El Chaco sigue en alerta, aunque el viento sur trajo algo de calma, las llamas no dan tregua. Diego Guanes, bombero del Chaco narró cómo es llevar puestas las botas de servicio en medio de los incendios.

En contacto con GEN, el voluntario solicitó donaciones para los grupos de Loma Plata, Filadelfia y Neuland que se unieron para hacer frente al fuego en el Alto Paraguay.

Confirmó que son necesarios equipamientos porque los mismos se destruyen rápidamente. “Até con alambre mis botas para que no se despeguen con el calor”, comentó. Se enfrentan a situaciones muy riesgosas, por lo que están muy vulnerables y expuestos.

Pese al peligro, muchos son los voluntarios que se siguen sumando al trabajo. Este sería el caso de Adolfino Fargol González. El joven de la comunidad nivaclé Cayin o Clim quien entró a las filas de los Bomberos Voluntarios de Neuland para combatir contra los incendios en la frontera con Bolivia, en la zona de Chovoreca.

“Atún, vaka'í, picadillo son cosas más de batalla del bombero, también son necesarias bebidas isotónicas para recuperar las sales minerales que son las que más se pierden, agua se consigue en las estancias”, enumeró.

Para continuar con los rescates de tortugas, roedores y monos -que se realizan conjuntamente con voluntarios paraguayos y especialistas de República Checa- son también necesarias jaulas. En las mismas transportan a los animales para que reciban atención veterinaria y lleguen hasta el refugio Urutau Silvestre.

Las personas que deseen colaborar deben ponerse en contacto al 0984817999.

Las labores para extinguir los focos se realizan actualmente en las estancias Tierra Buena y Uruguay. En los últimos días, los incendios han disminuido con el viento sur, luego que durante el fin de semana haya crecido de manera bastante crítica, según informa Guanes.

“Se había extendido a zonas de la estancia Uruguay a la que no había llegado, esto con el viento norte que ingresó durante el sábado”, recordó.

Desde hace un mes se está trabajando en la zona y es el viento es el que incide en la propagación de las llamas. “Las partículas de brasas o ramas vuelan hasta 300 metros y se escapan de nuestras manos y se multiplica de manera muy rápida”, explicó.