Luego de la activación de la fase 4 de la cuarentena inteligente, familias completas y turistas se agolparon en la ciudad de San Bernardino, donde el verano se adelantó. “Es una ciudad de eventos y festejos, por lo que estamos buscando cuidarnos entre todos”, afirmó el intendente Luis Aguilar.

Resaltó que ante la activación de la fase 4 las personas comenzaron a buscar alternativas para hacer turismo interno y la mayoría opta por San Ber. “Es un riesgo grande, estamos empezando a trabajar, tratando de ver cómo podemos defendernos de esto”, dijo en contacto con Ñandutí.

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Aguilar aseguró que están implementando todas las medidas necesarias, ya que no pueden arriesgarse a que se disparen los casos de COVID-19 en la zona. “Así como podemos saltar muy alto, podemos ir muy abajo si por ahí hay una disparada de la enfermedad que nos está invadiendo”, manifestó.

En la zona son muy pocas las casas que están en alquiler, donde el auge siempre estuvo en los hospedajes y hoteles. “Nunca luego hubo mucho y muchos no hay”, dijo y afirmó que para reactivar la ciudad se debe trabajar junto con el Gobierno y la comuna para que todo esté listo al recibir a las familias. “El problema es que el verano estaríamos empezando ahora, pero estamos en sintonía con el Gobierno y los ministerios”, concluyó.

A una semana del inicio de la fase 4 de la cuarentena inteligente, anhelada por muchos y en especial por los sectores que tuvieron que parar por más de 4 meses, como el turismo, este poco a poco empieza a reactivarse con todas las medidas preventivas. Este domingo, un grupo de personas ya llegó hasta el Cerro Hû, en Paraguarí, a disfrutar de todos sus atractivos en modo COVID.

Al ser uno de los sectores más golpeados, el turismo busca que las personas puedan tomar al turismo interno como una alternativa de distracción y entretenimiento tras meses de encierro, por lo cual fueron habilitados por el Ministerio de Salud los protocolos para el efecto y solo hay que cumplirlos para salir y darse la oportunidad para conocer más al país.

Tal es así que desde el jueves último, el Cerro Hû y la posada que lleva el mismo nombre y está ubicada prácticamente al pie de la elevación ya empezaron a recibir a grupos de personas, conforme lo habilitó el protocolo de la cartera sanitaria, que pueden ser hasta un máximo de 8 personas para grupos familiares, de amigos cercanos o de grupos de trabajo que estén en contacto diario y que no represente ningún riesgo, según mencionó Casilda Mongelós, propietaria de la posada.

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