Los efectivos policiales que protagonizaron un tiroteo contra un transporte escolar ayer lunes en Areguá, violaron varios artículos del Manual de Procedimientos de la Policía Nacional, específicamente los que se refieren a las condiciones que deben darse para aplicar y aumentar -en caso de necesidad- el uso de la fuerza durante una intervención.

Según el comunicado emitido desde el departamento de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, personal de Investigación de Delitos decidió abrir fuego en contra el bus escolar por supuestamente huir tras una supuesta inspección por actitud sospechosa de su conductora.

Se agrega en el reporte preliminar que los agentes policiales dispararon contra el rodado en que se trasladaban las menores de edad solo para detener la marcha del mismo, direccionándo las balas a los neumáticos.

No obstante, según se dejó ver luego de la pericia de Criminalística, más de 50 balas fueron ejecutadas y 7 impactaron por diferentes partes del vehículo, hiriendo de esa manera a las niñas.

Actos prohibidos como Uso de la Fuerza

El reglamento de la Policía Nacional menciona, en su Manual de Uso de la Fuerza, que está prohibido realizar -en primer lugar- tiros de advertencia y mucho menos disparar desde o hacia vehículos en movimiento, “excepto en casos de que no hacerlo sea evidente que el personal o terceros inocentes resultarán gravemente heridos y no haya alternativa para evitarlo”.

Esta última condición no se cumplió bajo ningún criterio, siendo que todos los ocupantes del vehículo afectado eran civiles que no estaban armados.

Siempre según el Manual, otro acto prohibido como uso de fuerza es “disparar hacia un objetivo no muy definido a través de ventanas, puertas, paredes y otros obstáculos”. Los policiales, según el video del circuito cerrado que fue difundido, realizaron los disparos extendiendo los brazos desde la ventana del automóvil en el que viajaban, durante una persecución a alta velocidad en plena vía pública.

En el mismo apartado, también se prohíbe como uso de fuerza desenfundar, exhibir o manipular el arma reglamentaria, a menos “que su uso potencial en la situación sea apropiado, o si las circunstancias claramente requieren el uso del arma para controlar una situación peligrosa”.

En comunicación con medios radiales, Andrea Gavilán, acompañante del vehículo que recibió impactos de bala, declaró que los agentes policiales las interceptaron con arma en mano y apuntando directamente en contra de sus humanidades.

¿Qué debe darse para aumentar el nivel de uso de la fuerza?

Siempre según el manual en cuestión, para que el personal interviniente pueda incrementar de forma “correcta y legal” el nivel del uso de la fuerza, deben darse algunos factores durante el procedimiento.

El policía debe tener conocimiento especial sobre el sujeto al que se enfrenta; como sus antecedentes, inclinación a usar armas o conocimiento de artes marciales. Puede también aumentar el uso de la fuerza cuando el uniformado se encuentra con heridas o cansado durante una confrontación.

También deben darse intentos de desarmar al Policía para que este pueda aumentar el nivel de uso de fuerza o que el sujeto también tenga armas disponibles, cerca o en el área.

Claramente, ninguno de estos puntos se cumplieron durante el suceso como para que los agentes de “seguridad” hayan actuado de la manera en que se pudo observar según videos y manifestaciones de las víctimas.

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