A partir del 20 de junio, la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) suma otro atractivo a las Reducciones Jesuíticas (Itapúa), con la incorporación de lengua de señas al recorrido turístico en la Misión de la Santísima Trinidad del Paraná, cumpliendo con el objetivo de llegar a personas con discapacidad auditiva y promover el turismo inclusivo.
En Trinidad del Paraná, también existe el espectáculo de Luces y Sonidos, que permite recorrer y sentir este acervo arquitectónico que transporta a la misma época, pues los sonidos, colores y el guía a cargo va narrando la historia, mientras los asistentes observan y escuchan el show.
El servicio será inaugurado a las 10:00, con presencia de la ministra de Turismo, Marcela Bacigalupo, y autoridades de la Secretaría Nacional por los Derechos de las Personas con Discapacidad (Senadis).
Inicialmente, las personas con discapacidad auditiva que visiten la Misión de Trinidad podrán visualizar un video en lengua de señas con la explicación histórica del patrimonio.
Luego, el recorrido contará con una tableta con el guiado completo en lengua de señas, haciendo así uso de la tecnología como soporte para lograr accesibilidad. Vale mencionar que para lograr el propósito incluyente, los guías turísticos de las Misión fueron capacitados y cuentan con habilidades elementales en lengua de señas.
Asimismo, desde la cartera de Estado, anuncian que este sistema será replicado en las Misiones de Jesús de Tavarangué y San Cosme y San Damián.
Las capacitaciones en lengua de señas de los guías tanto en forma presencial como en aulas virtuales se realizan con el apoyo de la Itaipú Binacional. De esta manera, nuestro país se suma al objetivo mundial de promover el “Turismo Inclusivo”, que busca fomentar el desarrollo sostenible del turismo.
La puesta en valor accesible en la Misión de la Santísima Trinidad del Paraná responde al Plan de Turismo Accesible a las Misiones Jesuíticas de Paraguay, llevado adelante con el apoyo de la Cooperación Española y la Fundación ACS, en el marco del convenio de colaboración entre la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Fundación ACS.
En este contexto, en septiembre de 2016, este Patrimonio de la Humanidad declarado por la Unesco inauguró rampas de acceso para el recorrido de las personas con discapacidad física y personas con movilidad reducida.