Esta mañana de jueves se registró el hecho de sicariato número 98 en la ciudad fronteriza de Pedro Juan Caballero. El dominio de las armas y la criminalidad se tomaron otra vida más. Autoridades y pobladores ya no lamentan lo que ocurre y normalizan el flagelo, limitándose a afirmar que “así les va a quienes andan mal”.

Adolfo Benítez Quintana, alias “Temerario”, conocido por sus vecinos por robar motocicletas, fue asesinado a quemarropa por supuestos miembros de su banda criminal, quienes -tras no llegar a un acuerdo sobre la repartición de ganancias- decidieron terminar con la vida del sujeto. El suceso ocurrió a las 10:40 en la Fracción Santa Teresa del barrio Obrero de la capital del Amambay.

Ayer miércoles, con una hora de diferencia al hecho de este jueves, a las 09:40, un brasileño fue ultimado en plena vía pública de Pedro Juan, en manos de sujetos armados que estaban a bordo de un vehículo

Y así continúa la lista, que parece ser interminable, y eso que falta mucho para la conclusión del año y la cifra de personas fallecidas en manos de asesinos a sueldo está por llegar al alarmante número 100.

Estos índices de criminalidad con total libertad para actuar, disparados por los cielos, lejos de sorprender, ya ni inmutan a las personas que viven, estudian, crecen o trabajan en la capital departamental, tal así como a las autoridades municipales, quienes reconocen que la ciudad está dominada por el narcotráfico y que piensan que la mejor alternativa para seguir con sus vidas es quedándose al margen de la situación.

En comunicación con la radioemisora asuncena 1020 AM, el intendente municipal de PJC, el liberal José Carlos Acevedo, dijo que es muy difícil poner fin a estos hechos, por tratarse de sucesos previamente planeados y que se producen por “algún problema que cuenta la víctima”. “Puede ser por un problema narco o sentimental. Pero una vez así ya no hay Policía que te proteja”, confesó.

El jefe municipal afirmó que los organismos de seguridad poco y nada pueden hacer contra el feroz aparato criminal que extiende sus dominios en la frontera seca. No obstante, dijo que por tratarse de una ciudad fronteriza se debería reforzar la seguridad y que la Policía podría hacer controles de armamento pesado. “Es difícil solucionar. En Asunción también existen estos hechos pero en Pedro Juan es peor”, señaló.

En otra parte de la entrevista radial, Acevedo justificó los hechos de asesinatos señalando que de las 98 víctimas, la mayoría “no murió de balde”. “Cada uno murió por algo. El de ayer no fue ningún monaguillo tampoco”, confirió.

Añadió que si en Pedro Juan Caballero estás metido en algo, algún día te van a cobrar. Por último, solicitó no más hablar sobre cuestiones más profundas, por temor. “No queremos hablar mucho sobre cuestiones. Porque mejor así nomás. Vamos a tener problemas de seguridad. El narcotráfico... por miedo. Mejor tranquilito. Así nomás”, concluyó la entrevista notablemente afectado.