Según el Indice de Preparación para el Abordaje del Cáncer (ICP) en América Latina, estiman que para el 2030 en Paraguay, los diagnósticos de cáncer aumentarán casi 38% y que crecerá un 42% los fallecimientos por esta causa.

La doctora Irene Mia, directora en la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU) presentó los datos que corresponden al país en el evento denominado “Soluciones sostenibles para el abordaje integral de la atención del cáncer”, organizado por City Cancer Challenge (C/Can).

El ICP en América Latina, que incluye a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Perú y Uruguay, sostiene que el país se ubica en el penúltimo lugar con un puntaje de 50,1 de 100, con relación a 12 países.

Expresó que las principales áreas de mejora se encuentran en servicios de salud, en la cual es importante establecer guías clínicas para la atención del cáncer y tener un sistema de salud centrado en el paciente; Sistemas de Salud y Gobernanza. “Un área donde es fundamental fortalecer la infraestructura y la voluntad política, y en ‘Políticas y planificación’ se marca la necesidad de establecer registros de cáncer de base poblacional”.

Expuso que otra área muy importante es la de registros del cáncer, que resultó ser el mejor indicador de políticas y planificación adecuada para el control de la enfermedad. “En los países con mejores registros, se observaron mejores resultados; garantizar fondos para su puesta en marcha y funcionamiento es el primer paso para la formulación de políticas públicas acordes a la realidad epidemiológica del país”, apuntó.

Según el informe aunque los Planes Nacionales de Control del Cáncer (PNCC) están evolucionando, es preciso sostenerlos con recursos financieros que aseguren su implementación. “Por otra parte, se mostró que existen enormes disparidades con marcados contrastes entre las zonas rurales y urbanas, así como según los subsistemas de atención sanitaria (público, privado, etc.)”.

Ratifica que los programas de prevención, desde medidas contra el tabaquismo y planes de vacunación hasta promoción de hábitos saludables, requieren financiamiento sostenido y monitoreo de resultados.

“Si bien está creciendo la inversión en salud, no es suficiente; por lo tanto, es preciso priorizar a las poblaciones más vulnerables y utilizar la innovación tecnológica para sortear obstáculos como los que plantean las grandes distancias geográficas, la falta de especialistas en zonas no urbanas y diferencias culturales”, puntualizó la doctora siempre según el documento.