Por Yesica Vera

Don Carlos Zorrilla es oriundo de la ciudad de Areguá desde donde se traslada hace 30 años a Caacupé para ofrecer y vender piri a los promeseros que se preparan para dormir en las calles de la ciudad luego de una intensa caminata. El hombre llegó el pasado 3 de diciembre y se queda hasta este domingo, día de la virgen de Caacupé. Se ofrece desde Gs. 15.000.

Con su familia prepara y vende los piri que los peregrinantes utilizan para descansar sobre todo durante la víspera. Se trata de un artículo muy pedido por los peregrinos para poder dormir durante la noche de la víspera de la festividad en honor a la Virgen de Caacupé.

Don Zorrilla cuenta que ayuda al descanso de los fieles que se ubican en las veredas en alrededores de la Basílica, en donde se acuestan a reposar el cuerpo. “En este momento vendemos mucho por ser la víspera”, expresó Don Carlos, en contacto con La Nación.

El hombre que fabrica y vende el piri se trasladó junto a 5 familiares para comercializar el producto en la Villa Serrana. Afirmó que la venta es intensa durante este sábado. La familia se instala hasta mañana, lapso de tiempo en que venden decenas del piri a los fieles.

Según la Municipalidad de Caacupé, este año aguardan la llegada de al menos 4 millones de peregrinantes. Lo que generaría un ingreso de unos 700 millones de guaraníes.

Foto: Nadia Monges


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