En Paraguay el 11,4% de las niñas y niños menores de 5 años padece de desnutrición crónica, según datos del Sistema de Vigilancia Alimentaria y Nutricional (Sisvan). Por otro lado 3 de cada 10 escolares sufren de exceso de peso.

Resalta que la prevalencia de lactancia materna exclusiva es solo del 31,3%. “A pesar de todos los avances tecnológicos, culturales y sociales de las últimas décadas, hemos perdido de vista este hecho fundamental: si los niños comen mal, viven mal”, dijo Henrietta Fore, Directora Ejecutiva de UNICEF.

Indicó que a nivel mundial la pobreza, la urbanización, el cambio climático y las malas decisiones alimentarias dan como resultado dietas perjudiciales para la salud. “Millones de niños subsisten con una dieta poco saludable porque simplemente no tienen otra opción mejor. La manera en que entendemos y respondemos a la malnutrición debe cambiar: no se trata sólo de conseguir que los niños coman lo suficiente; se trata sobre todo de conseguir que coman los alimentos adecuados. Ese es el desafío de todos nosotros hoy en día”, puntualizó.

Informe de la Unicef

La UNICEF en un nuevo informe sobre los niños, los alimentos y la nutrición, aclara que al menos 1 de cada 3 niños menores de 5 años (más de 200 millones) está desnutrido o sufre sobrepeso. “Casi 2 de cada 3 niños entre los seis meses y los dos años de edad no reciben alimentos que potencien un crecimiento rápido de sus cuerpos y sus cerebros. Esta situación puede perjudicar su desarrollo cerebral, interferir con su aprendizaje, debilitar su sistema inmunológico y aumentar el riesgo de infección y, en muchos casos, de muerte”,

Este informe cuenta con la evaluación más completa hasta la fecha de la malnutrición infantil en todas sus formas en el siglo XXI. Señala que en todo el mundo:

-149 millones de niños padecen de retraso en el crecimiento, o son demasiado pequeños para su edad.

-50 millones de niños sufren de emaciación, o son demasiado delgados para su estatura,

-340 millones de niños (1 de cada 2) sufren carencias de vitaminas y nutrientes esenciales, como la vitamina A y el hierro.

-40 millones de niños tienen sobrepeso o son obesos.

Desde el nacimiento

“Las malas prácticas alimentarias comienzan desde los primeros días de la vida de un niño. Un ejemplo es que, a pesar de que la lactancia materna puede salvar vidas, sólo el 42% de los niños menores de seis meses son alimentados exclusivamente con leche materna y un número cada vez mayor de niños reciben sucedáneos de la leche materna”, ratifica.

Afirman que las ventas de estos sustitutivos de la leche materna han aumentaron en un 72% entre 2008 y 2013 en países de ingresos medianos altos como el Brasil, China y Turquía. “Con una gran comercialización inapropiada y a la precariedad de las políticas y los programas de protección, promoción y apoyo a la lactancia materna”.

Agrega que en todo el mundo, cerca del 45% de los niños de entre seis meses y dos años de edad no reciben ninguna fruta o verdura. Cerca del 60% no come huevos, productos lácteos, pescado o carne.

Un número cada vez mayor de niños reciben sucedáneos de la leche materna. Foto: Archivo.

“El 42% de los adolescentes que asisten a la escuela en los países de bajos y medianos ingresos consumen bebidas gaseosas azucaradas por lo menos una vez al día y el 46% ingieren comida rápida por lo menos una vez a la semana. Esas tasas ascienden al 62% y al 49%, respectivamente, en el caso de los adolescentes de los países de altos ingresos”, dicta parte del informe.

Cómo revertir esta situación

Para abordar esta creciente crisis de la malnutrición en todas sus formas, Unicef hace un llamamiento urgente para que ayuden a los niños a crecer sanos mediante las siguientes medidas:

-Empoderar a las familias, los niños y los jóvenes para que exijan alimentos nutritivos, incluso mejorando la educación nutricional y utilizando legislación de eficacia probada (como los impuestos sobre el azúcar) para reducir la demanda de alimentos poco saludables.

-Alentar a los proveedores de alimentos a que actúen en interés de los niños, incentivando la distribución de alimentos saludables, convenientes y asequibles.

-Establecer entornos de alimentación saludable para niños y adolescentes mediante la utilización de enfoques de eficacia demostrada, como el etiquetado preciso y fácil de comprender y unos controles más estrictos de la comercialización de alimentos poco saludables.

-Movilizar los sistemas de apoyo –salud, agua y saneamiento, educación y protección social– para mejorar los resultados en materia de nutrición para todos los niños.

-Recopilar, analizar y utilizar periódicamente datos y pruebas de buena calidad para orientar la acción y hacer un seguimiento de los progresos.

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