Don Nicolás Martínez, de 73 años, dejó su Paraguay natal para buscar una mejor vida en Argentina hace 48 años atrás. El hombre se instaló en la ciudad de San Carlos de Bariloche, donde en el año 1995 inició un acto solidario al donar cientos de panes dulces que él mismo elaboraba para familias de escasos recursos de la provincia de Río Negro, lugar donde es conocido como el “Papá Noel de Bariloche”.
El hombre cuenta que en el año 1991 formó la asociación de desocupados en San Carlos de Bariloche hasta que un buen día se dieron cuenta que no tenían siquiera un pan dulce para la mesa. Entonces empezó entregando 628 panes a la agrupación. “Conocía el oficio y le propuse hacer pan dulce a un amigo. Pedimos un espacio en la radio para pedir a alguna panadería de la zona que nos preste el lugar y arrancamos haciendo 628 panes”, afirmó Martínez sobre sus comienzos.
El compatriota explicó que no preparan los panes con el objetivo de solucionar la crisis existente en el país vecino. "Nuestro objetivo espiritual es que un niño, que nunca probó un pan dulce, lo comparta por primera vez con su familia en Navidad. O que un abuelo que esté solo se sienta acompañado”, manifestó Nicolás.
Fue tanta la repercusión de la solidaridad de Don Nicolás, que en la actualidad existe una red de colaboradores que se encarga de distribuir más de 3.800 pan dulces mediante camiones que pueden ingresar a zonas de difícil acceso.
“El año pasado fue un récord de 12.528 de panes dulces. La idea es compartir un pancito con la gente que menos tiene. Nuestra ilusión es que un niño comparta por primera vez con su familia en la noche buena un pan de navidad”, expresó Martínez en contacto con la CNN.
Para este 25 de diciembre sumaron donaciones de los ingredientes por parte de los vecinos más la colaboración de voluntarios con el objetivo de repartir 12.000 unidades de pan dulce entre comedores, la cárcel local y los barrios más humildes de Bariloche para que puedan celebrar la fiesta de navidad.
"Este año tuve algunos problemitas de salud y sin embargo estoy de pie y, mientras dios me lo permita, voy a seguir haciéndolo. Siempre le pido, además de salud, que la gente de la comunidad que colabora pueda seguir haciéndolo porque sin ellos yo no podría seguir”, expresó.