El Ministerio de Desarrollo Social, a través del programa Tenonderã, en el 2019 logró la inclusión de más de 10.000 familias en situación de pobreza, mediante el incremento de acciones como la cobertura y capacitaciones a los funcionarios.
Entre las gestiones puntuales se detallan el aumento de la cobertura geográfica, lo que permitió la inclusión de 9.985 nuevos participantes; el incremento del número de gestores empresariales; la descentralización, mediante la creación de una oficina regional en Coronel Oviedo para mejorar la capacidad de respuesta a los participantes, y el aumento del monto económico en concepto de capital semilla, de 2.400.000, a 3.000.000 de guaraníes.
Se intensificaron las capacitaciones a gestores empresariales del programa en áreas vinculadas a temas de habilidades blandas, capacidades emprendedoras, plan de negocios y rubros de producción.
Otra acción clave fue la implementación del proyecto demostrativo de empoderamiento de mujeres en los distritos de Carayaó, departamento de Caaguazú y Luque, departamento Central, trabajo conjunto realizado desde el Viceministerio de Políticas Sociales del MDS con ONU Mujeres.
Inclusión socioeconómica
Tenonderã es un programa de apoyo a la promoción e inclusión socioeconómica, plantea una estrategia para el aumento de activos, principalmente productivos, que contribuyan a la promoción social de familias en situación de pobreza y vulnerabilidad y al egreso sostenible de las familias participantes.
Actualmente cuenta con 36.577 perfiles de negocios en 176 distritos de 17 departamentos, con mayor concentración en San Pedro, Caaguazú, Concepción y Caazapá. De éstos 1.425 participantes pertenecen a comunidades indígenas y 238 corresponden a personas con discapacidad, inclusión priorizada por todos los programas del Ministerio de Desarrollo Social.
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Una pobreza menor es buena, pero aún es dolorosa, triste, inhumana
“Duele decirlo, pero hay que decirlo”
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email: pabloherken@yahoo.com
“La macro paraguaya es extraordinaria, ellos tienen todo ordenado, no tienen inflación, el Banco Central funciona como un reloj. Ahora, el 5 % de la población concentra la riqueza, el resto es todo pobre, masivamente pobre, y siempre está la Argentina. Argentina debe dejar de hacerse cargo del ajuste social de sus países vecinos. Hay que dejar de ser estúpidos”. El infame DIPUTADO NACIONAL ARGENTINO MIGUEL ÁNGEL PICHETTO (*LAS MALVINAS SON ARGENTINAS, COMO NUESTRAS FUERON LAS ACTUALES PROVINCIAS DE FORMOSA Y MISIONES).
Este artículo, que tiene un toque mío con escritura rabiosa, está dedicado al diputado nacional argentino Miguel Ángel Pichetto (con fuerte pasado peronista, justicialista), todavía viviendo en los tiempos bárbaros de la guerra contra la Triple Alianza (1864-1870), vomitando racismo: odio al Paraguay y al paraguayo. Como Bartolomé Mitre, y Domingo Faustino Sarmiento, el que luego se rectificara totalmente de sus atroces insultos y horrendos calificativos a nuestra paraguayidad, y muriera en paz entre nosotros (como buscó y encontró), en la Asunción del 11 de setiembre de 1888, a los 77 años; mejorando durante su corta estadía la educación en Paraguay, y con el pedido personal de tres banderas sobre su ataúd: la argentina, la chilena, la paraguaya; rodeado de escolares, estudiantes y maestros, con todos los honores de rigor, y el respeto de las autoridades oficiales (presidente Patricio Escobar, héroe del 70, sobreviviente del 1.º de marzo de 1870). Un pueblo “bárbaro” se comportó civilizadamente.
¿Quién le salvó la vida al derrocado por un sangriento golpe militar, el expresidente Juan Domingo Perón, el 20 de setiembre de 1955, gracias a la cañonera Paraguay fondeada en puerto nuevo de Buenos Aires, en la que se refugió con miedo y desesperación, y con humildes marineros paraguayos dispuestos a dar la vida en lo que parecía un inminente ataque de represalia, e incluso para asesinarlo? Seguro estoy de que las Malvinas son argentinas, como está escrito en documentos de verdad verdadera que eran nuestras las hoy provincia de Formosa y Misiones. Como probable es que no hubiéramos ganado la guerra del Chaco (1932-35) sin la generosa ayuda de los argentinos (Gobierno y pueblo). Dos países hermanos no pueden tratar sus lógicos problemas de convivencia con infames como Pichetto. “Por lo que dice y el cómo lo dice, pareciera ser más nazi que cualquiera que realmente lo es”, lo caracterizó un compatriota suyo. Seamos serios, generosos, humanos. Somos hermanos. No enemigos. “La fuerza es el derecho de las bestias” (Perón). Vayamos al tema principal.
