La Asociación Paraguaya de Enfermería celebra la aprobación por unanimidad en la Cámara de Diputados del proyecto de ley para que las enfermeras contratadas en forma precaria por los consejos locales de salud, que perciben salarios entre G. 700.000 a 1.500.000, sean contratadas y pasen a ser funcionarias del Ministerio de Salud.
De convertirse en ley, más de 1.700 funcionarios lograrían mejores condiciones de trabajo y pasarían a formar parte de la nómina de contratados del Ministerio de Salud, con los mismos derechos en cuanto a la antigüedad y la escala salarial conforme a la profesión. Más aún, en tiempos donde atenderán posibles pacientes con COVID-19.
Desde hace años, la agrupación reclama esta situación a los ministerios de Trabajo y de Salud. Ahora, solicitan a los senadores el urgente tratamiento y aprobación del proyecto de ley que brinde seguridad y estabilidad a las enfermeras.
Ayer, el pleno de Diputados concedió media sanción al proyecto de ley “que establece la regularización laboral del personal vinculado bajo régimen de contratos, que presta servicios en los consejos regionales y locales de salud, cuyos haberes son pagados de los fondos de equidad del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social”.
El diputado Basilio Núñez, uno de los proyectistas, manifestó que esta propuesta va a dignificar al personal de blanco que presta servicios en los consejos de salud. “Generalmente son los que más trabajan y son los perores remunerados y, para rematar, a veces cobran cada tres o cuatro meses", expresó.
Actualmente, estos trabajadores de blanco afectados reciben sus salarios de los fondos de equidad, desembolsados a las municipalidades por parte del Ministerio de Salud.
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La diaria lucha de las guardianas de la salud
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Matías Amarilla
De emblemática tarea, las 600 enfermeras del Hospital de Trauma son vitales en la estructura del centro de salud de referencia nacional en materia de emergencias médicas. Aquí un grupo de ellas cuentan de su día a día, de los desafíos que plantea la relación con pacientes y familiares, del llanto y la risa en la difícil tarea de ayudar a recuperar la salud y salvar vidas.
“En el bolsillo de una licenciada puede haber cualquier cosa”, cuenta una enfermera mientras sus compañeras vacían los bolsillos para que sus delantales se vean prolijos en la foto. Sobre la mesa quedan unas tijeras que mueven a preguntarles para qué las usan.
“Siempre nos dicen ‘nooo… mi jean, ¡no me cortes mi jean…! Y shshs… ya cortamos para limpiar las heridas”, explican.
Fracturas, contusiones, heridas de armas, violencia familiar son parte de la larga lista de afecciones que a diario atienden las enfermeras del Hospital de Trauma Manuel Giagni.
Este 12 de mayo, Día de la Enfermería, las homenajearán con una celebración religiosa, un acto cultural, sorteos de obsequios y un brindis. También tendrán un almuerzo para celebrar su día. En ese contexto, dialogaron con El Gran Domingo de La Nación sobre el oficio.
Elizabeth Maidana Arzamendia es la jefa de Enfermería y se muestra orgullosa de su equipo de trabajo. “Vemos sufrir todos los días ya sea a un padre, a una madre, a un hermano, a un niño. Nos ponemos el caparazón, porque no podemos demostrar debilidad y luego salimos, respiramos y volvemos otra vez”, cuenta.
“No hay que olvidar que somos seres humanos y más de una vez necesitamos contención”, agrega recordando que el humor es un aliado fundamental. “Hacemos bromas para poder sobrellevar los momentos difíciles para mantener el ánimo. Ese elemento y el trabajo en equipo es lo que nos ayuda a superar todos los desafíos”, resume.
LABOR INCESANTE
El cuerpo de 600 trabajadoras a cargo cubre, haciendo seis horas por turno, el trabajo diario de este gigante que no para durante los 365 días del año.
“Es un trabajo arduo el que se hace día a día, requiere mucho compromiso y es vital hacerlo en equipo para, sobre todo, darle respuesta al usuario que ingresa en la institución. Ayudarle a que recupere rápido su salud para integrarlo otra vez a su obra”, comenta primero.
