El texto menciona, además, el cierre anticipado en comparación a los países vecinos y que esta sería una de las razones de la baja cantidad de casos del nuevo coronavirus.

Luego de haberse confirmado el segundo caso positivo de coronavirus en Paraguay y ante la pandemia mundial desatada, el Gobierno paraguayo anunció el 10 de marzo que se suspendían las clases y las actividades que implicaban aglomeración de personas.

Eso es lo que empieza mencionando una nota publicada ayer por el NYTimes y que sostiene que a medida que avanzaba la pandemia en el mundo, Paraguay no esperó e impuso un estricto cierre de sus fronteras a principios de marzo, antes de los países vecinos y que el resultado está a la vista con la menor cantidad de casos en la región.

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En la frontera con Brasil, en Ciudad del Este, muchos paraguayos aguardan para ingresar al país tras el cierre de acceso. Foto: Gustavo Galeano.

El texto, basado en un material de la agencia Reuters, explica que Paraguay es un país productor de granos con una población de alrededor de 7 millones de personas y que tiene solo 159 casos confirmados y siete muertes.

Solo tres de las personas infectadas están hospitalizadas, una de ellas en cuidados intensivos, según muestran los datos del Ministerio de Salud. Comparan las cifras con los más de 2.000 casos en Argentina, 10.000 en Perú, casi 8.000 en Chile y 25.000 en Brasil, así como del vecino más pequeño, Uruguay, que tiene casi 500 casos confirmados, mientras que Bolivia tiene 354.

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Según dijo a Reuters el representante de la Organización Mundial de la Salud en Paraguay, Luis Alberto Escoto, el éxito del país se debió a medidas agresivas de distanciamiento social. “Su mejor resultado puede atribuirse a la adopción de esta medida y la actitud que tiene la población a pesar de vivir en un contexto difícil, de desigualdad y pobreza”, precisó.

El texto señala también que el gobierno de Paraguay cerró las escuelas y suspendió grandes eventos en la segunda semana de marzo. Poco después, cerró sus fronteras, aeropuertos y ordenó una cuarentena total de la población con muy pocas excepciones. La Policía y los militares vigilan las calles y las tiendas y han castigado a más de mil personas por violar las restricciones.

Policías y militares realizan controles en las calles. Foto: Fernando Riveros.

Problemas

En otro punto del material se resalta que Paraguay tiene una de las tasas de prueba más bajas para el virus, con 26,2 pruebas por cada 100.000 habitantes, según la OMS y la Organización Panamericana de la Salud, además, falta de personal calificado.

Destacan también que se ha tenido problemas para obtener ventiladores y equipos de protección para el personal médico, parte de la razón por la cual el presidente Mario Abdo Benítez decidió extender la cuarentena y volver al último decreto.

Escoto, sin embargo, dijo que esto no estaba ocultando una crisis, mientras que los legisladores locales enfatizaron que el sistema de salud del país, aunque estaba subfinanciado, no estaba ceñido bajo la presión.

“Existe cierto subregistro. Pero la ausencia de mortalidad o casos graves que saturan el sistema sugiere que aún no hay una transmisión exponencial de la comunidad”, dijo la senadora y ex ministra de Salud, Esperanza Martínez.

La misma agregó que el temor es que cuando se levanten estas medidas, sin tener una estrategia de prueba rápida, Paraguay pueda tener el tipo de picos que se han producido en otros países.

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