Un Tribunal de Sentencia condenó a Anne Gibbons y Fabiola Bareiro de Gómez a 11 de cárcel por la estafa a una empresa denominada Viradolce, presidida por Maris Llorens. Ambas fueron declaradas culpables de estafa agravada, producción de documentos no auténticos y lavado de dinero.
Los fiscales Giovanni Grisetti y Pamela Pérez, pidieron 14 años de prisión para las dos mujeres. Las cifras que de estafa fueron totalizadas entre Gs. 39.267.055.998 y 405.894 dólares americanos.
“Agradezco al Tribunal de sentencia. Finalmente tarde o temprano la justicia llega. Ellos usaron el dinero para su capricho personal. Así es más práctico ganar plata que trabajar", expresó Marys Llorens, en contacto con la 800 AM.
La empresaria lamentó que hasta el momento no logró recuperar el dinero del que fue víctima de estafa. "No recuperé el dinero que me estafaron, eso es parte penal del hecho. “Ella tiene que pagar la diferencia descontando lo que sus hijos ya pagaron”, manifestó Llorens.
Según los antecedentes de la causa, las acusadas incurrieron en un perjuicio patrimonial a Viradolce S.A., entre los años 2013 y 2015. La Fiscalía consiguió demostrar la creación de empresas de fachada, además de la estafa.
De acuerdo al acta de imputación que Gibbons de Giménez, era la contadora externa de la firma Viradolce, por ende, no tenía relación de dependencia con la empresa, ni obligación de asistir a la firma ni cumplir horarios, pero tenía que estar allí si era necesario para cumplir sus tareas.
En tanto que Fabiola Bareiro de Gómez, hermana de Annie Victoria Gibbons de Giménez, y era asistente de la misma, es decir, trabajaba bajo sus órdenes pero sin vínculo con la empresa.
Posterior a los depósitos de los cheques de Viradolce S.A. en las cuentas personales de Gibbons de Giménez y de Bareiro de Gómez, abiertas en el banco ITAU S.A., se realizaba un intercambio de cheques entre las mismas como una especie de repartición de los fondos.
Igualmente se comprobaron adquisiciones de bienes y servicios por parte de las acusadas, Gibbons de Giménez y sus tres hijos; Fabiola Bareiro de Gómez y su esposo Armando Gómez Arévalo, intendentes de la ciudad de Lambaré y de Carmen López Sosa y su esposo Arnaldo David Paredes.
Estas adquisiciones formaron parte del plan de ocultar el origen ilícito de los fondos, a los efectos de asegurarles a todos los involucrados el disfrute de los cheques obtenidos ilícitamente de la víctima, Maris Llorens, estas adquisiciones estaban absolutamente fuera de las posibilidades económicas reales de los acusados y sólo se explican con el uso de los fondos desviados de las cuentas de Viradolce.