Preparadas para responder inclusive ante accidentes masivos, la clave de la atención está “en organizarnos. Tenemos todo un programa en caso de que haya víctimas en masa, lo que hace que siempre estemos en comunicación para ajustar la coordinación del personal para garantizar la atención”.
Recuerda que “tuvimos varios eventos difíciles como el Ycuá Bolaños o el Marzo Paraguayo y después accidentes que involucraron muchas personas, pero pudimos dar respuesta gracias a nuestros protocolos, que vamos actualizando constantemente”.
UN ROL ESENCIAL
Maidana Arzamendia recuerda que el papel de las enfermeras es vital porque de las primeras atenciones puede depender una buena recuperación de una fractura, por ejemplo. “Es fundamental la atención oportuna y continua, eso es un principio para la enfermería”.
Un equipo de enfermeras dialoga sobre el particular: “Vamos a empezar de la boca, por donde entra todo, ¿verdad?”, dice entre risas Carla Rodríguez, enfermera de Urgencias recordando que “es allí donde hacemos el primer contacto con el paciente. Y es un sube y baja de felicidad, alegría, tristeza, llanto, sufrimiento a veces, pero me gusta lo que hago, recibir un ‘gracias’ del paciente, del familiar es muy paciente, del familiar es muy satisfactorio para nosotras, porque el flujo de pacientes a veces no nos deja mucho hacer un contacto por más tiempo. Entonces, el tiempo que estamos con ellos pasamos bien, pero a veces tenemos guardias buenas y otras malas como todo en la vida”.
Fanny Sosa, jefa de Urgencias, recuerda que “es muy dinámico nuestro servicio, es un entrar y salir constante de pacientes en el que tenemos que interactuar con los familiares, por lo que un poco de psicólogas también tenemos que ser”.
Julia Jara, enfermera asistencial de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), cuenta que “el flujo de pacientes nos apura mucho” a la hora de la atención, pero que en general se tienen insumos para responder.
PRESIÓN PSICOLÓGICA
“La parte difícil es que los pacientes entran muy delicados y muchas veces nos cuesta psicológicamente lidiar con ellos, pero a medida que se recuperan sí, con toda la alegría después le sacamos de alta, estamos todos felices con sus familiares. Compartimos muchas cosas, mucha tristeza también cuando los pacientes están delicados, cuando fallecen y tenemos que darle la noticia a los familiares”, describe.
Insisten en que la clave es “tener buen espíritu” y tener atención de salud mental, que pueden cumplir con ayuda de la Fundación Buen Gobierno, “que siempre nos da charlas sobre manejo de estrés laboral y el nuestro es un gran equipo donde nos respetamos mucho, a veces bromeamos en el trabajo y pasamos muy bien”, agrega.
De su lado, Pamela Vega, quien está en los consultorios ambulatorios, explica que “a mí me toca la parte ambulatoria, cuando ya pasaron de la urgencia, ya salieron de la sala, ya salieron de alta y vuelven, generalmente con muchas dudas, a veces están también insatisfechos, a veces vienen con más preguntas de lo que salieron y es la enfermera la que está ahí”.
“Por encima de las indicaciones del médico, nosotras estamos respaldando cada una de las palabras a ver si entendió realmente ese paciente, si es que sabe dónde se tiene que dirigir. Muchos son posoperatorios, pero no solamente eso, nuestro consultorio también cuenta con el Servicio de Generalidades y ahí tenemos diversos casos”, agrega.
“Tenemos pacientes pediátricos, tenemos adultos mayores, tenemos pacientes con diferentes tipos de dolencias. Como dicen las compañeras, todos los días se presenta una dificultad nueva, pero a la par presentamos una solución. Nos faltan muchas cosas, tenemos muchos desafíos por afrontar, pero tenemos el apoyo”.