Tuvimos 22,7 % de pobres en Paraguay el año pasado (25,5 % en 2022 y 57,7 % en 2002). El porcentaje del 22,7 % en sí ya es preocupante, y lo es aún más en números concretos: 1.330.892 habitantes sobre una población total de 5.825.541 personas. Dentro de dicho global de pobreza tenemos 289.641 en la “pobreza extrema” (4,9 % después del 6,1 % en 2022, y del 16,2 % en 2002). Así lo indica el Instituto Nacional de Estadística (INE) del Paraguay, en su habitual informe anual sobre pobreza global y pobreza extrema (indigentes o indigencia, en un lenguaje menos doliente, miserables o miseria en una calificación o categoría dura y una mirada descarnada). Pongámonos en el lugar (la vida) de nuestros 1.330.892 compatriotas pobres, y en particular enfoquemos nuestras miradas en los 289.641 pobres extremos. Duele. Duele y mucho. ¿Hay algo peor que vivir en la pobreza o en la miseria? Sí. En la opinión de un querido profesor yankee (leo mis apuntes): no tener empleo, no tener un trabajo con el cual vivir o sobrevivir o “sentirse útil, capaz y dueño, aunque en lo mínimo, de su destino y el de los suyos”. Cualquier disminución de la pobreza es positiva. No se la debe minimizar ni ser objeto de burla. Se puede discutir seriamente sobre la calidad de la medición de la pobreza. Contamos con la monetaria: cantidad de dinero en sus manos para poder comprar o no una canasta básica o una exclusiva de alimentos. ¿Son correctos y realistas los montos? El no ser pobre ¿implica un “buen” vivir? Porque también está la pobreza estructural o multidimensional, que va más allá de lo exclusivamente monetario. Calidad de la vivienda, acceso a los servicios públicos básicos, nivel de educación, cobertura médica, subsidios, etc. Se puede discutir.
Pero, no debe ser fuente de discusión la menor pobreza en el 2023, con el nivel más bajo en la serie histórica que se inicia en 1997/98, y que disminuyó -2,9 puntos porcentuales p.p. (-157.344 personas), en la ciudad -1,6 p.p., y en el campo -5 p.p. (-104.573 personas). El comportamiento en cuanto a la pobreza extrema fue también positivo, pero menos favorable: -1,2 p.p. en el país (-65.666 personas), -0,6 p.p. en la ciudad y -2,1 p.p. en el campo (-45.027 personas). ¿Por qué el 2023 fue un año de descenso? Simple, claro y contundente: De crecer 0,2 % (2022) pasamos a crecer 4,7 % (el mayor avance desde el 2016: 4,3 %); con grandiosa y estupenda siembra y cosecha de soja (+125 % y buenos precios, con un valor de mercado de 5.140 millones de dólares), después de la sequía en la temporada anterior (-54 %); la inflación se desaceleró (promedio anual del 9,8 % al 4,6 %), de la mano de un dólar cuyo precio estuvo estable (+4,4 % en promedio), para posibilitar subas menos dolorosas en el precio de los combustibles (se fueron para las nubes en 2022: +27,5 %) e incluso con reducciones posteriores (-12,4 % al cierre de 2023); los programas sociales no se debilitaron (Tekoporã, adultos mayores) y ello permitió que cerca de 156.000 personas no cayeran en la pobreza total o 2,7 %, y que en dicho total 110.000 personas no pasaran al terreno de la pobreza extrema o 1,9 %, siendo el campo el de mejores resultados; los sectores industriales y de servicios concluyeron el año mejor parados, por menor contrabando (sigue fuerte); y un cambio de gobierno que barrió la pálida (desánimo) abdista y con sus correligionarios de la oposición devenidos en estronistas. ¿Se puede aplaudir? Sí. Pero con mesura. Un festejo calmo, con contemplativa moderación. Reflexionando: ¿Cómo asegurar la continuidad de la tendencia a menos pobres, incluso acelerar y profundizar? Y atendamos la pobreza completa. Cantidad, calidad. Y no copiemos a la Argentina como modelo económico, que está pichettoado. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQD.
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Solo el capitalismo de libre mercado reduce la pobreza
- Por Víctor Pavón
El viceministro de Economía, Javier Charotti, dijo días atrás que los factores que posibilitan disminuir la pobreza en el país están el crecimiento económico, la creación de empleos y el control de la inflación. El viceministro tiene razón.
Sin embargo, los tres factores deben ser profundizados para no tener que caer en el error de considerar que para bajar la pobreza se requiere del intervencionismo estatal. La realidad es que la intervención estatal termina por mantener a la gente en un círculo vicioso de miseria y dependencia política.
