El empresario coreano de Ciudad del Este, Seon Kyun Kim (Alfredo Kim), quien el pasado domingo 18 de agosto estuvo involucrado en una riña con otro empresario, de nombre Yoon Chul Choi (Martin Choi), frente a una iglesia evangélica de esa ciudad, ofreció esta mañana una conferencia de prensa para explicar lo ocurrido en dicha oportunidad.

En la ocasión, también brindó declaraciones el abogado de la familia Kim, el Dr. José Ignacio González Macchi, quien indicó que realizaron la conferencia para que el hecho no se malinterprete y que la ciudadanía no se alimente del morbo.

“Entre ellos no hay enemistad de índole comercial, no se trata de mafias coreanas y tampoco hay cuestiones sentimentales de hombres con mujeres. Es más, son familias que se conocen entre ellas, pero como 'todo pueblo chico, infierno grande'. Hay un poco de celos, algo como 'yo tengo más que vos, yo soy de esta ciudad y vos de la otra'”, refirió el profesional en leyes.

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A su criterio, el hecho representó una tentativa de homicidio en contra de su cliente, provocado por una situación que no justifica el buscar un arma para ir a matar. “No ocurrió eso porque le salieron muchas personas. Si él (Martín Choi) no quitaba el arma no iba ocurrir tal desenlace (golpiza)”, señaló.

Agregó que los miembros de la familia Kim solo intentaron quitar el arma a Choi y que eso está avalado por el Código Procesal Penal. “Cualquier persona puede desarmar a otra, pero debe ser bastante loca como para intervenir ante una persona armada. Lo categórico aquí fue la intervención del guardia de seguridad. Le agarró por atrás (a Choi) y los demás intentaron quitarle el arma. Recibió golpes, pero no fueron intencionales y lo justificante fue quitar el arma para evitar la masacre”, expuso.

Agregó que ahora la Fiscalía debe investigar si el arma tenía o no documentos pero sostuvo que la existencia de permisos legales para la tenencia no le da derechos a Choi de portar el arma. “Por más que tenga tenencia y portación, no le da derecho de amenazar con armas”, aseveró.

Por último, indicó que como abogados de Kim recién ingresaron al caso y adelantó que retirarán las recusaciones a los fiscales que presentaron los anteriores defensores legales. “Nosotros vamos a buscar que esto fluya en el Ministerio Público”, dijo.

Versión de Alfredo Kim

Por su parte, el empresario coreano Alfredo Kim recordó que el pasado domingo 18 de agosto se encontraba en la planta baja de la iglesia, donde se ubica el comedor, tras la conclusión del culto religioso, y que solo permanecían en la parte superior una señora y su hija, además de su esposa con su hija.

El comerciante señaló que en un momento se le acercó Choi y que por cuestiones de un malentendido le propinó un golpe en la boca, que lo hace caer en la escalera y quebrarse un hueso.

Añadió que cuando se levantó, Choi salió del edificio y que él lo persiguió. “Se dirigió a su vehículo y extrajo un arma. Cargó una bala y me apuntó. Intentó matarme”, aseguró Kim.

Alfredo Kim mencionó que estaba seguro que su vida terminaría cuando vio que Choi puso una bala en el arma de fuego. “En ese momento salió mi hermano de la iglesia y también Choi le apuntó”, afirmó.

El empresario señaló que en ese ínterin pidió el celular a su hermano y empezó a grabar en cámara la situación, lo que obligó a Choi a guardar su arma en su cintura. El guardia de seguridad de la iglesia aprovechó que estaba ubicado detrás de Choi y procedió a sostenerlo para intentar quitarle el arma.

“Nosotros ahí entramos y procuramos tomar el arma. Choi cayó al asfalto y le pegamos un poco. Teníamos que sacarle la resistencia para quitarle el arma, ya que mi vida seguía en peligro. Finalmente logramos sacarle el cinturón y bajarle un poco el pantalón. Ahí se cayó el arma de su cintura. El guardia tomó la pistola y le salió un tiro. No se por qué tiró. El dijo que quiso probar si estaba o no cargado el arma”, concluyó.

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