Los presidentes de Paraguay y Bolivia están en contacto para coordinar acciones tendientes a neutralizar esta catástrofe ambiental.

La información fue confirmada por el ministro de Emergencia Nacional, Joaquín Roa, quien destacó que el jefe de Estado dialoga de manera permanente con su homólogo de Bolivia, Evo Morales, a fin de coordinar acciones con los ministros destacados en la frontera con Paraguay.

“El Presidente de la República ya está en contacto con el Presidente Morales, a efectos de coordinar acciones si fuera necesario con los ministros que están destacados en este momento en la frontera con Paraguay”, destacó Roa.

Por otra parte, el secretario de Estado indicó que el Gobierno dispuso directivas tendiente a que los estamentos estatales trabajen de manera conjunta. En este sentido, la SEN estará en coordinación con el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADES), la adopción de los mecanismos necesarios para la protección del Pantanal Paraguayo. Instó además al Secretario de Gobierno a ponerse a disposición de Bolivia, en caso de que requieran de algún tipo de apoyo para el combate del fuego que afecta a esa zona fronteriza. Una de las recomendaciones principales guarda relación con el control y sanción de la quema de pasturas.

Tras la audiencia con el mandatario en Palacio de Gobierno, el ministro Joaquín Roa informó que presentó al jefe de Estado, un pormenorizado reporte de la situación del pantanal paraguayo.

Destacó igualmente que el titular del Ejecutivo le instruyó recurrir a los medios de comunicación, a fin de exhortar a la población a redoblar cuidado, incluso para evitar la quema de pasturas y basuras domiciliarias, para evitar que se generen daños ambientales que lamentar.

Resaltó que el jefe de Estado le pidió que las instituciones estén alertas con los recursos necesarios, para auxiliar a los productores de territorio paraguayo, a la fauna, flora y combatir los focos de incendio que puedan generarse en los próximos días.

Según los reportes, los incendios forestales en el norte del país, cerca de la frontera con Bolivia, ya arrasaron con más de 21 mil hectáreas. En tanto, en el lado boliviano, la catástrofe es aún mayor ya que se calcula que se consumieron unas 400 mil hectáreas de bosques.