El economista Max Roser, un estudioso de la materia, dice que la pobreza a nivel mundial se encuentra en los niveles más bajos de la historia con una clara tendencia a la baja. Así, por ejemplo, en la década de 1980 el 44 % de la población mundial vivía con menos de 1,9 dólares por día y en estos últimos años se redujo al 10 %.
Más importante aún, para comprender a este antídoto contra la pobreza llamado libre mercado es necesario hurgar en la ciencia económica y la filosofía política. Hay dos maneras de asignar los siempre escasos recursos con los que el ser humano se ha debatido desde el inicio de la civilización. La primera forma es utilizando la coerción, esto es, la fuerza que se impone mediante la legislación que proviene del intervencionismo estatal.
La segunda manera y la correcta, consiste en permitir que las personas puedan colaborar entre sí mediante acuerdos voluntarios para producir y comercializar los bienes y servicios necesarios para mejorar las condiciones de vida.
Resulta más justo y eficiente para todos que cada quien se organice junto con otros para colaborar, comerciar, vender, comprar y producir y así enseñar a pescar. Esto es predicar con el ejemplo. El ser humano no está destinado a ser pobre toda la vida o predestinado a serlo por algún embrujo o designio del más allá.
Enseñar a pescar se convierte en una poderosa herramienta de conocimiento y motivación. La persona que trabaja aunque sea en la más humilde actividad es capaz de valorarse elevando su autoestima.
De este modo el individuo se vuelve productivo para sí mismo y su familia, aunque ello signifique contar con una pequeña ganancia. Una persona que acepta su realidad y no le culpa a los demás de su situación para no convertirse en un resentido, pronto se percata de que no hay mejor conducta que la del trabajo diario, el estudio y la disciplina. Nada es gratis. Es tener la actitud de saber que todo puede cambiar para bien en la medida que nosotros primero cambiamos.
Aquella actitud se encuentra relacionada con la educación. Pero, para ello la educación empieza primeramente en el hogar y luego en la escuela. La educación a la que me refiero es la de la libertad y no la simple instrucción. La educación de la libertad promueve valores de convivencia respetuosa y para el trabajo.
El capitalismo de libre mercado mediante el orden social de la cooperación y la división del trabajo logró elevar las tasas de ahorro e inversión, crear bienes y servicios a bajos precios y calidad como nunca antes en la historia. De esto no hace más de trescientos años, aunque sus primeros pasos se dieron desde la Edad Media y el Renacimiento.
Fue así que el ser humano fue escapando de las hambrunas, la miseria y las injusticias que lo azotaban desde tiempos inmemoriales.
(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Miembro del Foro de Madrid. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”; “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la libertad y la república”.
El economista Max Roser, un estudioso de la materia, dice que la pobreza a nivel mundial se encuentra en los niveles más bajos de la historia con una clara tendencia a la baja.
Resulta más justo y eficiente para todos que cada quien se organice junto con otros para colaborar, comerciar, vender, comprar y producir y así enseñar a pescar. Esto es predicar con el ejemplo. El ser humano no está destinado a ser pobre toda la vida o predestinado a serlo por algún embrujo o designio del más allá.
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“Hambre cero”: no se descarta aplicarlo este año en departamentos más vulnerables
Existe la intención de que el proyecto “Hambre cero” pueda ser aplicado en una primera fase en algunos departamentos del país en este 2024, así lo confirmó el titular del Ministerio de Desarrollo Social (MDS), Tadeo Rojas, quien manifestó que están expectantes al tratamiento que se le da a la iniciativa en el Congreso.
“Si nos da el tiempo y las condiciones están dadas, hay intenciones de empezar focalizadamente en las zonas de mayor franja de pobreza para la aplicación de esta ley en lo que va de este año. No se descarta que podamos llevar adelante esto en Caazapá, San Pedro o Caaguazú y ya iniciar con los primeros pasos”, expresó ante la 650 AM.
El secretario de Estado señaló que la intención es que el Congreso y el Ejecutivo puedan sancionar y promulgar respectivamente el proyecto con la mayor celeridad posible, de modo a que pueda ser incorporado en el plan de gastos del 2025, cuyo diseño inicia en junio.
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“Debemos priorizar a los que están en situación crítica. Los indicadores de pobreza nos muestran que ahí debemos atacar, porque esto además de la importancia nutricional y que los niños estén bien alimentados para que tengan un buen proceso de aprendizaje, también tiene un componente sumamente importante, que es la reducción de los índices de pobreza”, sostuvo.
