La conexión domiciliaria a red pública de agua potable alcanza actualmente al 78% de los hogares, con un 83% de la población servida a través de redes que recibe agua con desinfección.

Sin embargo, existen aún en Paraguay desigualdades subregionales, por ámbito geográfico, nivel de ingresos y origen étnico, que obligan a seguir impulsando esfuerzos para superar esos desafíos, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

El pasado 22 de marzo se conmemoró el Día Mundial del Agua, y el gran reto para el país está en aumentar los niveles de cobertura de alcantarillado sanitario y la depuración de sus aguas residuales, de acuerdo con la oficina local del organismo.

Existen parámetros de calidad del agua -como presión y continuidad- de los que no se tienen información confiable, y también se presenta como un reto a resolver. Se evidencian además algunas brechas entre sectores urbanos y rurales, particularmente en cuanto a provisión de agua potable por red (87,5% urbano versus 71% rural). Teniendo en cuenta el origen étnico, solo el 15% de las viviendas indígenas cuentan con acceso a agua segura.

Actualmente, el BID apoya al país en el financiamiento de proyectos por US$ 80 millones, para la ampliación de la cobertura de la provisión del servicio de agua potable, en áreas urbanas, periurbanas, rurales e indígenas.

Se tienen en cuenta para ello los elementos determinados por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de acceso a servicios de calidad y saneamiento integral. Asimismo, brinda asistencia técnica no reembolsable en lo que respecta a la protección de los recursos hídricos, la implementación de intervenciones para reducir la vulnerabilidad ante cambio climático, el uso racional y sostenible del agua, además del apoyo a la estructuración de proyectos para la expansión y el mejoramiento de los sistemas existentes.

Son cuatro los proyectos que el Banco está ejecutando para la mejora de los servicios, con objetivos que buscan:

• incrementar la cobertura de agua potable y saneamiento y mejorar la calidad de los servicios de agua potable en el área rural, comunidades indígenas y en pequeñas ciudades; así como,
• contribuir a reducir la contaminación de la Bahía de Asunción y del Arroyo San Lorenzo, y mejorar las condiciones sanitarias y ambientales de la población que vive en las cuencas de los arroyos urbanos que desembocan en la Bahía de Asunción;
• contribuir al mejoramiento de las condiciones de acceso a agua potable y sanitaria de las poblaciones indígenas y pobres del Chaco Central y del saneamiento de ciudades intermedias de la Región Oriental del Paraguay; y,
• contribuir a incrementar el acceso a servicios de agua potable y saneamiento en las comunidades rurales e indígenas del país, con el fin de que las familias que no cuenten con dichos servicios puedan llegar a tenerlo a corto plazo, mejorando así su calidad de vida.

El Banco Interamericano de Desarrollo es una de las principales fuentes de financiamiento a largo plazo para proyectos económicos, sociales e institucionales en América Latina y el Caribe.

Además de préstamos, donaciones y garantías de crédito, el BID realiza proyectos de investigación de vanguardia para brindar soluciones innovadoras y sostenibles a los problemas más urgentes de nuestra región. Creado en 1959 para ayudar a acelerar el progreso en sus países miembros en vías de desarrollo, el BID trabaja día a día para mejorar vidas.