La fiscala Vanesa Candia confirmó que el cuerpo hallado calcinado en Minga Guazú pertenecería a niña de 7 años que fue raptada y asesinada el sábado último. Además, anunció que la madre del principal sospechoso, Héctor Eduardo Martíenz, imputado por homicidio doloso, también sería procesada por otros hechos punibles y no se descarta la complicidad de la misma en el caso.

El médico forense, Gustavo Zaracho, mencionó que de acuerdo a los datos odontológicos y los restos de comida que se encontraron en proceso de digestión dentro del cuerpo, se confirma que correspondería al de la niña. Además, se encontró la esponja que habría comprado al ir a la almacén.

La muerte habría sido por asfixia por ahorcamiento y calcinamiento lo que produjo el estallido del craneo, ya que se encontró un cable de cargador de celular liado por el cuello.

Los resultados de las muestras de ADN que confirmarían oficialmente el caso, serán develados en 45 días.

La madre del joven imputado por el caso, sería procesada por la tenencia de armas que se encontraron durante la incautación. Por otra parte, se investiga el grado de complicidad, ya que se habrían encontrado mensajes de Whatsapp. “Tenemos algunos indicios que nos permiten pensar que la madre se enteró de lo ocurrido posterior al hecho, pero no puedo afirmar que haya colaborado”, sostuvo la fiscal.

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