A pesar de estar imputado por lesión de confianza, el titular de la Caja Bancaria, José Caballero se acercó al Palacio de Gobierno para solicitar junto con su abogado, Álvaro Arias, el decreto de homologación de la reelección al cargo, donde se le confirma en la presidencia.

En ese contexto, el gremio de jubilados escrachó a Caballero al salir del Palacio de López, y piden la inmediata intervención de la Caja Bancaria.

La fiscala Stella Marys Cano había imputado por lesión de confianza a José Caballero Bobadilla, Miguel Oro Domínguez, Ángel Chamorro Ortiz y Xavier Campos Cervera, quienes aparentemente estarían involucrados en unas series de irregularidades cometidas dentro del ente.

Luego de haber ganado las elecciones de octubre pasado, los directivos de la Caja Bancaria solicitaron este jueves el decreto al Poder Ejecutivo, para que los confirme en sus cargos y así continuar dirigiendo la institución durante los próximos cuatro años.

El presidente de la Caja Bancaria, José Caballero, informó que solicitaron una audiencia con el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y que lograron ser recibidos mañana por el jefe de Gabinete, Juan Ernesto Villamayor.

Según explicó Caballero, la confirmación del Ejecutivo se retrasó debido a que existe una denuncia penal en contra de los directivos por supuesta lesión de confianza. Ante esta situación el jefe de Estado solicitó un informe para interiorizarse sobre el hecho.

“Hay una suerte de denuncia en contra nuestra, que fuimos reelectos. Dada la circunstancia, el Ejecutivo pidió algunas informaciones al respecto. La denuncia fue a un proceso anterior que tuvimos y que se volvió a repetir. Justamente nos volvió a imputar la fiscal Stella Marys Cano por el mismo caso. Eso hace que se retrase un poco el tema del decreto", detalló.

En relación a las denuncias, señalaron estar abiertos a la realización de auditorías y de colaborar con la Fiscalía para aclarar la investigación.

Respecto a la gestión, aseguró que el periodo es por cuatro año. “Nosotros ya venimos trabajando desde el 2016 con resultados muy buenos en los cuatro años de gestión, con un superávit de 95 millones de dólares, además de muchos rendimientos sociales, por lo que nuestros afiliados están muy contentos. Logramos levantar la caja financieramente y también pudimos trasladar nuestra atención al interior en el país”.

Por su parte, el presidente del gremio de jubilados, Abel Florentín, abogó por la intervención de la Caja Bancaria de tal forma a salvaguardar los intereses de los trabajadores.