MUCHO QUE CONTAR
Sonia Cáceres es una de las coordinadoras de turno y agradece la oportunidad de expresión: “En 24 años de antigüedad que estoy acá, agradezco este reconocimiento, por valorar el trabajo del día a día que hacemos, que es nuestra mayor satisfacción. Este es el hospital de referencia a nivel país, acá no hay sábado, domingo, feriado. A veces un lunes o un martes puede ser muy movido”, relata.
“Hacemos este trabajo por amor, porque nos gusta, yo creo que esto es una vocación y que la mayor satisfacción se da cuando el paciente va de alta, porque no es fácil, es todo un proceso que implica a la familia”, apunta.
“Nosotros atendemos la parte humana. Entonces, a veces uno absorbe, trata de dar una contención, un apoyo para que puedan sobrellevar. Porque no es fácil ser familiar y no es fácil el trabajo”, cuenta.
Su compañera, Siris Estigarribia, apunta: “Muchas veces nos convertimos en familiares de los pacientes. Porque tenemos mucho s indigentes, pacientes NN o inclusive algunos a los que les abandonan sus familiares acá por algún motivo. Gente que está hasta dos o tres meses con nosotros mientras se les busca un hogar transitorio. Y mientras eso ocurre, somos las enfermeras las que 24/7 estamos ahí con ellos”.
Explicando la situación de los pacientes sin documentos o ficha en el Registro Civil, apunta que “hay pacientes que tienen que ser identificados a los que se les busca en el registro policial, pero hay algunos que no están ni siquiera allí. Generalmente son adultos mayores, personas que viven en la calle, indigentes”.
EMPATÍA
“Hay personas que son dadas de alta como NN y trabajamos en conjunto con servicio social para conseguirles un hogar transitorio o definitivo en el caso de aquellos que no tienen ningún lugar donde quedarse, es una situación un poco difícil”.
Carolina Britos señala que “el hospital recibe pacientes muy atípicos. Jóvenes, niños y en ocasiones una tiene que ponerse en el lugar de la madre, del padre y es necesario estar fuertes para poder asistirles y contenerles también a los familiares que llegan desesperados sin saber la situación de salud”.
Consultada sobre las necesidades de personal que se dan en el sistema de salud, Maidana Arzamendia admite que harían falta más enfermeras: “Sí, faltan más. Siempre hacemos la solicitud y el nivel central, que es el Ministerio de Salud, es el que tiene que aprobar. Tenemos también las enfermeras que se jubilan y a veces la respuesta es lenta para la reposición de personal. Entonces, ahí es gerenciar, organizar, redistribuir, hacer lo posible por mantener un buen servicio”, concluye.
UNA ESCUELA DEL OFICIO
El Hospital de Trauma hace también las veces de escuela de formación para muchas enfermeras. Su jefa de Enfermería, Elizabeth Maidana Arzamendia, explica: “Tenemos los alumnos que vienen de las universidades, que son los de pregrado. También nos capacitamos con un plan anual en el que nos formamos en todos los temas transversales, que son el trato humanizado, la empatía, resolución de conflictos y también los específicos relacionados a la profesión”.
En este sentido, agrega que las problemáticas propias de Trauma requieren una capacitación permanente: “Solemos tener talleres, asistimos a jornadas, ya sean virtuales o presenciales, de atención o manejo del paciente politraumatizado”.
Lina Soria es la coordinadora de Docencia y tiene 25 años de experiencia profesional formando a generaciones de compañeras de oficio. “Hacemos las capacitaciones continuas al personal, presenciales y virtuales desde enero hasta diciembre. Existen capacitaciones específicas y transversales, las primeras son requerimientos de los servicios y las transversales implican educación en valores, en fortalecer la empatía. También educamos a los familiares en protocolos y normativas a seguir. Por ejemplo, el lavado de manos es algo esencial para evitar infecciones y es algo en lo que hay que insistir de manera permanente”.
“ELLAS NOS INSTRUYEN EN MUCHAS COSAS”
“El médico sin enfermeras no es nada”, resume Juan Fernández, director del Hospital de Trauma, apuntando que “como en cualquier hospital, Enfermería es una de las áreas más importantes”.
