Una muerte, paradójicamente puede salvar vidas. Dos pacientes renales recibieron los órganos de un fallecido. Esperaban un riñón y sobrevivían con la esperanza de encontrar un donante y constante diálisis.

El gesto benefició a dos adultos en lista de espera. Por un lado una mujer de 44 años, quien fue intervenida en el IPS Central, y un hombre de 47 años, trasplantado en el hospital de Clínicas.

De acuerdo a los datos proporcionados por el INAT, la paciente se encontraba en tratamiento de diálisis desde hace más de 4 años y en lista de espera de un donante desde hace 20 meses. El hombre, por su parte, era sometido a tratamiento de diálisis desde el 2015 y en lista de espera de un riñón hace 10 meses.

El fin de semana, pese a la triste pérdida, una familia decidió donar los órganos de su pariente fallecido, un hombre de 47 años de edad, procedente de Itá, de quien se realizó la extracción de dos riñones y dos córneas, éstas últimas fueron derivadas a la “Fundación Visión” en espera de su implantación. La ablación de órganos y tejidos con fines de trasplante se efectuó en el Sanatorio San Sebastián.

El Dr. Gustavo Melgarejo, director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), dependiente del Ministerio de Salud Pública, indicó que la situación médica de ambos pacientes es muy buena, “con buena evolución y en proceso de monitoreo constante para prevenir riesgos en las primeras 24 horas de posoperatorio”, aseveró. Los procedimientos de trasplante se concretaron este domingo.

De acuerdo a los registros del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante, hasta la fecha, unas 226 personas están en lista de espera de un donante de órganos para llevar a cabo el trasplante, cuyo procedimiento constituye para ellos, la única alternativa para seguir viviendo.

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