En la víspera de la fiesta de la Virgen de Caacupé, el monseñor Claudio Giménez, abordó durante la homilía el tema “Beata Chiquitunga, modelo de mujer que produce frutos de santidad” y habló de los terribles casos de feminicidios que se dan en nuestro país.

En la mañana de este viernes 7, en la víspera de la inmaculada Concepción, la gran fiesta de la Virgen de Caacupé, el monseñor Claudio Giménez, obispo emérito de la Diócesis de Caacupé, habló acerca de la “Beata Chiquitunga, modelo de mujer que produce frutos de santidad” y de la gran cantidad de feminicidios que se dan en Paraguay.

“Mañana es la gran fiesta de la Virgen de Caacupé, la inmaculada Concepción. Vamos a recordar a algunas mujeres que en la biblia aparecen, mujeres muy famosas, Judith, Debora, Ester, María Magdalena, y después están las dos hermanas Marta y María que trataron muy bien a Jesús, otra es Isabel la madre de San Juan. Además están Santa Felicidad, Santa Agueda, Santa Isabel de Portugal, María Goretti, Santa Mónica, Santa Rosa de Lima la primera santa de América Latina, Santa Teresa de Calcuta, Santa Teresita, Santa Teresa la fundadora de las Carmelitas, Santa Cecilia, Santa Catalina de Siena, Santa Clara que nos hablan de una historia maravillosa de salvación, en la historia de la Iglesia de la influencia femenina y ahora con la paraguaya como beata ya, la beata María Felicia de Jesús Sacramentado”, sostuvo el monseñor Giménez.

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La explanada de la basílica estuvo repleta de fieles. Foto: Fernando Riveros.

Relatando a Chiquitunga dijo que es un ejemplo luminoso para toda la juventud, sobre todo para las chicas. “Si viviera hoy estaría levantando su voz fuertemente contra muchos frutos de maldad, estoy segurísimo que protestaría contra los feminicidios. Qué cosa terrible, de un tiempo a esta parte en Paraguay”, apuntó.

“Esos feminicidios y así como se fueron dando terribles realmente, es una cosa que no tendría que seguir. Eso no puede ser porque habla muy mal como sociedad y nosotros como varones, cada vez más numerosos, se repiten”, enfatizó el monseñor Claudio Giménez.

Misa de la víspera de la Inmaculada Concepción. Foto: Fernando Riveros.

En otro momento manifestó que está seguro que Chiquitunga también lucharía contra el aborto por ejemplo. Un mal de siglos y que de tanto en tanto en las sociedades y de hecho en diversos países se legaliza. En muchos países se permite matar a niños inocentes, que no pueden defenderse, ¿cómo vamos a permitir eso en Paraguay?” reflexionó.

Además mencionó que Chiquitunga lucharía también para que muchos jóvenes no caigan atrapados por las drogas, y que se trata de un problema creciente.

Unidad de las familias

“Haría todo lo posible para que las familias se unan, para que no estén tan dispersas, ella luchó especialmente por su familia y por muchas familias necesitadas también. La dispersión produce mucho dolor en los corazones de nuestros niños y jóvenes, la unidad es muy necesaria. Y como ella fue catequista, estoy segurísimo que hubiese luchado para que nuestra catequesis mejore cada día más y más, para que sea un instrumento muy eficaz de evangelización de nuestro pueblo” refirió el obispo emérito de la Diócesis de Caacupé.

Así también señaló que Chiquitunga fue una trabajadora incansable para ayudar a mantener su familia durante el exilio de su papá. “Trabajó en Asunción como maestra y fue admirable en la vida apostólica con los jóvenes, niños, ancianos, enfermos y algunos presos también. Sobre todo rezaba y rezaba mucho, tenía una gran predilección, un gran amor por Jesús Sacramentado, de ahí su nombre María Felicia de Jesús Sacramentado, estaba horas adorando la Eucaristía, fue el centro de su vida. Fue Carmelita Descalsa en Asunción por muy pocos años pero años que le fueron suficientes para producir frutos de santidad y llegar a los altares, ahora es Beata y pronto, no sabemos cuándo, será Santa María Felicia del Paraguay. Eso es lo que esperamos ansiosamente” indicó.

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