Darío Mandelburger, director de Biodiversidad del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), advirtió a la ciudadanía que los peces muertos que aparecen en aguas del Río Paraguay, no son aptos para el comercio ni mucho menos para el consumo.
En contacto con la 970 AM, el funcionario aseguró que el efecto de mortandad de peces tiene como foco en la zona Norte del Río Paraguay, hacia Concepción, y que por la corriente del cauce hídrico, los cuerpos inertes son arrastrados hasta el área de Central y Ñeembucú.
“El conjunto de peces sin vida es arrastrado desde otros sitios. Los ejemplares encontrados en la zona de Villeta no es que murieron ahí, sino que fueron arrastrados por el efecto de la riada”, sugirió.
En cuanto a la causa de la mortandad, el experto en materia ambiental señaló que se debe a un proceso netamente natural y no a una situación de contaminación de las aguas.
Mandelburguer detalló que con las crecidas del río, se registra un alto movimiento de la materia orgánica que se encuentra en el fondo, lo que conlleva a la falta de oxígeno en el agua y, por ende, el efecto de la mortandad de animales.
“Es una especie de efecto cíclico. Hace año y medio, y hace tres años, fueron las últimas veces que tuvimos esta misma situación. Y tiene relación directa con las crecidas y el impacto en zonas potenciales”, señaló.
Reconoció además hay lugares de concentración de desarrollo industrial, donde hay descargas de efluentes y de fábricas en el río, que también podrían registrar el efecto de la mortandad. “Pero en este caso puntual, se debe a un proceso natural”, acotó.
Por último, advirtió a la ciudadanía que los peces muertos son altamente peligrosos para la salud, por lo que no están aptos ni para la venta o el consumo, ya que durante el proceso de arrastre el propio medio ambiente se encarga de descomponerlos.