El joven Mattias Ayala denunció a través de su cuenta de Twitter que fue despedido de una sucursal de la empresa Bristol por su orientación sexual al asumir ser gay. Acusó directamente a su jefe inmediato identificado como Carlos Cortessi de haberlo amenazado y humillado por su preferencia sexual. La empresa niega el hecho en un comunicado publicado en redes sociales.

“Me liquidaron de mi trabajo hoy, por el simple hecho de no ser ‘normal’. Ser ‘normal’ es ser heterosexual. Al menos en mi trabajo. Estuve dos meses en Bristol trabajando con muchas ganas porque me gustaba mi trabajo. Hizo que odiara mi trabajo y todos los días asistía con miedo a la oficina. Luego de la última agresión verbal que recibí me acerqué a recursos humanos a contar mi problema", escribió el joven en Twitter.

Ayala trabajaba en una oficina ubicada en la ciudad de Capiatá hasta hace unos días. La denuncia se viralizó en redes sociales en cuestión de horas, decenas de internautas le mostraron su apoyo mediante comentarios en la red social e incluso le insistían que haga una denuncia formal contra la empresa en el Ministerio de Trabajo.

Sin embargo, la gerente de Recursos Humanos, Yanina Guerrero, desmintió la versión del joven al afirmar que Ayala se encontraba en periodo de prueba durante un mes de tiempo. La representante de la empresa expresó que el joven no pasó el periodo de prueba.

“La desvinculación de este chico, de ningún modo se dio por su orientación sexual. Le explicamos que no pasó el periodo de prueba. El chico estaba en un área donde estaba sujeto a su producción. Nosotros realizamos evaluaciones a los 15 días, a los 30 días y a los 45 días", expresó Guerrero, en contacto con la 970 AM.

De igual manera refirió que el caso sigue siendo evaluado por los asesores de la empresa, en lo que calificó como un proceso normal de la firma. Expresó que en la firma cuentan con colaboradores, supervisores e incluso jefes con esa orientación sexual. Bristol lanzó un comunicado en sus redes sociales.

“Decliné a mudarme de sucursal, seguí con mi trabajo normal dos días más, hasta ayer. Ayer que mi jefe me dijo que quería hablar conmigo ‘la gente de recursos humanos’ que a los putitos no se les quiere acá, y mucho menos si son perritas y muerden al jefe”, contó el joven.

Guerrero aseguró que conversaron con Cortessi y este niega la denuncia. No obstante Bristol decidió desvincular al acusado.