De su experiencia personal rescata: “Nosotros somos siempre muy agradecidos a las enfermeras, que inclusive nos instruyen en muchas cosas cuando somos médicos jóvenes”.
Puntualmente recuerda una anécdota: “En este hospital, por ejemplo, nosotros no tenemos ginecólogos y antiguamente venían pacientes embarazadas y las enfermeras obstetras las ayudaban a dar a luz en esos casos excepcionales en los que las mujeres ya estaban alumbrando”.
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Víctimas de la mafia de pagarés recurrieron al Congreso: “Esta es una causa nacional”
Desgarradores testimonios fueron esgrimidos por las víctimas de la mafia de los pagarés mediante una audiencia pública realizada este jueves en el Congreso Nacional. Durante la ocasión expusieron fotografías de los estafadores y repudiaron que el esquema sea apañado por autoridades del Poder Judicial.
Una de las víctimas es la enfermera jubilada del Hospital de Clínicas, Luciana Bernavet, quien indicó que desde el año 2023 viene padeciendo un descuento sideral de su salario por una deuda inexistente. “Yo tengo 65 años, soy enferma de reumatología. Del total de mi salario solo me queda la suma de un millón seiscientos mil guaraníes, con esto debo pagar los servicios de luz, agua y alimentos”, dijo en una entrevista con el programa “Dos en la Ciudad” emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
Bernavet, entre lágrimas, siguió sosteniendo que el embargo de su salario empezó sin previo aviso. “En total me sacan la suma de millón cuatrocientos cincuenta mil guaraníes, de una cuenta que ya pagué todo, tengo documentos que indican que incluso ya no debo nada”.
La mujer estuvo acompañada por Mirna Gallardo, presidenta de la Asociación Paraguaya de Enfermería (APE), quien repudió el posicionamiento de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), al rechazar anular los embargos de las víctimas de la mafia de pagarés.
“Es una pena, una incertidumbre terrible y genera una impotencia el comunicado paupérrimo de la Corte Suprema de Justicia, en donde deja a todas estas personas víctimas de la mafia de los pagarés al libre albedrío. La señora Luciana no ejerció el derecho a la defensa, fue notificada en el Hospital de Clínicas, cuando ya estaba jubilada”, indicó.
Gallardo acotó: “Cómo Luciana iba a ejercer el derecho a la defensa si no se dio por enterada. Tomó conocimiento de que está embargada cuando dejó de percibir su salario. Esta es una causa nacional, no podemos permanecer indiferentes y que sigan robando a nuestras compañeras jubiladas y activas por deudas que no han contraído, por pagarés falsos o deudas cobradas por dos o tres veces”.
Detalló que un total de 40 enfermeras se encuentran siendo víctimas del esquema. “Acá se tiene a un montón de gente que se está aprovechando, lucrando y enriqueciendo. Instamos a las autoridades del Ministerio de la Defensoría Pública que acompañen y ayuden a resolver esta grave situación”, comentó.
Senadores que impulsaron la audiencia pública, evalúan impulsar una normativa que paralice el descuento compulsivo de los casos judicializados y en donde los presuntos estafadores ya se encuentran siendo investigados.
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Cuarentena por covid: hace 5 años se paralizó el país
- Por Sara Valenzuela.
El martes 10 de marzo del 2020, la forma de vida de todos los paraguayos sufriría una alteración imborrable, ya que solo tres días después de confirmarse el primer caso de covid en nuestro país, el Gobierno instauraba una inédita cuarentena sanitaria por un periodo inicial de 15 días.
El primer periodo de cuarentena se instauró por decreto presidencial y se estipuló la suspensión de todos los eventos públicos o privados de concurrencia masiva, así como conciertos, prácticas deportivas, reuniones religiosas o de carácter político, actividades en lugares cerrados que incluían a cines, teatros y convenciones. Esta medida también alcanzó a las instituciones educativas de todos los niveles.
