• POR NICOLÁS ALMADA
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Bruno Gómez, paraguayo de 30 años de edad, fue admitido por el Massachusetts Institute of Technology (MIT) para realizar una Maestría en Finanzas, un escalón soñado por todo profesional de las ciencias administrativas y económicas.

Esta universidad es una de las más afamadas del planeta y aceptó al joven paraguayo de entre un grupo de miles de personas altamente preparadas de todo el globo.

Si bien él es egresado de la carrera de Administración de Empresas con honores de la UNA y se desempeña actualmente como supervisor financiero del Banco Central del Para­guay (BCP), su historia no fue fácil.

En agosto de 2016, su hermano fue asesinado por motochorros y dejó a dos hijos menores de edad. Sobre la tumba hizo la promesa de hacer crecer sanos y felices a sus sobrinos y para ello, tras el periodo de duelo retomó el sueño que impulsó siempre su lucha: unirse a la élite educativa del primer mundo.

El primero con título en su familia

Gómez es oriundo de Asunción, hijo de una familia de “economía ajustada” -así mismo como él describe a La Nación. Culminó sus estudios secundarios en la Escuela Nacional de Comercio Nº 1.

No esperó una “ilumina­ción” para saber qué le gustaba y qué quería estudiar. Se armó de valor y decidió ingre­sar a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universi­dad Nacional de Asunción. A pesar de ser una institución académica cuya mensualidad “paga el Estado”, implica una serie de gastos previos.

“Las oportunidades de capacitación a las que podía acceder siempre fueron condicionadas por la economía familiar ajustada”, acota en la entrevista.

Gómez manifiesta que quería ser el primer miembro de la familia en obtener un título universitario que, a su vez, le permita acceder a mejores oportunidades laborales y poder transformar la realidad económica familiar.

Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Asunción. Foto: web.

“Nuestra condición económica reprimía diariamente ese deseo dado que no podíamos hacer frente a los costos (curso de admisión, libros, pasaje, etc.) requeridos para iniciar los cursos de admisión, y posterior matriculación, a la Universidad Nacional de Asunción”, relata.

El profundo deseo de superación y autorrealización le obligaba a luchar por llegar a esa meta del título universitario. Es por esto que, Gómez decidió dictar clases particulares de matemáticas para lograr costear sus estudios.

Trabajó arduamente, reunió dinero, estudió y logró ingresar a la UNA. Pero de todas formas, la implacable condición económica le susurraba diariamente que debía abandonar sus metas.

“Pero mi indomable fuerza de voluntad, perseverancia y motivación me impulsaban a continuar. Era una lucha diaria psicológica interna”, indica.

Egresado con broche de oro

Llegó el año 2013 y Gómez egresó de la UNA con medalla de oro, con promedio académico 4,90. Ese mismo año, se postuló en un concurso público organizado por el Banco Central del Paraguay (BCP), entidad donde hasta hoy se desempeña como supervisor financiero.

Por otro lado, Bruno expresa que otro deseo reprimido por la limitación económica fue estudiar inglés. Recuerda que, tras competir entre el 2008 y 2011 contra cientos de jóvenes, fue seleccionado en lo programas de becas Access y BTFF (Building de Fulbright Future), ofrecidas a jóvenes líderes y sobresalientes, por la Embajada de Estados Unidos en Asunción.

Estas oportunidades le permitieron estudiar inglés en el Centro Cultural Paraguayo Americano, desde el nivel principiante hasta el avanzado.

Gómez ya habría recorrido casi la mitad del camino y miraba atrás orgulloso de las metas que ya había cumplido; egresar con honores de la UNA, trabajar en la principal banca del país, estudiar inglés, etc. Sin embargo, debía seguir mirando al frente, por lo que se encaminaría a estudiar una maestría en alguna universidad norteamericana.

“Al cumplir las primeras metas, redefiní la última, me propuse estudiar una maestría en la mejor universidad del mundo”, sentenció en esta parte.

La mejor universidad del mundo, según el Ranking QS

El Massachusetts Institute of Technology es la mejor universidad del mundo según el QS World University Rankings 2017-2018, un título obtenido por sexto año consecutivo. La admisión en el MIT es muy competitiva y rigurosa, siendo su tasa de admisión de apenas el 9% de todos los postulantes. La universidad cuenta con 76 premios Nobel entre sus egresados y profesores.

QS World University Rankings 2017-2018.

Si no hay dinero, ¿de dónde sacamos para estudiar?

