Ayudar a la gente a que cumpla la futura Ley Nº 5.414/15, aportar para la disminución de la contaminación ambiental, apostar por la reinserción social y al mismo tiempo ganar dinero realizando un excelente trabajo son algunas de las virtudes que están contenidas en el taller Alas, del Centro Penitenciario para Mujeres Casa del Buen Pastor.
Bolsas de lienzo con estampado de arte elaboradas por siete mujeres privadas de libertad son comercializadas en plaza como resultado de una oportunidad de trabajo para la reinserción social proyectada por el Ministerio de Justicia, en alianza con la empresa Andrea María.
Las bolsas serán oportunas cuando entre el vigencia la Ley Nº 5.414/15 que tiene por objetivo regular el consumo de bolsas de plástico en los comercios del país, debiendo ser reemplazadas por bolsas reutilizables.
El proyecto social Alas tiene como objetivo la reinserción en la sociedad mediante la capacitación en el oficio de la costura a mujeres privadas de libertad del penal, brindándoles además la oportunidad de trabajo remunerado.

“Los trabajos llevan consigo la esperanza de mujeres privadas de libertad, con un trabajo que les dignifica y les devuelve la confianza. Hay un ambiente de paz y felicidad en el taller, y ese sentir lo transmiten a través de las bolsas elaboradas por ellas, que llevan estampadas la frase ‘Creo en un mundo mejor’”, explicó la directora de Bienestar y Reinserción Social de la cartera de Justicia, Alejandra Mendoza.
Una escapatoria a la realidad actual
“Se ve cómo ellas se sienten bien, es una escapatoria para la realidad que viven. Nos alegra poder abrirles las puertas a segundas oportunidades, además de un espacio para que puedan crecer tanto personal como profesionalmente”, expresó la propietaria de la empresa que apoya al taller del centro penitenciario.
Las vivencias e historias de vida y superación de las personas privadas de su libertad en los diferentes centros penitenciarios del país se convierten en faroles que ayudan a iluminar el camino hacia la reinserción, el objetivo primordial de los centros penales.
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Escuelas verdes: cuando la educación ambiental cambia familias y ciudades
Por Lourdes Torres (lourdes.torres@nacionmedia.com)
Aplicar de manera trasversal la educación ambiental desde la primaria puede significar importantes cambios en la sociedad. Así lo confirman padres, docentes y alumnos de instituciones educativas que desde hace años están implementando un programa de estudio ambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay.
Son poco más de las 7 de la mañana, la densa neblina otoñal se va disipando con los primeros rayos del sol. En el aula del 8° grado se preparan con mucha ansiedad por salir al patio trasero de la Escuela Salesiana Pedro Ignacio Morínigo de la ciudad de Fernando de la Mora. Allí tienen una pequeña huerta escolar. Los acompaña el profesor Adolfo Ramírez, ingeniero agrónomo. La tarea del día es revisar cómo han quedado los pequeños plantines y el drenaje correcto del agua tras la intensa lluvia que se registró el día anterior.
El desarrollo de la huerta escolar forma parte del proyecto de formación y educación medioambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay gracias al apoyo de la Cooperación Alemana y el Engagement Global. Este programa es aplicado en 16 instituciones educativas salesianas y dos escuelas públicas del país.
La Nación/Nación Media conversó con la coordinadora del programa, ingeniera María José Llamosas, quien señaló que arrancaron en el 2021 con un plan piloto en 5 escuelas salesianas. Precisó que cerrar con éxito el primer año permitió asegurar el financiamiento para los siguientes periodos y agregó que a la fecha ya se está ejecutando en un total de 18 instituciones educativas, llegando a más de 11.000 estudiantes.
“Desarrollamos un documento que sirve a los docentes como base para poner en práctica la educación ambiental en los colegios. Y aparte de ese documento también se realizan ciertas medidas concretas en favor del cuidado del medio ambiente”, indicó.
Detalló que desde la red salesiana dan seguimiento al proceso de aplicación del programa educativo medioambiental, acompañando al docente en el aula, colaborando en las prácticas a fin de que el desarrollo ambiental sea sostenible en el tiempo. Además, involucra a padres y otros actores de la comunidad educativa.
