La coordinadora del programa Tekoporã en el departamento de San Pedro, Marta Cortesi, no cumple con las disposiciones y realiza las evaluaciones en su domicilio particular, siendo que debe hacer en la oficina. La mujer es una conocida operadora política de Colorado Añetete.

De acuerdo a la denuncia, la coordinadora decidió de forma unilateral realizar las evaluaciones de desempeño en su domicilio particular, cuando debe ser en la oficina del programa. La señora es de la ciudad de Guayaibí, departamento de San Pedro.

Oficina departamental de Tekoporã. Foto: Gentileza

Los demás funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social se sorprendieron con la decisión tomada por Cortesi ya que la convocatoria, en principio, era para el salón departamental de San Pedro, pero finalmente y sin dar explicaciones, las tareas se realizaron en su domicilio particular.

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Cortesi ni siquiera comunicó a sus superiores la decisión de hacer las evaluaciones en su casa, donde tiene una despensa y obliga a los demás trabajadores a comprar desayuno, media mañana, almuerzo y merienda, en espera de sus evaluaciones.

No había energía eléctrica”

Consultada sobre la denuncia, Cortesi alegó que no había energía eléctrica en la zona y ante esta situación decidió convocar a los funcionarios y líderes de familia y se realizaron las evaluaciones en su domicilio para no postergar las labores. Pero según la denuncia, ya se dieron en reiteradas ocasiones.

“Nosotros tenemos un plan de trabajo, no teníamos energía y es un trabajo de horas. Se les llamó a los líderes de familia, se hizo la evaluación desde la casa. Se trata de una cuestión de comodidad para no llamar otro día a los funcionarios. Tiene su proceso, no se hace rápidamente, o sino hubiéramos suspendido y le convocamos otro día”, explicó Cortesi en comunicación con La Nación.

Tekoporã es un programa social implementado por la Secretaría de Acción Social, ahora Ministerio de Desarrollo Social, orientado a la protección y promoción de las familias en situación de pobreza y vulnerabilidad.

Contempla dos componentes, el primero es el acompañamiento socio familiar y comunitario y el segundo, como incentivo, una transferencia económica para facilitar el ejercicio de sus derechos, principalmente a la salud, educación y alimentación.

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