Rojas manifestó que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) será el encargado de proveerles la información respecto al universo de beneficiarios que tendrá el programa, dado que es la institución que tiene un relacionamiento directo con padres de familias, cooperadoras escolares, docentes y supervisores. Asimismo, se definirá el mecanismo por el cual los padres darán su conformidad para la incorporación de sus hijos al plan.
“Una vez sancionado, tenemos que hacer el decreto reglamentario, cerrar todos los requisitos establecidos en cuanto a pliego de bases y condiciones. Se está trabajando muy bien con el Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (Inan) para que pueda preverse todo lo que podría ser propuestas de menú tanto para familias indígenas y no indígenas, es un trabajo gigantesco que se viene llevando adelante”, detalló el ministro.
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Luchar con éxito contra la pobreza requiere un fuerte aumento de las inversiones
El combate contra la pobreza es la principal tarea del Gobierno, según han manifestado exponentes del Ejecutivo. Debido a ello gran parte del esfuerzo estatal tratará de que aumente el ingreso monetario de la gente para que cada vez más personas puedan abandonar la situación de indigencia. Este objetivo se podrá lograr solamente con un fuerte empuje económico que movilice la producción, genere más fuentes de trabajo y mejore los ingresos de los menos favorecidos de la sociedad. Al margen de cualquier otro tipo de medida, se trata sobre todo del incremento efectivo de los puestos de empleo mediante el aumento real del número de gente que trabaja de manera estable y con el cumplimiento de todas las normas laborales establecidas. Lo que se puede dar solamente con el sustancial incremento de las inversiones económicas a nivel de las empresas del sector privado.
Recientemente se dieron a conocer las nuevas cifras sobre la situación de la población del país mediante la Encuesta Permanente de Hogares del Instituto Nacional de Estadística (INE) realizada en 2023. Lo que revelan esos datos es que disminuyó la pobreza, gracias a que mucha gente mejoró sus ingresos y pudo salir de esa área de estrechez.
Según el INE, en el 2022 había en Paraguay 1.488.236 personas pobres, cifra que disminuyó a 1.330.892 en la encuesta hecha en el 2023. Es decir, en un año dejaron la pobreza 157.344 mujeres y hombres, lo que representa una declinación de 2,8 puntos porcentuales, ya que la pobreza total que representaba el 25,5 % de la población nacional en el 2022 bajó al 22,7 %. En ese tiempo la pobreza extrema declinó 1,2 puntos porcentuales.
Aunque algunos medios de comunicación y sectores políticos quieren desmerecer las cifras del INE, pues no creen que haya disminuido la pobreza en la cantidad mencionada, lo importante es que son los datos obtenidos en las encuestas y no el resultado de presunciones teóricas.
Si declinó la cantidad de pobres, como señala el INE, es porque los esfuerzos realizados para combatir ese problema han dado su resultado, y hay que continuar en el mismo sentido. Sobre todo en aquellas regiones de la geografía nacional en que en vez de disminuir ha aumentado el número de pobres, como ha ocurrido en los departamentos de Presidente Hayes, Cordillera y Ñeembucú, de acuerdo con las cifras actuales. Caazapá es el departamento con mayor cantidad de pobres, pues el 36,8 % de su población está en la pobreza, seguido de Concepción, que tiene el 35,9 % y Guairá con el 34 %. Teniendo en cuenta los datos mencionados, no es raro que haya más pobres en tales departamentos, pues son las regiones del país donde menos inversiones se han realizado. Se considera pobres a los que tienen ingresos mensuales menores a 853.778 guaraníes en la ciudad y a 618.789 guaraníes en el área rural.
Si se quiere obtener mejores logros no se trata de que el Gobierno otorgue más ayuda a los sectores necesitados a través de pensiones y subsidios, porque con eso no se logra el progreso genuino de una persona, pues el que depende solo de regalías es lastimosamente un parásito. La pobreza se combate de manera efectiva solamente con el crecimiento de la economía, que posibilita nuevos puestos de trabajo en la producción, el comercio y los servicios que dan empleo a la gente.
Por ello la reactivación económica es fundamental e irreemplazable si se quiere una disminución genuina de la pobreza. Y para que ocurra esa recuperación, el sector privado y el Estado deben apostar fuertemente a que crezca la economía en todas las áreas inyectando más capital y facilitando la venida de más empresas que deseen invertir en el país.
Si declinó la cantidad de pobres en el último año, como dicen las encuestas del INE, se debe fundamentalmente al buen momento económico, que en el 2023 posibilitó el crecimiento del país en 4,7 %. Por lo tanto, la fórmula para que continúe disminuyendo la pobreza es muy sencilla, que siga aumentando la actividad económica. Lo que significa que hay que apostar con toda la fuerza por una mayor evolución posibilitando la realización de más inversiones, tanto del capital nacional como del extranjero.