Los primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses. Luego, con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo, fue sufriendo modificaciones, abriendo paso a la llamada “cuarentena inteligente” y luego a la “cuarentena por fases”, que se activaban según los territorios con mayor o menor afectación por el virus.
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Analizando en retrospectiva, el médico epidemiólogo Guillermo Sequera, quien en el momento de la pandemia se desempeñaba como titular de la Dirección de Vigilancia de la Salud, resaltó que haber tomado la medida de cuarentena de una manera casi inmediata a la confirmación de los casos en nuestro país le dio al sistema sanitario nacional una brecha para prepararse ante lo que se avecinaba.
“Cuando empezó la pandemia, nuestra capacidad de analizar muestras era de 16 o 17 por día, y así era imposible determinar si existía o no ya una circulación comunitaria, por lo que tras hablar con colegas que estábamos todos con este tema alrededor del mundo y viendo la situación de diferentes países, determinamos que la cuarentena era necesaria en Paraguay para frenar los brotes que posiblemente ya se habían iniciado”, recordó el doctor Sequera en conversación con La Nación/Nación Media.
El reconocido profesional aseguró que el solicitar a todo un país que frene sus actividades, las cuales necesariamente afectarían a la economía nacional, era un enorme desafío que finalmente se logró conquistar, dando tiempo a los médicos a analizar los siguientes pasos teniendo en cuenta que la situación ante el avance de la enfermedad era sumamente fluctuante.
“Nueva normalidad”
“Cuando empezó la pandemia, se creía que el virus iba a llegar a nuestro país proveniente de China, Europa o Estados Unidos y no fue así; los primeros contagiados viajaron y regresaron de países de la región en los que ni siquiera se había confirmado la presencia comunitaria del virus, entonces nosotros supimos que el camino correcto era extremar las medidas de salubridad y, sobre todo, llamar a la conciencia de la población”, indicó el doctor Sequera a LN.
La vida de los paraguayos había cambiado de la noche a la mañana; los planes que en muchos casos se habían hecho con meses de antelación ahora simplemente quedaban en pausa indefinida; las multitudinarias reuniones familiares que eran una actividad casi religiosa para muchos quedaron relegadas ante el encuentro a través de videollamadas o un saludo a metros de distancia; los encuentros recreativos y los bulliciosos quedaron coartados a las salas de estar, los balcones y ver repeticiones de eventos deportivos.
Si bien esa “nueva normalidad” golpeó con fuerza a todos los paraguayos, muy acostumbrados al roce social, los médicos también se enfrentaban a una realidad que los paralizaba, el aumento de los casos, los tratamientos que conforme se conocía a la enfermedad se iban implementando y la dura realidad de que nadie estaba preparado para lidiar con un nuevo virus.
Experiencia abrumadora
“Fue muy difícil; uno salía, iba, hablaba con los colegas y tratábamos de marcar un protocolo de atención, pero después debíamos de modificar eso y cambiar tratamientos conforme obteníamos la información, porque estábamos lidiando con un virus que no conocía nadie, que nadie sabía exactamente cómo tratar y, lo peor, que no sabíamos cómo evolucionaba para al menos tener un parámetro de tiempos”, expresó el epidemiólogo a La Nación.
En carácter personal, asumió que si bien se capacitó y estudió para este tipo de situaciones, son muy pocos los médicos que tienen la experiencia con epidemias o pandemias, ya que la aparición de este tipo de fenómenos a lo largo de la historia son distantes uno del otro, por lo que ciertamente los médicos y especialistas contaban con las herramientas teóricas, la práctica era abrumadora.
“Yo sabía lo que se tenía que hacer, y con los colegas a nivel internacional hablábamos de los planes de acción, pero uno muchas veces se veía sobrepasado por lo que ocurría, por el conteo de infectados y por sobre todo el de fallecidos; a esto había que sumarle el hecho de que nadie te enseña como comunicarte en estos casos. Yo tenía que salir a hablar y demostrar calma cuando en realidad la situación me dolía mucho”, recordó el doctor Sequera.
