El titular del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, doctor Carlos Morinigo, se manifestó a favor del derecho a la vida desde la concepción y remarcó que la interrupción del embarazo no deseado es contraria a lo que determina nuestra propia legislación, desde el propio concepto de defensa de la vida.

“El aborto no es la vía para ‘solucionar’ un embarazo no deseado. Se debería buscar, más bien, la promoción de la educación sexual y desde distintos puntos de la sociedad”, manifestó el Secretario de Estado.

Recordó que en la raíz de nuestro contrato social, el ser humano es reconocido como tal desde su concepción, por lo que se propugna el derecho a la vida y a la defensa de la vida.

Si se quiere modificar eso, señaló que, en todo caso, se debería cambiar la propia Constitución, “pues el referido principio del derecho a la vida, sería cambiado en cuanto a concepto.”

Insistió en que el aborto no puede ser visto como una “solución” y que dicho procedimiento nunca puede considerarse seguro, “por más profesional que sea el médico que lo realiza.”

“Si de mí depende, atacaría el componente de la educación sexual desde los colegios, consultorios adolescentes y en la pareja misma. Nosotros somos promoción de la salud y debemos enfocarnos en prevenir antes que abortar”, subrayó.

Recordó que se deben estudiar las condiciones particulares de cada embarazada para determinar si se debe o no realizar un aborto terapéutico, como es el caso de los abusos sexuales o malformaciones embrionarias e incluso embarazos ectópicos.

“Para ello se establece una Junta Médica que estudia y determina el proceder para cada persona. Sólo se permite el aborto para salvar la vida de una mujer”, amplió.

Advirtió seguidamente que un aborto lesiona las paredes del endometrio, dentro de la matriz de la mujer, y que puede desencadenar la esterilidad de la misma.

“El Código Penal Paraguay establece que el aborto terapeútico sólo podrá ser realizado en caso debidamente justificado en que el embarazo en su evolución, el trabajo de parto o el puerperio pueden agravar considerablemente la enfermedad de la mujer embarazada o amenazar su vida”, finalizó.