Probar, experimentar y aprender
El programa se está aplicando en todos los niveles educativos de la escuela Pedro Ignacio Morínigo permitiendo el desarrollo de un importante número de competencias y disciplinas, además de probar, experimentar y aprender haciendo.
La directora de la institución, licenciada Rosa Marengo, destacó a La Nación/Nación Media que la huerta escolar les permite promover una conciencia de cuidado y respeto al medio ambiente. Sumado al aprendizaje sobre alimentación saludable, impulsando valores como la paciencia, responsabilidad, compañerismo, y compromiso.
Indicó que a la par del cultivo de hortalizas, también siembran plantas medicinales para que los alumnos las conozcan y aprendan sobre sus propiedades. Asimismo, continúan con el programa de reciclados que ya desarrollaron con mucho éxito el año pasado.
“Hace 4 años que trabajamos con este programa medioambiental y creo que ya es sostenible en el tiempo. Los chicos están muy entusiasmados, al igual que sus padres, que están muy pendientes del desarrollo de las actividades. Es muy interesante la forma en la que los chicos aprenden sobre el cultivo de hortalizas, porque ellos no tienen ese contacto agrícola, entonces, se sorprenden de donde provienen ciertas verduras u hortalizas”, indicó.
En tanto la profesora Fabiola Gómez, docente del 5° grado de los turnos mañana y tarde, destacó la importancia de trabajar con los alumnos la idea del cuidado del medio ambiente, enfatizando la importancia del reciclaje y el cultivo de la huerta para una alimentación saludable.
Mencionó que actualmente están con los plantines de lechuga, cebollitas, perejil, espinacas, acelgas; mientras que las plantas medicinales son boldo, menta, cedrón.
“Es importante porque ellos ven el proceso de crecimiento, de desarrollo de las plantas. Considero que es un programa muy enriquecedor para las escuelas, en general. Permite que los niños repliquen lo aprendido en sus hogares, es así que varios ya comenzaron a tener sus pequeñas huertas en las casas”, comentó la directora.
Educación trasversal
Llamosas, coordinadora del Equipo Inspectorial, señaló que para un mejor aprovechamiento del programa de estudio se volvió transversal al resto de la malla curricular.
Indicó que para su implementación en las escuelas se firmaron convenios de cooperación con las instituciones. Así también, cuenta con la revisión por parte del Ministerio de Educación y Ciencias a través de la Dirección de Desarrollo Educativo, que hace el control y la verificación del plan, certificando que es apto para el uso en escuelas en Paraguay.
“A la par de trabajar con el MEC, coordinan con el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) los contenidos ambientales acordes a la actualidad. Esto, tras notar una falencia en la educación ambiental en cuanto a trazabilidad, como bien lo establece el currículum de la educación paraguaya. Justamente, la red Salesiana ha colaborado para mejorar la trazabilidad”, precisó.
La profesora María Cristina Snead agregó, por su parte, que no hubo necesidad de alterar mucho los indicadores de cada una de las materias para lograr la trasversalidad del programa.
Cambio de hábitos
La ingeniera Llamosas mencionó que si bien al principio costó un poco que el programa se trasversal, con el paso del tiempo tanto alumnos como docentes fueron comprendiendo la temática y les resultó más fácil ponerla en ejecución.
“Es un proceso ambiental, generalmente a largo plazo; pero, a corto plazo también se ven cambios, sobretodo en los estilos de vida. Son pequeñas cosas o acciones, cambio de hábitos, de actitud y estilos de vida en las personas”, acotó.
La profesora María Cristina Snead, docente y referente del Equipo Inspectorial Medioambiental del Colegio Don Bosco de Ypacaraí, resaltó que desde que comenzaron a implementar el programa están observando cambios de hábito en los alumnos, que se han convertido en celosos agentes de cuidado del medio ambiente.
Es así que ya han experimentado varias acciones por iniciativas de sus propios alumnos, que luego de aprender la importancia de la clasificación de los residuos comenzaron a colocar tachos de basuras diferenciados frente a sus hogares.
