Realizan actividades por el aniversario de su fallecimiento y a las 18:30 será la misa central.

Con actividades desde las 14:45 recuerdan el 60 aniversario del fallecimiento de la beata María Felicia de Jesús Sacramentado en el Convento de Las Carmelitas (Ntra. Señora del Carmen 1141 c/ San Rafael).

Confesiones, rezo de la coronilla de la Divina Misericordia de Jesús, cánticos, rezos, avisos y proyección de audiovisuales, son algunas de las actividades previstas para la fecha, antes de la misa central.

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Para las 17:30 está previsto el rezo del santo rosario y para las 18:30 está marcada la misa central que será oficiada por el arzobispo metropolitano, monseñor Edmundo Valenzuela.

Realizan confesiones en la previa de la misa central. Foto: Cristóbal Núñez.

Recordando a Chiquitunga

María Felicia Guggiari Echeverría, conocida como María Felicia de Jesús Sacramentado o Chiquitunga, nació en Villarrica el 12 de enero de 1925. A los 16 años se unió a la Acción Católica y trabajó en catequesis. Tomó el hábito de carmelita descalza el 2 de febrero de 1955 y urió a los 34 años, el 28 de abril de 1959, a causa de una hepatitis.

Su proceso de beatificación se inició en 1997, con el arzobispo Felipe Santiago Benítez, y fue declarada “venerable” en el 2010 por el Papa Benedicto XVI. Según los antecedentes, el 1 de junio, una junta médica del Vaticano reconoció que “no hay explicación científica para un curación atribuida a su intercesión”. Se trata del caso de Ángel Ramón, del departamento de San Pedro, quien estuvo muerto durante 20 minutos al nacer, lejos de algún respirador artificial y, luego de que la enfermera le encomendara a la venerable recuperó sus signos vitales.

Retablo Chiquitunga. Foto: Fernando Riveros.

La Comisión Teológica del Vaticano había aprobado la beatificación de María Felicia De Jesús Sacramentado, más conocida como Chiquitunga y fue beatificada el 23 de junio del 2018.

Hoy se cumplen 60 años de aquel 28 de abril de 1959, día en que Chiquitunga había pedido que le leyeran la poesía de Santa Teresa de Jesús, “Muero, pero no muero”. Y tras pronunciar sus últimas palabras “¡Jesús, te amo! ¡Que dulce encuentro! ¡Virgen María!”, falleció.

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