Elda Cecilia Martínez es una valiente madre que supo sobreponerse a la terrible noticia de enfrentar un cáncer infantil. Hoy, su hijo ya es mayor de edad y superó la enfermedad, que ahora forma parte de un pasado infausto, pero que dejó lecciones duraderas en su vida. Lecciones que comparte en esta emotiva carta.

Papá, mamá:

Hoy es el día en el que se hace visible la lucha de muchos papás que quizás el resto del año es invisible. Pensé mucho desdé que punto de vista encarar hoy esta lucha y decidí utilizar estas líneas para trasmitir esperanza. Porque muchos medios y muchos comunicadores hoy van a mostrarnos la realidad de las familias que hoy pelean por insumos, diagnósticos o tratamientos, y no es mi intención tapar el sol con un teclado, pero necesito que vos -que estas del otro lado peleando el día a día por la vida de tu hijo- sepas que se puede, que yo pasé por eso, que lloré, que pensé rendirme y que me pregunté ¿por qué a mi?. Pero cada día de paciencia valió la pena.

Lucas tenía 6 años cuando el mundo se cayó a mi alrededor y no fue fácil, tiemblo con sólo pensar que podría repetirse pero tengo la certeza de que Dios va a estar con nosotros si volviera a suceder, así como me acompañó la primera vez en el proceso todos los días, “quimio tras quimio” hasta el trasplante de médula.

Sé que estuvo ahí con nosotros dándonos fortaleza y enviando gente a ayudarme cuando más lo necesité y ahora cada vez que miro sus ojos, sé que Dios no me dejó sola. Mi hijo ya cumplió 18 años, es un hombre, el cáncer nunca volvió y eso es lo que quiero que sepas, mami, papi, que hoy estás en la batalla más difícil, no decaigas, seguí, no leas estadísticas, pensá que un día (como yo lo hago ahora) esta lucha va a ser una anécdota, que duele recordar pero que anima a otros a seguir en su propia lucha. Con diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado el cáncer se cura.

Elda Cecilia Martínez

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