Recordó que los alumnos, al ver que los recolectores de basura no respetaban la clasificación y al final los residuos terminaban todos de vuelta mezclados en los camiones, volvieron enojados a la escuela, pero no se quedaron con los brazos cruzados.
“Por iniciativa de ellos, llegaron a los intendentes municipales de Itauguá, Ypacaraí, Pirayú, Areguá y Caacupé -rango de influencia del colegio Don Bosco de Ypacaraí- para plantear y buscar soluciones con las autoridades locales”, comentó.
La docente contó otro caso, la queja de una alumna de la institución por la quema de basura por parte de su vecina y la generación de humo. Así fue que sus compañeros decidieron escribir cartas a la vecina. En total, se juntaron 30 misivas en las que se explicaban los efectos nocivos de la quema de basura.
Resiliencia al cambio climático
Dentro de este programa de estudio ambiental, la ingeniera Llamosas destacó que trabajan en un total de 10 ejes temáticos, de los cuales dos están directamente enfocados al cambio climático y la gestión de riesgos de recursos con enfoque en la resiliencia.
Explicó que el objetivo es que la comunidad educativa aprenda a identificar los factores de riesgos y luego sepa cómo sobrevivir al cambio climático.
“El primer factor es identificar cuáles son los riesgos y después ir viendo cómo mitigar, o cómo tener resiliencia al cambio climático. Por ejemplo, las escuelas del Chaco tienen problemas tangibles, como la sequía, las inundaciones y los incendios forestales, que les llegan prácticamente a las escuelas y a las casas. Buscamos que desarrollen el pensamiento crítico y de parte de ellos mismos salga esa identificación de factores de riesgo, que hagan su diagnóstico ambiental o su diagnóstico de riesgo, su mapa de riesgo”, ejemplificó.
Por último, precisó que se trata de una experiencia maravillosa trabajar con los chiquitos, porque están interesados en aprender lo que es educación ambiental. “Ellos asumen el compromiso y se vuelven celosos vigilantes del medio ambiente. Realmente, para nosotros, ha sido una experiencia maravillosa trabajar con los niños en educación ambiental. Creo que nos dará un futuro ecológico seguro y que está generando verdaderos cambios en los niños y en sus familias”, concluyó.
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Escuelas verdes: cuando la educación ambiental cambia familias y ciudades
- Lourdes Torres
- lourdes.torres@nacionmedia.com
- Fotos Matías Amarilla / Gentileza
Aplicar de manera trasversal la educación ambiental desde la primaria está demostrando que puede generar importantes cambios en la sociedad. Así lo confirman padres, docentes y alumnos de algunas instituciones educativas donde desde hace unos años están implementando un programa de estudio ambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay.
Son poco más de las siete de la mañana y la densa neblina otoñal se va disipando con los primeros rayos del sol. En el aula del octavo grado se preparan con mucha ansiedad por salir al patio trasero de la Escuela Salesiana Pedro Ignacio Morínigo, de la ciudad de Fernando de la Mora, donde tienen su pequeña huerta escolar. Los acompaña el profesor Adolfo Ramírez, ingeniero agrónomo. La tarea del día es revisar cómo han quedado los pequeños plantines, así como el drenaje correcto del agua tras la intensa lluvia que se registró el día anterior.
El desarrollo de la huerta escolar forma parte del proyecto de formación y educación medioambiental impulsado por el Equipo Inspectorial Medioambiental de la Sociedad Salesiana del Paraguay, gracias al apoyo de la Cooperación Alemana y el Engagement Global. Este programa educativo medioambiental es aplicado además en 16 instituciones educativas salesianas y dos escuelas públicas.
Para conocer más acerca del programa, La Nación/Nación Media conversó con la coordinadora, la ingeniera María José Llamosas, quien señaló que el programa arrancó en 2021 con un plan piloto con cinco escuelas salesianas. Explicó que cerrar con éxito ese primer año permitió asegurar el financiamiento para los siguientes años. A la fecha ya se está ejecutando en un total de 18 instituciones educativas llegando a más de 11.000 estudiantes.
“Desarrollamos un documento que sirva a los docentes como base para poner en práctica la educación ambiental en los colegios. Y aparte de ese documento, también se realizan ciertas medidas concretas en favor del cuidado del medioambiente”, indicó.