Para el brillante joven compatriota constituía un soporte motivacional importante las becas de la embajada de los EE UU para seguir soñando con la maestría. “Recuerdo que en ocasiones deseaba estudiar en una universidad top de Estados Unidos, pero ese deseo rápidamente se diluía porque el financiamiento ofrecido por la Beca Fulbright no cubriría el elevado costo que implica estudiar en una de esas universidades”, lamenta.

Posteriormente, teniendo en cuenta que el BCP promueve la capacitación constante de sus funcionarios, Gómez consideró nuevamente la idea de viajar al exterior para continuar sus estudios.

Años después, el Gobierno Nacional lanzó la primera convocatoria de las Becas Carlos Antonio López (BECAL), con lo que la posibilidad de acceder a esta beca había reforzado su intención de estudiar en una de las mejores universidades del mundo.

Gómez reflota en este parte que su idea de formarse en el MIT surgió tras leer notas periodísticas sobre historias de jóvenes paraguayos estudiantes del MIT.

“Carlos Sauer, estudiante de doctorado en matemática aplicada, y el Olímpico de Omapa, Daniel Filizzola, estudiante de Ingeniería. Sus historias me han inspirado a pensar que es posible soñar en grande. Me fijé la meta de ser el primer paraguayo admitido en el Master en Finanzas de la prestigiosa Escuela de Negocios del MIT”, expresa.

Emprender el viaje

Llegó el año 2016. Gómez llevaba algunos años en el mundo laboral y tenía en mano un título que le hacía sentir realizado pero aún no satisfacía totalmente su ambición académica. Para ese momento había descartado las vías improbables y mantuvo en frente los caminos que sí podía seguir, para estudiar en el extranjero.

Ese mismo año se decidió a iniciar el riguroso y competitivo proceso de aplicación al MIT. Es por esto que, la primera acción en su agenda fue ir hasta Cambridge, Massachusetts, para conocer personalmente las instalaciones del MIT y escuchar experiencias de los postulantes del momento. Aprovechó sus vacaciones del mes de julio en el BCP, sacó un préstamo y viajó.

Sede del MIT en Cambridge. Foto: web.

“Los postulantes me alentaban a seguir adelante con mi sueño, ya que estaban seguros que contaba con el perfil académico y profesional que la universidad busca”, recuerda.

Bruno comenta que la experiencia en los EE UU fue gratificante y que su motivación creció hasta los cielos. Pero tanto entusiasmo e ilusión quedaron totalmente anulados cuando en Agosto de ese mismo año su hermano fallece tras ser atacado por motochorros en Paraguay, quien dejó a dos hijos menores de edad. “Mi motivación desapareció con este trágico evento”, relata.

Tras un largo periodo de duelo, la promesa que había hecho sobre la tumba de su hermano le impulsó a continuar. Prometió dar lo mejor de sí para que los dos hijos de su hermano (uno de 2 años y otra de meses de haber nacido) crezcan sanos, felices y con las oportunidades necesarias para desarrollarse personal y profesionalmente. “Cumplir esa promesa se convirtió en mi principal fuente de motivación para seguir avanzando”, dice Gómez.

Volver al ruedo

Al año siguiente, en marzo del 2017, arrancó con los trámites para aplicar a la maestría del Finanzas del MIT, cuya fecha límite de postulación era en ese momento el 4 de enero del 2018.

“Desde marzo hasta octubre del 2017 me preparé intensamente para rendir los desafiantes exámenes internacionales TOEFL (Test of English as a Foreign Language) y GRE (Graduate Record Examination), exámenes necesarios para aplicar a cualquier maestría en los Estados Unidos”, refiere Bruno.

En noviembre del 2017, tras rendir todos los exámenes, obtuvo los puntajes necesarios y se enfocó en los demás requisitos del proceso de aplicación.

Redactó un ensayo, bajo el límite de 500 palabras permitidas, en el cual expuso sus cualidades personales, motivaciones, expectativas, etc. Además, presentó tres cartas de recomendación.

El periodo de postulación culminó el 4 de enero del 2018, momento en el cual el Comité de Admisión empezó a evaluar cada una de las candidaturas de los miles de postulantes de todo el mundo (aprox. 3000 postulaciones), de las cuales eligen un tercio, afortunados que son convocados a entrevistas en diferentes países del mundo.

“Fui informado el 20 de enero que me seleccionaron para participar de la entrevista, a realizarse el 31 de enero, con el Director de MIT Latin America, en Santiago de Chile”.

