El Hotel Escuela Cerrito, ubicado a 46.5 km de la capital paraguaya, en la localidad de Cerrito, ofrece una novedosa alternativa para los visitantes, que quieran descansar unos días sin alejarse mucho del ámbito familiar y laboral de Asunción. Es una propuesta que tiene características particulares y el modelo ya se replica en África.

Hugo Florentín, director de la nombrada institución habló de la atractiva propuesta en el programa Tribuna, emitido por Paraguay TV HD. Mencionó que este Hotel Escuela, es en realidad el concepto más global de ser una escuela agrícola autosuficiente y que el leitmotiv de la escuela es ser autosuficiente.

Explicó que el lugar no recibe ningún tipo de ayuda y que las cuotas representan el 7% del total y el 93% se inventa con los chicos, de la misma forma que practican, transforman cosas y venden. De esa forma ellos cierran el circulo de producción, transformación y marketing, lo que hace que la escuela agrícola sea sostenible con un presupuesto de gran nivel, donde ya no utilizan las pizarras y tizas, todo es con tecnología actualizada donde aprenden la carrera agropecuaria.

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Señaló que existen unas 15 unidades didácticas productivas y que el Hotel es el más importante componente de estas unidades que están dentro de la escuela. “Representa el 50% de nuestro ingresos, el huésped se encuentra al llegar al Hotel con los chicos, no hay adultos, son los estudiantes, que están como recepcionistas, guías porque uno de los atractivos de la escuela es recorrer, y los chicos y chicas del hotel se encargan de ello”, comentó Florentín.

Los alumnos practican las habilidades para ser buenos anfitriones, un buen administrador hotelero, así como también como ser el mejor ordeñador de vaca, de la misma forma que la leche no se venda así nada más y se pueda transformar en queso cabra o queso ibérico.

Para llegar a este tipo de producción, dijo que importan un maestro quesero español para beber de las fuentes del queso manchego. “Nos enseñó cómo hacer un buen queso de vaca, así de esa forma lo vamos traspasando a los alumnos”, resaltó.

El éxito del producto ha traspasado las fronteras chaqueñas y ha llegado a la capital, vendiéndose en sitios gourmets o especializados en este tipo de quesos. Se los reconoce a simple vista por el logo del Hotel Cerrito.

“La demanda que tenemos es superior a la que podemos producir, por eso el año que viene se agrandara la planta de producción, haremos queso ibérico y el famoso queso azul, además de hacer el dulce de leche, también se tiene la producción del queso Paraguay pero se gana menos con este producto, nosotros le enseñamos a los chicos a trabajar con productos que pueden ganar más dinero con el mismo esfuerzo”, agregó.

Con respecto al porcentaje de chicos que logran un trabajo al salir de esta escuela, señaló Florentín que la tasa de desempleo es cero por ciento. “Al graduarse los chicos o van a la universidad o van contratados por una empresa que ya comienzan a pescar a esta altura del año o empiezan a ser emprendedores porque son entrenados para ello y al finalizar presentar un plan de negocios real”.

Estudiantes vienen de todas partes

Según Florentín, los estudiantes son de todos los departamentos del país y de más allá de las fronteras. “Tenemos estudiantes de Mali, África, Bolivia y el año antepasado teníamos de Haití, los chicos viven ahí en régimen de internado. Los que no hablan español están un año aprendiendo el idioma y luego hacen los 3 años de la media. Actualmente tenemos 144 chicos y chicas en sus respectivas áreas”.

Sobre la experiencia de replicar el modelo de Tanzania, el director del Hotel Cerrito, señalo que en el 2011, la Fundación Paraguaya lo envió al país africano por unos 6 años, donde fue director y el modelo se replicó en principio en 28 colegios. Dado el éxito del proyecto, el modelo se replicó finalmente en 119 instituciones. Luego paso a Uganda, India, Sudáfrica para luego pasar a El Salvador y Nicaragua.

A este modelo se lo puede definir como instituciones educativas financieramente autosustentables. “Hasta donde yo sé fuimos los precursores en enseñar a los chicos a ganar plata”, comentó.

Explicó que los primeros replicadores son los mismos estudiantes que cuando egresan, al volver a sus comunidades cambian incluso a su familia porque le dan las herramientas de emprendedurismo y luego a sus comunidades.

El Hotel

En el hotel el turista va a tener la experiencia de un día de campo, con varios atractivos. Pasear a caballo, pasearse en sulky, andar en bicicleta, caminar, además de un área reforestada de 20 hectáreas para hacer senderismo, la gente puede ordenar la vaca, pueden tener a la cabrita en sus brazos, el conejo o hacer el queso. También hay pileta y canchas de futbol.

Explicó que la gente va en forma individual, en pareja o en familia e incluso el local es utilizado por grupos para retiros ya sea de tipo religioso o empresarial.

“Los chicos son nuestros mejores clientes porque son los más curiosos, y nuestros alumnos como son jóvenes les encanta estar con los chicos y mostrarles todo, incluso hasta como se hace el queso”.

Si bien esta es la única experiencia como Escuela Hotel, también se tiene una escuela agrícola en Belén, en el departamento de Concepción, otra en San Pedro y un Centro Educativo en la Reserva de Mbarakaju.

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