Agregó que desde la red salesiana dan seguimiento al proceso de aplicación del programa educativo medioambiental, acompañando al docente en el aula, colaborando en las prácticas a fin de que el desarrollo ambiental sea sostenible en el tiempo. Además, involucra a padres y otros actores de la comunidad educativa.
PROBAR, EXPERIMENTAR Y APRENDER
Una de las instituciones que lleva adelante este programa es justamente la escuela Pedro Ignacio Morínigo, donde el programa educativo se está aplicando en todos los niveles escolares. La ejecución de esta iniciativa desarrolla un importante número de competencias y disciplinas, permitiendo probar, experimentar y aprender haciendo.
Al respecto, la directora de la institución, la Lic. Rosa Marengo, destacó que el desarrollo de la huerta escolar les permite promover una conciencia de cuidado y respeto al medioambiente. Además del aprendizaje sobre alimentación saludable, impulsando valores como la paciencia, responsabilidad, compañerismo y compromiso.
Indicó que a la par del cultivo de hortalizas, también cultivan plantas medicinales para que los alumnos conozcan y aprendan sobre sus propiedades. Asimismo, continúan con el programa de reciclados que ya desarrollaron con mucho éxito el año pasado.
“Hace cuatro años que trabajamos con este programa medioambiental y creo que ya es sostenible en el tiempo. Los chicos están muy entusiasmados, al igual que sus padres están muy pendientes del desarrollo de las actividades. Es muy interesante la forma como los chicos aprenden sobre el cultivo de hortalizas, porque ellos no tienen ese contacto agrícola. Muchas veces ocurrió que se han sorprendido de dónde provienen ciertas verduras u hortalizas”, indicó.
En tanto, la profesora Fabiola Gómez, docente del quinto grado de los turnos mañana y tarde, destacó la importancia de trabajar con los alumnos la idea del cuidado del medioambiente, subrayando la importancia del reciclaje y el cultivo de la huerta para una alimentación saludable. Mencionó que actualmente están con los plantines de lechuga, cebollitas, perejil, espinacas, acelgas, entre otros. Además, de las plantas medicinales, como ser el boldo, la mentita, cedrón.
“Es importante porque ellos ven el proceso de crecimiento y desarrollo de las plantas. Por eso, considero muy enriquecedor para las escuelas en general. Además, permite que los niños repliquen lo aprendido en sus hogares, es así que varios chicos ya comenzaron a tener sus pequeñas huertas en las casas”, comentó la directora Marengo.
EDUCACIÓN TRASVERSAL
Al respecto, Llamosas, coordinadora del Equipo Inspectorial, señaló que, para un mejor aprovechamiento del programa de estudio, se ha trabajado para que el mismo sea transversal al resto de la malla curricular. Indicó que para su implementación en las escuelas se firmaron convenios de cooperación con las instituciones. Así también, cuenta con la revisión por parte del Ministerio de Educación y Ciencias, a través de la Dirección de Desarrollo Educativo, que hace el control y la verificación del plan, certificando que es apto para el uso en escuelas en Paraguay.
“A la par de trabajar con el MEC, también colabora el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) con los contenidos específicamente ambientales que estén acordes a la actualidad. Es así que notaron la falencia de que la educación ambiental necesitaba una mayor trazabilidad con las demás asignaturas, como bien establece el currículum de la educación paraguaya. Justamente es donde la red salesiana ha colaborado para mejorar esa trazabilidad”, precisó.
RESILIENCIA AL CAMBIO CLIMÁTICO
Dentro de este programa de estudio ambiental, la ingeniera Llamosas destacó que trabajan con un total de 10 ejes temáticos. De estos, dos de ellos están directamente enfocados en lo que es el cambio climático y la gestión de riesgos de recursos con enfoque en la resiliencia. Explicó que el objetivo es que la comunidad educativa aprenda a identificar esos factores de riesgos y luego sepa cómo sobrevivir al cambio climático.
