Por Julia Bogado (julia.bogado@gruponacion.com.py)

“El lugar donde uno nace, no predetermina necesariamente la vida. Existe la movilidad social cuando existen oportunidades y educación de calidad", destaca -en entrevista con La Nación- la chilena Ximena Torres, directora académica de la Fundación Astoreca.

La experta chilena afirma que está demostrado que los niños en situación de pobreza tienen la misma capacidad de aprendizaje y esta es la premisa que comparte en su trabajo con el Centro Educativo Arambe, uno de los principales proyectos de la Fundación Ramón T. Cartes.

Ambas fundaciones vienen trabajando juntas hace diez años, buscando fortalecer el nivel académico de los alumnos. La Fundación Astoreca administra instituciones educativas en Santiago de Chile enfocadas en los niños más vulnerables, tal como lo hace el Centro Educativo Arambe, en Luque.

El Colegio San Joaquín de Renca, Colegio San José de Lampa y San Juan de Lampa son instituciones subvencionadas creadas para niños cuyos padres son de escasos recursos, y son el punto focal de la labor de Astoreca.

Marcelo Astoreca, un ingeniero civil de la Universidad Católica de Chile creía que la única herramienta para romper el circulo de la pobreza era la educación. Tras fallecer tempranamente en un accidente automovilístico, 15 amigos fundaron en 1990 el Colegio San Joaquín de Renca, una institución educativa en su memoria. Posteriormente, se habilitaron el Colegio San Jose -hace 15 años- y después el Colegio San Juan, que funciona hace cinco años.

Compartir experiencias

La Fundación Astoreca, luego de unos años de haber trabajado detectando cuáles son las metodologías y las estrategias pedagógicas que funcionan de acuerdo con ese perfil de alumno, creó un proyecto capacitaciones y asesorías.

Ximena Torres sostiene que lo que hacen es transferir la práctica y los conocimientos adquiridos a través de los tres colegios que administra la Fundación Astoreca, a otras instituciones educativas que también ofrecen educación en los sectores vulnerables. Ellos acompañan a esos colegios, capacitan a los docentes y los asesoran.

Desde hace diez años, los docentes vinculados a la Fundación Ramón T. Cartes son parte de este intercambio. Arambe incorporó el método de aprendizaje, principalmente en el área del lenguaje, en el ámbito de la gestión pedagógica, en el análisis de los datos y también en el monitoreo de los niños.

“En Chile nosotros tenemos un sistema de evaluación del Ministerio de Educación. Todos los niños son evaluados en Lenguaje y en Matemáticas, en algunos niveles también en Ciencias y en Historia. A partir de esa evaluación sale el informe sobre nuestras debilidades y nuestras fortalezas como sistema educativo”, subraya Ximena Torres. Lo que se hace con Arambe -según Torres- es aplicar esas mismas pruebas.

“Los resultados han sido sorprendentes, porque los niños están obteniendo resultados súper similares a los colegios pagados de Chile, que son donde van los alumnos de las familias más acomodadas del país”, dice la experta al hablar de la eficacia del sistema.

Torres explica que en el verano, los docentes de Arambe viajan a Chile para ser capacitados por el equipo pedagógico de Astoreca. También ese mismo equipo ha venido al país para trabajar con los profesores, de manera a fortalecer el método de aprendizaje para los estudiantes de dicha institución.

Ximena Torres acompaña el proceso en Paraguay regularmente, desde que la Fundación Ramón T. Cartes -en 2008- decidió que su línea de acción sería apostar a la educación de los niños y niñas en situación de vulnerabilidad.

Metodología “Matte”

El método Matte es el modelo de aprendizaje utilizado por Astoreca y se implementó el mismo método en el Centro Educativo Arambe. Diseñado por Claudio Matte -profesor y ex rector de la Universidad de Chile- el método se utiliza preferentemente en colegios de excelencia.

“Lo que nosotros hicimos como Astoreca fue intervenir esta metodología para que tuviese un especial componente en la comprensión lectora y no necesariamente que los niños se quedarán en la descodificación. Esas son las distinciones de lo que nosotros hemos incorporado en el programa de lectura y escritura basado en la metodología Matte. Este mismo programa es lo que transferimos al Colegio Arambé”, comenta. Según esta metodología, los niños aprenden a leer y a escribir en menos de 4 meses.

“Lo que sorprende es que el Colegio Arambe, la transferencia de metodología, de estrategias y de creencias ha sido fácil. Tienen un equipo de profesionales comprometidos y con muchas ganas de aprender. Eso ha sido transversal en los años”, destaca.

Con relación a los profesores de Arambe, con quienes le ha tocado compartir declara que no solamente muestran habilidad al implementar el método, sino que además lo hacen mejor.

“En Chile no hay selección de niños que entran a los colegios. Entran vía una tómbola. Hay más de 6 postulantes por cada vacancia y además el número se restringe del sorteo, porque tienen prioridad los hermanos y los hijos de exalumnos”, señala. “Si pudiéramos hacerlo, justamente daríamos cabida a los niños más vulnerables, los que más nos necesitan, los niños de familias más constituidas”.

Sugiere que para generar un mejor aprendizaje en el niño, debe haber un constante apoyo entre familia e institución educativa. ¿Por qué eso? Porque cuando la familia comparte el proyecto educativo del colegio, cuando se trabaja en forma conjunta, claramente se nota en el aprendizaje del niño. Torres reconoce que a veces las familias se ausentan y no acompañan tan de cerca en este proceso, no porque no les importe, sino porque tienen prioridades más básicas que cumplir, como la de trabajar para sobrevivir.

“Independientemente de donde trabajen, deben entender que la educación trasforma vidas", agrega Torres como mensaje a los docentes paraguayos. "Lo que uno haga o deje de hacer impacta positiva y negativamente en la vida de los alumnos. Creo que el compromiso y la pasión de ver que todos pueden desarrollar su capacidad intelectual, moral y espiritual es un deber de nosotros los maestros”, finaliza.

Desarrollo integral

El Centro Educativo Arambe es una institución comprometida con el desarrollo integral de niños y niñas en desventaja económica. Fomenta el desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida de sus beneficiarios con una gestión participativa, creativa y de calidad total.

Posee un programa de doble escolaridad, en el que se incluye gratuitamente desayuno, almuerzo y merienda, con cursos de lecto-escritura del método Matte, clases de computación, proyectos comunitarios que están al mismo nivel académico de los mejores colegios privados del país. El objetivo es que los niños y niñas accedan a una educación de primer nivel y puedan competir en un futuro en igualdad de condiciones.

En cuanto a infraestructura edilicia, la escuela cuenta con un comedor con todas las comodidades, una biblioteca muy bien nutrida con libros y computadoras, un salón de actos, baños modernos diferenciados y adaptados para personas con problemas de motricidad.

A todo esto, se suman los docentes capacitados especialmente que imparten no solo enseñanza académica, sino que también cultivan valores para que la formación de los alumnos sea íntegra.

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