentosas de ricos y famosos. El jet set no se fija en gastos.
“Solo, voy con mi pena / Sola va mi condena / Correr es mi destino / Para burlar la ley…”. Manu Chao (francés, español, vasco y gallego), como en aquel tiempo, vuelve a sonar en mis oídos. Ayer, hoy y mañana. Espero que no. “Perdido en el corazón / De la grande Babylon / Me dicen El Clandestino / Por no llevar papel (…) Mi vida va prohibida / Dice la autoridad”.
ARRAIGO Y DESARRAIGO
Algunas y algunos lo consiguen. Pero… arraigo y desarraigo suelen ser asignaturas pendientes, para siempre. “No soy de aquí, ni soy de allá, / no tengo edad, ni porvenir / y ser feliz, es mi color de identidad…”, canta desde 1970 el querido Facundo Cabral (1937-2011), siempre en mi corazón, que un frío sábado 9 de julio se fue desde Guatemala luego de cantar junto con miles en, de, desde, por y para la paz.
Una tormenta de violencia se abatió sobre él a las 5:20 de aquel día. El 8 de abril de 2016 la Justicia condenó a medio siglo de cárcel a quienes lo asesinaron. El narco Alejandro Jiménez, el Palidejo, y sus cómplices lo hicieron. Nunca nadie explicó, sin embargo, qué pasó. Mucho menos… por qué sucedió. ¿Por qué a él?, pregunté alguna vez en Guatemala a un magistrado. “¿Por qué no a él?”, fue su respuesta.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. La construcción de muros supera ampliamente al tendido de puentes. Asilamientos. Nacionalismos. Terrorismos. Crimen organizado transnacional de alta complejidad.
Algunas expresiones se repiten una y otra vez. Datos, hechos y supuestos se cruzan y entrecruzan. Incertidumbre y dolor. Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
EL RELOJ DEL APOCALIPSIS
Cuando finalizaba enero, el Reloj del Apocalipsis –así llamada esa herramienta científica creada por los más relevantes expertos nucleares en 1947– marcó que, en el año que recién se iniciaba, este 2025, faltan 89 segundos para la medianoche nuclear. Horroriza –más que nunca por estos días– ingresar en https://thebulletin.org/ doomsday-clock/. JJT lo hizo desde su celu. “Adelantamos el Reloj del Juicio Final (así también llamado) de 90 (en el inicio de 2024) a 89 segundos para la medianoche”.
¿Es posible? Los sucesores de Albert Einstein y Roberto Oppenheimer nucleados dos años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial –cuando Hiroshima y Nagasaki ya estaban incineradas– en el ámbito de la Universidad de Chicago son claros en el uso de la palabra. Son concientes de la gravedad del anuncio que realizan. Eligen puntillosamente cada vocablo para consignar que las agujas del Reloj del Apocalipsis precisan que – este 2025– es “lo más cerca que jamás hemos estado de la catástrofe” nuclear.
“El mundo ya está peligrosamente cerca del precipicio, un movimiento de incluso un solo segundo debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en revertir el curso aumenta la probabilidad de un desastre global”, puntualizan después.
Como una suerte de crónica del futuro que –como toda proyección histórica hacia atrás o hacia adelante se formula desde el presente, con lo que se sabe y se tiene hoy para medir y analizar– los analistas sostienen que “en cuanto al riesgo nuclear, la guerra en Ucrania, que ya lleva tres años, se cierne sobre el mundo”.
Agrega el breve texto que “el conflicto podría descontrolarse en cualquier momento debido a una decisión precipitada, un accidente o un error de cálculo”. Pero no se queda allí. “El conflicto en Oriente Medio amenaza con descontrolarse y convertirse en una guerra más amplia sin previo aviso”.
ARSENALES
Escalofriante. Revela luego que “los países poseedores de armas nucleares están aumentando el tamaño y la importancia de sus arsenales, invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en armas que pueden destruir la civilización”.
Lamentan y hacen público aquel día que “el proceso de control de armas nucleares se está desmoronando, y los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son totalmente insuficientes dado el peligro inminente”.
Con amargo asombro – tal vez tentados por la desazón– aseguran que “resulta alarmante que ya no sea inusual que países sin armas nucleares consideren desarrollar sus propios arsenales” y, aunque no señalan a país alguno en esa condición, aseguran que esos desarrollos “socavarían los esfuerzos de no proliferación (de armas de destrucción masiva) de larga data y aumentarían las posibilidades de que estalle una guerra nuclear”.
EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN
El párrafo final –que JJT lee en alta voz– suena (y resuena) aún en mis oídos. “Continuar ciegamente por el camino actual es una forma de locura. Estados Unidos, China y Rusia tienen el poder colectivo de destruir la civilización. Estos tres países tienen la responsabilidad primordial de salvar al mundo del abismo, y pueden hacerlo si sus líderes inician conversaciones serias y de buena fe sobre las amenazas globales aquí descritas. A pesar de sus profundos desacuerdos, deberían dar ese primer paso sin demora. El mundo depende de una acción inmediata”.
Siento que las agujas de ese Reloj del Juicio Final no se aceleran ni acelerarán por quienes ejercen el derecho humano “a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”; o “a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”, como lo consignan los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1945.
No y solo no. El abismo está delante de un puñado de poderosas y poderosos. Solo ellas y ellos tienen la potestad de dar o no dar ese último paso al frente para detener el reloj o acelerarlo para siempre. ¿Qué es lo que no se entiende?