“El primer factor es identificar cuáles son los riesgos y después ir viendo cómo mitigar o de usar ese término que ahora se solicita, que es el de la resiliencia al cambio climático. Por ejemplo, las escuelas del Chaco tienen problemas más tangibles como la sequía, las inundaciones y lo mismo los incendios forestales que les llegan prácticamente a las escuelas y a las casas. Buscamos que desarrollen el pensamiento crítico y de parte de ellos mismos salga esa identificación de factores de riesgo, que hagan su diagnóstico ambiental o su diagnóstico de riesgo, su mapa de riesgo”, concluyó.
CAMBIO DE HÁBITOS
La ingeniera Llamosas mencionó que si bien al principio costó un poco bajar el programa trasversal ambiental, primero con los docentes y luego en el aula con los estudiantes, con el paso del tiempo tanto alumnos como docentes van comprendiendo la temática y ya les está resultando mucho más fácil ponerlas en ejecución.
“Todo proceso ambiental es generalmente a largo plazo, pero a corto plazo vemos también cambios en los estilos de vida. Son pequeñas cosas o acciones, pero ya es un cambio de hábito, de actitud y estilos de vida en las personas”, acotó.
Al respecto, la profesora María Cristina Snead, docente y referente del Equipo Inspectorial Medioambiental del Colegio Don Bosco de Ypacaraí, resaltó que desde que comenzaron a implementar el programa están observando esos cambios de hábitos, primero en sus alumnos, que se han convertido en celosos agentes de cuidado del medioambiente.
Es así que ya ha experimentado varias acciones por iniciativa de sus propios alumnos, que luego de aprender la importancia de la clasificación de los residuos comenzaron a colocar tachos de basuras diferenciados frente a sus hogares. Recordó que esto generó a su vez un problema nuevo al ver que los recolectores de basura no respetaban la clasificación y al final los residuos terminaban todos de vuelta mezclados en los camiones.
“Los alumnos volvieron enojados a la escuela, pero no se quedaron con los brazos cruzados, sino que, por iniciativa de ellos, llegaron a los intendentes municipales de Itauguá, Ypacaraí, Pirayú, Areguá y Caacupé –porque es el rango de influencia del colegio Don Bosco de Ypacaraí y recibe alumnos de estos distritos– para plantear y buscar soluciones con las autoridades locales”, comentó.
La docente recordó también otra situación en la que una alumna de la institución se quejó porque todos los días su vecina quemaba su basura en su casa, generando mucho humo. Entonces, sus compañeros decidieron escribir cartas a la vecina, un total de 30 misivas en las que le explicaban cada uno los efectos nocivos de la quema de basuras.
La profesora Snead agregó que ha sido fácil implementar el programa de estudio ambiental, que a su vez es trasversal al resto de las asignaturas en los distintos grados. Esto sin necesidad de que se alteren mucho los correspondientes indicadores de cada una de las materias.
“Es una experiencia maravillosa trabajar con los chiquitos porque están interesados en aprender lo que es educación ambiental porque realmente ellos asumen el compromiso y se vuelven unos celosos vigilantes de no tirar los residuos, de cuidar el medioambiente. Realmente para nosotros ha sido una experiencia maravillosa. Trabajar con los niños en educación ambiental creo que nos dará un futuro ecológico asegurado y vemos que está generando verdaderos cambios en los niños y en sus familias”, remarcó.
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¿Cómo ampliar negocios con Brasil?
La 16ª Expo Paraguay Brasil, que se llevará a cabo en el marco del Paraguay Business Week del 8 al 10 de septiembre el Gran Nobile Hotel & Convention de Ciudad del Este, y tendrá su rueda de negocios, oportunidad en la que podés conectar con empresarios brasileños.
Una alianza estratégica entre la Unión Industrial Paraguaya (UIP) y la Cámara de Comercio Paraguay Brasil (CCPB) se dio de cara a la realización de la Rueda de Negocios que dará la oportunidad de conectar con empresarios, preferentemente brasileños, en la 16ª Expo Paraguay Brasil.
La novedad de este año, es que la expo se realizará en el marco del Paraguay Business Week, un nuevo encuentro que fusionará tres eventos en uno, a llevarse a cabo del 8 al 10 de septiembre, el Gran Nobile Hotel & Convention de Ciudad del Este, teniendo al departamento del Alto Paraná como epicentro de los nuevos negocios.
