Desde Japolí - que nuclea movimientos sociales, ONGs y medios alternativos de comunicación- se pronunciaron ante las declaraciones de nuevo ministro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Eduardo Felippo. La plataforma ciudadana de vigilancia y acción contra la desigualdad, expresó su rechazo a través de un comunicado.

Felippo cuestionó ayer en declaraciones hechas a un medio local que se gastan Gs. 500 a 800 millones en proyectos que implican hablar con los ‘indios’, que luego quedan solamente papeles, estadísticas y no queda nada tangible. Dijo que prefiere proyectos de la salud, en vez de esos en los que el dinero se va solamente en entrevistas, estadísticas y viajes.

“Sus declaraciones son racistas y discriminatorias hacia los pueblos indígenas, tanto en la forma como el fondo: desde llamarlos “indios” como en los tiempos de la colonización, al punto de desconocer el compromiso del Estado paraguayo de garantizar sus derechos específicos, consagrado en la Constitución Nacional y en los convenios internacionales de derechos humanos ratificados por Paraguay”, reza parte del documento.

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Asimismo, desde la plataforma sostienen que las expresiones de Felippo denotan también su ignorancia con respecto a la construcción del conocimiento científico, al negar la importancia de investigaciones relacionadas con problemas sociales, necesarias para elaborar políticas públicas adecuadas a la realidad de los habitantes del país.

La población más pobre y discriminada

Alegan que en Paraguay pueblos indígenas son la población más empobrecida y discriminada, con una esperanza de vida de 37 años, mientras el promedio nacional llega a 68 años. “Indígenas son asesinados impunemente por simplemente existir –como ocurrió hace unos días en la calle– y el Estado paraguayo fue en reiteradas ocasiones condenado por instancias internacionales por incumplir los derechos humanos de estas comunidades”.

Creen que el posicionamiento de Felippo no sólo insulta a los pueblos indígenas, sino que también demuestra ignorancia y total incapacidad para ejercer su cargo, debido a que las investigaciones y los análisis de la realidad deben guiar las acciones en términos de políticas públicas y sociales de todos los entes.

“En ese sentido, crear conocimiento es un ejercicio de soberanía. Tomar decisiones sobre la realidad sin conocerla, basándose en prejuicios, es justamente lo que debe combatir el Conacyt con su labor, y cualquier persona que asuma la responsabilidad de ejercer el servicio público. Caso contrario, sus decisiones son arbitrarias, en contra de todo tipo de criterio científico”.

No se admiten discriminaciones

En otro punto, Japolí le recuerda que como funcionario del Estado, está obligado a cumplir y hacer cumplir las leyes, la Constitución Nacional, en particular el artículo 46 que consagró el derecho fundamental a la no discriminación en los siguientes términos: “Todos los habitantes de la República son iguales en dignidad y derechos. No se admiten discriminaciones. El Estado removerá los obstáculos e impedirá los factores que las mantengan o las propicien. Las protecciones que se establezcan sobre desigualdades injustas no serán consideradas como factores discriminatorios sino igualitarios”.

Finalmente, el ministro Felippo manifiesta querer gestionar el Conacyt como una empresa privada, mientras pertenece a un sector que busca censurar las investigaciones que demuestran daño por plaguicidas en el ADN de los niños/as en cultivos de soja.

“Queda en evidencia así su falta de capacidad para dirigir un ente público destinado al desarrollo de la ciencia, la tecnología, la innovación y la calidad, no al lucro ni a la distribución de beneficios entre amigos o socios, debido a la colisión entre intereses privados y personales y la defensa del interés común”.

Expuesto esto, desde dicha organización solicitan al Presidente de la República, Mario Abdo Benítez, escuchar a la comunidad científica del Paraguay y, en consecuencia, rever la designación de una persona no calificada para el cargo al frente del Conacyt, para un ejercicio responsable de esta función del Estado.

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