La primera vez que salió de Paraguay fue mediante una oportunidad de ir a trabajar a España, buscando un futuro mejor. De eso pasaron 3 años y hasta ahora no volvió a Paraguay a visitar a su familia.
Por Yesica Vera Zarza yesica.vera@gruponacion.com.py
Cada 8 de marzo recordamos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La historia de Petrona, una paraguaya como otras tantas que decidió ir a probar suerte a España, dejando a toda su familia en Paraguay, es la de muchas mujeres que, lejos de sus afectos, luchan por un futuro mejor para ella y los suyos.
En abril se van a cumplir 3 años de que Petrona Medina Cabañas viajó a España y fue la primera vez que salía del país. Era todo nuevo para ella pero a pesar de tener sus inquietudes, se animó a dejar todo para viajar y buscar nuevos caminos.
Petrona tiene 54 años y durante 15 años trabajó como vendedora frente al Colegio Experimental Paraguay Brasil (CEPB). Más conocida como “Ña Petro”, siempre saludaba con una sonrisa a los alumnos a quienes en su mayoría conocía por sus nombres. Vendía casi todo lo que buscaban los alumnos, entre golosinas, jugos y unos deliciosos sándwiches de milanesa que era uno de los productos más solicitados a la hora del recreo. Pero cada vez se dificultaba más el trabajo en el lugar por lo que se vio en la necesidad de ver otras opciones de trabajo.
“Yo le quería muchísimo al colegio pero como habían muchos problemas porque yo estaba en la calle, entonces pensé bien y me marché. Pero siempre les tengo en mi corazón a todos los del CEPB, alumnos, profesores, directores, todos lo que trabajan ahí. Mi hermano sigue trabajando ahí, Don Medina y me suele decir que me vaya otra vez para trabajar ahí” contó a La Nación, desde España.
Ella vivía en San Lorenzo y todos los días debía despertarse a las 4 de la mañana para ir al colegio a trabajar. “Yo tenía que juntar todas mis cosas de la casa ajena para armar enfrente del colegio, era quita y pone. Me despertaba muy temprano y llegaba tarde a mi casa. Salía cerca de las 20:00 del colegio y llegaba a mi casa a las 21:30, luego dormía 23:30 para despertarme nuevamente a las 04:00, eso también me cansó muchísimo y casi me enfermé”, sostuvo.
España: una oportunidad
Ña Petro contó que nunca salió de Paraguay y que España fue su primer viaje. “Nunca salí del lugar donde estaba y como surgió la oportunidad, viajé. Yo siempre tuve en mi cabeza venir a España pero como mi hija, mi única hija estaba en el colegio, no le quería dejar. Además yo le decía que quería viajar y ella me decía que no, entonces le dije que cuando ella se forme y tenga marido ya me podía marchar. Ella se recibió de Licenciada en Enfermería”, mencionó contenta.
Fue una amiga que estaba trabajando en España hace más de 10 años quien le animó a que viaje. Le preguntó si ella no quería ir a trabajar allá ya que le veía que era muy guapa y trabajadora, le comentó que en España se les quiere a las paraguayas que son así. A Petrona le entusiasmó la idea, ya que siempre quiso ir pero nunca pudo por su hija a quien crió y de quien no se quiso separar por ser hija única, pero siempre estuvo latente la idea.
La amiga de Petrona le dijo que le enviaría el pasaje ya que ella no contaba con el dinero. Fue así que le envió pasaje, maletas y algo de ropa para que pueda viajar. Petrona comentó que fue la primera vez que viajó y no sabía nada.
“Vine en 2 aeropuertos a bajarme y yo no sabía nada de nada. Formé una cola impresionante y era una fila que no me correspondía, después pregunté y me indicaron dónde tenía que ir. Viajé nuevamente en autobús y después otro avión para llegar hasta Asturias, Gijón que está de Madrid como 6 horas de viaje pero es un lugar muy lindo. Estoy trabajando en la casa de una doctora y tiene 2 hijos, su marido es arquitecto, son muy buena gente”, explicó.
También contó que al inicio fue muy duro el cambio, la soledad, la vida, el día a día. “Muchísimo yo sufrí cuando llegué porque en 3 meses recién conseguí para mi trabajo porque te piden muchos documentos. Acá a las paraguayas demasiado se les quiere porque son muy trabajadoras. Yo estoy muy sola, no le tengo a nadie acá. Mucho tiempo lloré. Las personas que vienen, le traen a su familia y yo no le tengo a nadie”, recordó entre lágrimas.
Vacaciones y familia
Petrona contó además que mediante su trabajo pudo conocer varios lugares ya que viaja con la familia que trabaja. “Ya me fui a conocer algunos lugares de vacaciones con la familia donde trabajo, ellos me quieren muchísimo gracias a Dios. Así como me quería la gente en el colegio, vine acá y Dios me bendice y también me quieren”, manifestó.
En otro momento dijo que tiene algunas amigas paraguayas pero que todavía no volvió a Paraguay desde que se fue, hace 3 años. “Tengo mi nieta que cuando vine estaba por cumplir un año y hasta ahora no le veo, le quiero ver a ella y a mi única hija, les extraño un montón”, expresó Ña Petro.
Señaló que otra cosa que extraña es la comida de Paraguay porque en España no come asado, no come puchero, no come pastas, es distinta la comida y bajó 13 kilos desde que se fue.
“Le extraño muchísimo a Paraguay, acá no son como nosotros, son muy fríos los españoles” confesó y aprovechó la oportunidad para enviar saludos a su familia y amigos que hizo en el CEPB. “Muchos saludos a todos los exalumnos del colegio, les quiero mucho y les envío besos y abrazos. Cuando vuelva iré de visita al colegio”, aseguró.