La Expo Paraguay Brasil 2025 se presenta bajo el lema “La industria: motor del progreso”, con el objetivo de consolidarse como una plataforma estratégica para la integración productiva entre Paraguay y Brasil.
El evento espera superar los 100 stands, recibir a más de 3.000 participantes y generar proyecciones de negocios por más de USD 240 millones, según el vicepresidente de la CCPB y coordinador general del evento, Junior Dantas.
Resaltó del impacto económico que se prevé a partir de esta edición, debido al potencial para impulsar nuevas inversiones y fortalecer los lazos comerciales entre ambos países.
La integración de la Expo Paraguay Brasil al Paraguay Business Week responde a una visión conjunta de potenciar la inversión extranjera directa y fortalecer las relaciones comerciales entre Paraguay y Brasil.
“Después de décadas de experiencia, entendimos que la continuidad, el seguimiento y la calidad del servicio son clave para que esta herramienta sea verdaderamente útil”, expresó Enrique Duarte, titular de la UIP respecto a la rueda de negocios.
Para Alberto Sborovsky, vicepresidente de Relaciones Internacionales de la UIP, llevar el evento a Ciudad del Este es una decisión disruptiva y acertada, en tanto que el presidente de la CCPB, Fabio Fustagno, agradeció el respaldo formalizado por la UIP y recalcó la relevancia estratégica de la feria.
“Vamos a mostrar el potencial del país y recibir a exportadores brasileños que presentan sus productos, y de esta manera, el evento fortalece el posicionamiento de Paraguay como socio comercial para Brasil”, acotó.
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El pangolín es el mamífero más traficado del mundo
- Washington, Estados Unidos. AFP.
Estados Unidos decidió reforzar la protección federal de todas las especies de pangolines, los únicos mamíferos de piel escamosa y los que sufren más tráfico ilegal en el mundo. Presentes en las selvas, bosques y sabanas de África y Asia, los pangolines son pequeñas criaturas nocturnas conocidas por su peculiar aspecto, su lentitud, su comportamiento pacífico y su costumbre de hacerse un ovillo cuando se sienten amenazados.
Utilizan sus largas y pegajosas lenguas para alimentarse de hormigas y termitas y tienen una sola cría al año. Sus escamas de queratina son codiciadas en la medicina tradicional, y su carne también se considera un manjar en algunas regiones. A pesar del declive de su población debido a la caza furtiva, la pérdida de hábitat y la endogamia, sólo una especie, el pangolín de Temminck de África, está protegida por la Ley de Especies Amenazadas de Estados Unidos.
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La propuesta presentada este lunes por el Servicio de pesca y vida silvestre de Estados Unidos extendería ese estatus a las ocho especies conocidas. La agencia se propone incluir en la lista a las cuatro asiáticas (pangolín chino, indio, de Sunda y filipino) y las otras tres africanas: pangolín de vientre blanco, de vientre negro y pangolín gigante.
“Estoy encantada de que Estados Unidos ponga de su parte para salvar a estas adorables y extrañas criaturas”, declaró Sarah Uhlemann, directora del programa internacional del Centro para la Diversidad Biológica. “Los pangolines están en el filo de la navaja de la extinción y tenemos que cerrar por completo cualquier mercado estadounidense de sus escamas. No hay ninguna buena razón para que nadie ingiera ninguna parte de un pangolín”, sostiene en un comunicado.
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Los pangolines están actualmente protegidos por la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), que prohíbe el comercio internacional con fines comerciales y sólo lo permite en circunstancias excepcionales. Pero el tráfico ilegal persiste.
En abril, las autoridades nigerianas se incautaron de casi cuatro toneladas de escamas de pangolín traficadas, lo que equivale a unos 2.000 animales sacrificados. En noviembre, Indonesia interceptó otras 1,2 toneladas. La demanda estadounidense sigue siendo un factor. Entre 2016 y 2020, los funcionarios de fronteras interceptaron 76 envíos de partes de pangolín, incluidas escamas y productos comercializados para la medicina tradicional, según datos oficiales.