Desde la Cátedra y Servicio de Gineco-Obstetricia del Hospital de Clínicas informan que de los aproximadamente 2.500 partos que hubo en el 2019, el 50% corresponde a embarazos no planificados y que, a su vez, el 40% de estos son de madres solteras o que declaran no estar acompañadas en el proceso por el padre gestante.

Si bien estas cifras son altas, el jefe de esta área, el profesor y doctor Ramón Bataglia, asegura que los números en cuanto a embarazo adolescente muestran una disminución. “Si en el año 2014 teníamos un 14% de adolescentes que parían con nosotros, a la fecha esas cifras cayeron al 11%”, revela.

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El profesional señala que la paternidad irresponsable está muy ligada a la cultura de nuestro país. “La participación de los padres en los procesos de consultas prenatales, de los cursos y programas de apoyo a las mujeres embarazadas que concurren a nuestra cátedra llega solo al rango del 50 a 60%; es decir, que la madre es la que carga casi con exclusividad el compromiso del cuidado del bebé durante la gestación así como en el parto y el posparto”, comenta.

Foto: Gentileza.

Para hacer frente a esta realidad, la Cátedra de Gineco-Obstetricia del Hospital de Clínicas impulsa desde hace un tiempo una serie de programas adicionales a las consultas prenatales con el objetivo de promover la participación del padre desde la gestación del niño.

“El momento del parto es considerado un evento sumamente difícil, que se le atribuye casi exclusivamente a la mujer. Trabajamos para romper con este mito, preparando psicológica y emocionalmente al padre, a modo de que pueda acompañar activamente, teniendo como eje la paternidad responsable, que se inicia desde el momento de la gestación, pasa por el parto, la primera infancia y se extiende durante toda la vida de ese nuevo ser”, señala.

Asimismo, llevan adelante otros programas que incluyen salud reproductiva y sexual, alojamiento conjunto (madre y recién nacido), lactancia materna, vida familiar, anticoncepción post-evento obstétrico, salud materno-infantil y preparación del parto.

“Con respecto al 50% de mujeres con embarazos no planificados, trabajamos para ofrecerles algún programa de anticoncepción (DIU, anticoncepción oral, ligadura de trompas, anticoncepción trimestral, provisión de condones, etc.). Actualmente, muchas mujeres aceptan incluirse en alguno de estos planes. Todo esto tiene un proceso de consejería, información y consentimiento. Nada es forzado, la usuaria es quien elige libremente qué método utilizará”, concluye.

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