El militar “supercontagiador” de COVID-19 en distintas localidades del departamento de Paraguarí se presentó ante autoridades en Carapeguá. El sargento debe cumplir una orden de detención emitida por el Ministerio Público tras ser imputado por tentativa de lesión grave y violación de cuarentena.

El uniformado se abstuvo de declarar tras presentarse ante el juzgado para la imposición de medidas. El juez a cargo dictó que guarde reclusión en la prisión militar de Viñas Cué hasta donde fue trasladado a la espera de la continuidad del proceso en su contra. Osorio se expone hasta a 10 años de prisión.

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El sargento está acusado de contagiar a más de 100 personas el virus durante su visita a la ciudad de San Roque González de Santa Cruz y durante el paseo que realizó por otros distritos del departamento de Paraguarí en mayo pasado. El abogado del militar señaló que no se puede publicar el nombre de su cliente y cuestionó el actuar del fiscal encargado del caso Darío Villagra.

El militar custodiaba un albergue en Ciudad del Este desde donde se trasladó a San Roque González para visitar a sus familiares durante los días festivos por la patria y por el Día de la madre.

En esta ciudad se trasladó hasta una bodega, luego compartió bebidas alcohólicas con el casero e incluso se trasladó hasta la sede del Banco Nacional de Fomento (BNF) en la ciudad de Carapeguá, donde realizó trámites con un funcionario de la entidad bancaria.

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Posteriormente, se trasladó hasta la ciudad de Paraguarí y luego el personal a su cargo, con quien compartió un vaso, se trasladó hasta Asunción y Villeta, lo que colocó en riesgo de potencial contagio a todo un asentamiento de esta última ciudad.

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