Fortalecimiento sanitario
Admitió, además, que esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes, como el hecho de la extensión de la capacidad de las unidades de terapia intensiva a nivel nacional, la provisión de oxígeno que ahora cada centro asistencial cuenta y las instalaciones y adecuaciones de infraestructura que se dieron en hospitales de referencia para hacer frente a la crisis.
A cinco años del inicio de la pandemia, recordar los contagios, la cuarentena, las medidas de seguridad y, por sobre todo, a los fallecidos a causa del covid, resulta aún difícil porque en la memoria quedaron impregnados momentos que generaciones enteras nunca habían imaginado siquiera vivir, la incertidumbre de contraer el virus, el miedo ante la enfermedad, la impotencia por la cantidad de vidas cobradas y la certeza de que nada volvería a ser igual.
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En jornada de emergencias quirúrgicas de FCMUNA, destacan innovaciones en cirugía
Es importante abordar las actualizaciones en el campo de la cirugía y que los servicios estén protocolizados para brindar una mejor atención, destacó el director general asistencial, Prof. Dr. Jorge Giubi, director general asistencial del Hospital de Clínicas.
En la fecha se dio inicio a la “II Jornada de Emergencias Quirúrgicas”, organizado por el Departamento de Emergencias de Adultos de la Facultad de Ciencias Médicas (FCMUNA). La actividad fue declarada de interés académico por Resolución N° 1187/2024, y estuvo bajo la coordinación de la Prof. Dra. Sandra Samudio, jefa de Emergencias de Adultos y la Prof. Dra. Rosa Ferreira, jefa del área de cirugía de Emergencias de Adultos de la FCMUNA.
“Sabemos que la medicina es de constante actualización por eso este tipo de jornada es fundamental para fomentar la camaradería y sobre todo acceder a las nuevas innovaciones en los diversos tipos de manejos de técnicas quirúrgicas e ir adaptándose a las novedades”, afirmó el Dr. Giubi.
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Por su parte, el decano de la FCMUNA, Mg. Prof. Dr. Osmar Cuenca Torres, expresó que como docente y cirujano se congratula por la realización de estas jornadas de urgencias quirúrgicas, atendiendo a que el Hospital de Clínicas es un hospital escuela, donde se forman a médicos cirujanos. “Parte de la formación del cirujano se basa en su desempeño en las emergencias quirúrgicas, sea en este o donde le toque trabajar, y la educación es muy importante, consolidando y acompañando a los residentes, estableciendo la formación continua”.
Destacó que los jefes del área de emergencias propicien este tipo de actividades académicas e instó a los médicos a ser más participativos, de manera a que sea extensiva a los servicios de otros centros de emergencias, porque el intercambio de conocimientos y de los protocolos enriquecen el saber.
Ponderó además la integración de otros profesionales del área de la salud en la formación de nuevas instrucciones. “Formamos parte de un equipo multidisciplinario donde participan internistas, terapistas, traumatólogos, instrumentadores quirúrgicos, entre otros profesionales y como institución académica de grado y postgrado es fundamental ofrecer actualizaciones dentro de cada área”.
Las actividades continúan mañana 1 de agosto y culmina el viernes 2, en la que comprenderán disertaciones teóricas, talleres de simulación y de cirugías enfocadas en patologías quirúrgicas de urgencias. Las jornadas contarán con docentes y especialistas de los servicios de emergencias, kinesiología y fisioterapia, instrumentación quirúrgica y de podología. Los talleres serán de sutura intestinal, ostomías, sutura mecánica, sutura en piel, cierre de pared, colocación de tubo de drenaje pleural, sutura pulmonar, traqueostomía, ecografía básica, acceso venoso central por ecografía, laparoscopia y reanimación cardiopulmonar.
Se llevarán a cabo asimismo olimpiadas interactivas entre estudiantes de las carreras participantes y entre médicos residentes. Posteriormente, los ganadores tendrán la gran final, tanto de medicina, cirugía y cultura general.
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