De entre todos los 1000 entrevistados, el Comité de Admisión selecciona a 100 alumnos de todo el mundo quienes iniciarán el 02 de julio del 2018 la maestría.

La gran noticia

El 5 de marzo pasado será un día que nunca podrá olvidar Bruno Gómez. Se encontraba almorzando en el BCP, cuando recibió una llamada. Notó que era de un número de los EE UU pero no devolvió la llamada por el miedo a escuchar un “No fuiste admitido”, que frustra tanto a miles de jóvenes que pelean por el lugar en el MIT.

“Decidí aguardar el mail de comunicación formal de la universidad, pero la ansiedad por saber la respuesta me impulsó a devolver la llamada”, recuerda al destacar que en ese momento escuchó una voz saliendo del teléfono que decía “Felicidades, fuiste admitido a la maestría en Finanzas 2018 en el MIT”.

Repentinamente sus sueños largamente anhelados se hicieron realidad. Aún Bruno no podía asimilar el logro. Luego de escuchas la gran noticia no pudo emitir una sola palabra, mientras seguía escuchando las indicaciones que seguían saliendo de la bendita llamada telefónica.

Horas más tarde, recibió vía correo electrónico la carta oficial de admisión de la universidad. En la misiva, el Comité de Admisión expresaba que quedó particularmente impresionado por el registro de logros personales y profesionales, sumado a la gran determinación por lograr las metas, de Bruno.

El dilema monetario resurgió

Una vida de altibajos emocionales, litros de sudor secados de la frente y logros luego de arduas luchas, quedó coronada con la admisión al MIT. Pero no todo termina allí.

El 15 de abril próximo Gómez debe confirmar a la universidad si acepta la carta de admisión y debe abonar la suma de US$ 3.000 para reservar el lugar que ha obtenido.

Es por esto que Gómez ahora navega entre opciones estatales para lograr solventar la maestría. Una de ellas es la actual convocatoria de BECAL, pero los actuales plazos no le favorecen, ya que la lista final de seleccionados de BECAL se publicará el 29 de junio y la firma de contrato se realiza el 9 de julio. Bruno debe iniciar las clases en el MIT ya el 2 de julio.

Otra salida que maneja es aplicar las becas de maestría del BCP, la cual es ofrecida a todos los funcionarios pero con una condición: una vez que los becarios regresen deben aplicar sus conocimientos adquiridos en la entidad por un periodo equivalente al triple de la duración de la maestría.

¿Por qué maestría en Finanzas?

A esta pregunta Gómez responde que acceder a una formación de primer nivel como el MIT, haciendo una maestría en Finanzas, le permitirá contribuir a que el BCP siga logrando sostenidamente sus objetivos institucionales, de los cuales uno de ellos es velar por la estabilidad del sistema financiero, regulándolo bajo constante supervisión.

El presidenciable de la ANR, Mario Abdo Benítez visitó y felicitó personalmente a Bruno Gómez por su admisión. Oportunidad en que prometió a dar mayores expectativas educativas a la juventud si gana las elecciones. GENTILEZA.

Mensaje para los jóvenes

Gómez se ofreció a dar esta entrevista con el objetivo de dejar un mensaje a jóvenes que también deseen emprender el difícil camino de aplicar a las mejores universidades del mundo.

“Les deseo ayudar, aclarándoles dudas, intercambiando experiencias, y acompañándoles en su proceso de formación y aplicación. Mi intención es inspirar a muchos jóvenes a que persigan sus sueños con esmero, perseverancia y motivación”, menciona.

Igualdad de oportunidades

Por otro lado, Gómez considera que el Estado Paraguayo debe garantizar que los niños y jóvenes accedan a una educación de calidad que proporcione las herramientas para transformar positivamente la realidad nacional desde cualquier ámbito.

“La inversión en educación de calidad es fundamental para lograr el desarrollo económico de un país”, asegura.

En ese sentido, indica Gómez que el Gobierno Central debe seguir implementando políticas públicas educativas más inclusivas e integrales que garanticen igualdad de oportunidades para todos los jóvenes, promoviendo de esta manera la movilidad social.

“La igualdad de acceso a una educación equitativa y de calidad permite que las oportunidades a las que cualquier paraguayo pueda acceder no sean condicionadas por la situación económica de sus familias”, acota.

Es por esto que Bruno afirma estar convencido de que, en todos los estratos sociales, Paraguay cuenta con niños y jóvenes brillantes, con talento suficiente para sobresalir en cualquier país del mundo, pero la falta de oportunidades educativas equitativas les impide alcanzar su máximo potencial.

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