El embarazo tiene un impacto importante sobre la glándula tiroides y su funcionalidad es por eso que la disfunción no tratada de tiroides conlleva a un incremento del 60 % de abortos espontáneos.

Recientemente se llevó a cabo el I Congreso de Endocrinología y Metabolismo del 9 al 11 de agosto, en conmemoración del 50 aniversario de la Sociedad Paraguaya de Endocrinología y Metabolismo. El evento tuvo la participación de invitados extranjeros de Brasil, Estados Unidos, Argentina, Chile y México, así como también de profesionales de nuestro país.

En la ocasión, la Dra. Tania Hoberuk participó y mencionó que “la disfunción de la tiroides no tratada durante el embarazo conlleva a un incremento del riesgo de parto prematuro, bajo peso al nacer, aborto espontáneo (hasta el 60 %), muerte fetal y efectos negativos en el desarrollo neurocognitivo del feto”.

La Dra. explicó que el embarazo tiene un impacto importante sobre la glándula tiroides y su funcionalidad, ya que durante la gestación, la tiroides aumenta su tamaño en un 10 % y hasta un 40 % en áreas de deficiencia de yodo.

Deficiencia de yodo

Explicó que la deficiencia leve-moderada del mismo durante el embarazo, se asocia al desarrollo de bocio y alteraciones neurocognitivas de la descendencia como déficit de atención e hiperactividad. “Cuando la deficiencia de la hormona tiroides es severa se asocia a un aumento del porcentaje de aborto espontáneo, muerte fetal y aumento de la mortalidad perinatal y durante la infancia”, aseguró.

La especialista resaltó la importancia de controles. “Es importante en toda mujer con deseo gestacional y con algún antecedente de riesgo de patología tiroidea realizarse chequeos previos al mismo y si lo tuviera, monitorizar la tiroides cada 4 semanas durante la primera mitad de la gestación”, argumentó.

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