Familiares y vecinos de Patricio Santos Lugo, un hombre de 80 años, fallecido durante el operativo de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) denuncian que policías se equivocaron de objetivo y asesinaron a una persona que no estaba involucrado con ningún grupo criminal. El procedimiento fue realizado en la estancia Sereno, en la colonia María Auxiliadora de Pedro Juan Caballero, en Amambay, esta mañana.
El informe policial señala que los agentes ejecutaron un allanamiento en una vivienda ubicada en el predio siendo supuestamente recibidos con disparos de arma de fuego por el dueño de la estancia, por lo que se inició una balacera en la que cayó abatido Santos Lugo. Los familiares dicen que el hombre de 80 años no realizó ningún disparo.
“No puedo entender, no me cabe en la cabeza, que oficiales preparados no pueden reducir a un señor de 80 años que estaba solo. Según los peones que estaban acá, el supuesto delincuente ya fue reducido antes", afirmó Marcos Santos Lugo, hijo del hombre fallecido, en contacto con Universo AM.
El operativo por el secuestro y asesinato del ganadero brasileño, Dilson Bello Dos Santos, dejó dos fallecidos, entre ellos el policía Basilio Ramón Brizuela, así como la detención del principal sospechoso Carlos Galeano Barrios, quien se encontraba en la habitación contigua donde estaba Santos Lugo, según el informe policial.
Los familiares afirman que el tiroteo que costó la vida a dos personas fue debido al fuego cruzado entre policías. Piden que se realice la prueba de nitrito y nitrato para saber si Santos Lugo disparó durante el operativo. Aseguran que su esposa falleció en un asalto que sufrió Santos Lugo en el pasado.
“Un oficial con chaleco, con armas de guerra, con un equipo, que no puedan reducir a un hombre que estaba defendiendo su casa. Si él reaccionó es porque ya sufrió por lo menos 6 o 7 asaltos. Lo raro es que acá no hay vainillas servidas. Hay que investigar sino continuamos con errores y horrores”, señaló.
El secuestro del ganadero brasileño ocurrió en el mes de julio de este año, junto con su esposa Librada Romero. Este hecho se registró en una zona conocida como Cadete Boquerón, distante a unos 80 kilómetros de la ciudad de Capitán Bado, departamento de Amambay.