El intendente de Clorinda, Manuel Celauro, manifestó que los gobiernos de Argentina y Paraguay deben buscar una solución para reabrir sus fronteras terrestres. Indicó que, de todas maneras, existen filtraciones por la vía acuática, por lo que consideró que sería mejor abrir el paso fronterizo para realizar los controles sanitarios. Aseveró que ya no se puede vivir encapsulados.

“Nosotros hace mucho hicimos una reunión con el intendente de Nanawa, Javier Núñez, sobre la reapertura de las fronteras. Entre ambas ciudades tenemos un destino, una historia en común. La zona de Puerto Falcón y Nanawa, lado paraguayo, tiene una cercanía muy estrecha con Clorinda y va más allá de una cuestión de frontera. Tenemos familiares, trabajo en ambos lados. Es algo que a la gente de afuera le será difícil de entender”, expuso la autoridad argentina en conversación con la 1020 AM esta tarde de miércoles.

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Celauro señaló que la Argentina empezó a reabrir sus fronteras aéreas con países de América del Norte y Europa, así como sus fronteras marítimas en la zona de Buenos Aires, dejando aún como tarea pendiente sus fronteras terrestres con sus países limítrofes. “Pero esta es una gestión que va más allá de intendentes y gobernadores, es cuestión de Cancillería y presidentes”, acotó.

El intendente añadió que obviamente quieren que se regularice lo antes posible la situación, para volver a la normalidad tomando todos los recaudos necesarios. Sin embargo, mencionó que la cuestión sanitaria sigue siendo el principal motivo que mantiene a las autoridades argentinas en su decisión de mantener cerradas sus fronteras.

“Clorinda es la ciudad que más casos de coronavirus tiene en la provincia de Formosa. Lo que provoca una alerta de la autoridad sanitaria de la provincia. Un 90% de los casos es por contacto con gente de Nanawa y Falcón. Clorinda tiene una frontera tan extensa, que va desde Puerto Pilcomayo frente a Lambaré e Itá Enramada, hasta zona de Falcón, Nanawa. Son casi 25 kilómetros de frontera, de los cuales hay mucha gente que vive en frente y va y viene, obviamente de forma clandestina. Es muy difícil controlar. No sé cuántos efectivos de Gendarmería y Policías tenés que poner cada 20 metros. Encima, ahora con el río Paraguay muy bajo pasás caminando”, expresó.

Buscar otras alternativas

En ese sentido, Celauro consideró que se deben buscar otras alternativas, indicando que es mucho más fácil realizar controles sanitarios en pasos fronterizos habilitados que en otros lugares donde no se puede verificar la filtración de personas.

“Están preocupados por la cuestión de que Clorinda tiene muchos casos por personas que cruzaron a Paraguay para saludar a su mamá o comprar algo y luego volvieron. Todo por paso clandestino, y eso genera un gran temor por parte de la autoridad argentina. No se puede vivir encapsulados. Se vienen las fiestas de fin de año y Navidad y habrá un movimiento superior a lo que habitualmente se registra. Hoy no tenemos la manera de conectarnos por vía terrestre, de alguna manera deben encontrar la solución para la gente, no es lo más fácil cerrar nomás”, culminó.

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