Algunas conductas que presenta el “niño emperador” y que deben ser tenidas en cuenta para que no se convierta en una situación incontrolable. A continuación la historia de un niño, que muestra las características de este tipo de comportamiento.

Henrique tiene 7 años y es el menor de 3 hermanos. Sus padres trabajan la mayor parte del tiempo y como no saben cómo suplir las necesidades de Henrique, además de buscar disminuir el sentimiento de culpabilidad que sienten por el tiempo que no pasan con el niño, las pocas horas que están en la casa le dejan hacer todo lo que él quiere, le llevan regalos sin motivos y le conceden todos los caprichos, sin saber el mal que están causando en su hijo.

Por eso cuando Henrique quiere algo y no consigue por las vías normales, sabe que puede llorar, gritar o exigir lo que sea que está queriendo y sus padres le van a conceder, van a satisfacer todas las exigencias del niño pensando que de esa manera van a sustituir la soledad afectiva que tiene el niño.

A esta característica que desarrolla Henrique, así como otros miles de niños y niñas en nuestro país y el mundo, se la conoce como el síndrome del “niño emperador”.

Para saber más del tema La Nación habló con la psicóloga escolar, Mgter. Laura Barriocanal, quien dijo que se trata de una característica propia de niños que adquieren el control de sus padres y modifican la jerarquía de los mismos en la familia.

“Los padres, para el niño emperador, deben hacer su voluntad y complacerlo las 24 horas del día. Eso incluye el concepto de estar entretenido. El niño emperador no puede aburrirse y los padres son los que deben proporcionarle diversiones en forma continua”, explicó.

La psicóloga dijo que en gran parte el niño emperador nace de un estilo de familias actuales. “Por un lado, familias cuyos padres se ausentan por muchas horas del hogar supliendo la ausencia con obsequios sin motivo específico. Por el otro, familias divididas en las cuales el padre y la madre compiten entre sí por el hijo/a y tratan de ganárselo con bienes materiales jugando al quien da más o con quien el niño/a se divierte más”.

La especialista mencionó también que desde los primeros años de vida se va instalando este estilo de crianza que convierte al niño en emperador de su casa. De no revertirse las pautas de crianza, éstas se consolidan. “Es un estilo inadecuado, que no establece pautas o hábitos de vida en el niño/a, se convierte en lo cotidiano. Se podría decir que se normaliza una forma patológica de convivencia donde los padres están al servicio de los hijos”, argumentó.

Cabe destacar que esto afecta al niño y la niña, ya que le impide disfrutar de lo cotidiano, de los afectos. Se enoja tanto cuando no obtiene o no le dan lo que desea, tanto que llega al punto de perder la oportunidad de compartir con el otro y de disfrutar de las pequeñas cosas del día a día, de aquello que le da sabor a la vida en familia. Se pierde de desarrollar vínculos afectivos y efectivos con sus pares por lo que tiene dificultad para establecer relaciones significativas de amistad en su grupo etario.

Es importante detectar cuándo se dan estas conductas y revertirlas. De acuerdo a lo dicho por la psicóloga escolar, esto se puede evitar con pautas de crianza diarias que contemplen, a decir del autor uruguayo Alexander Graham Pick, la ternura con la firmeza. “Se trata de instalar como estilo de crianza, el concepto de disciplina positiva. La misma se concibe como la habilidad de enseñar hábitos apropiados que guíen el accionar diario del niño y le indiquen lo que está bien y lo que está mal. Son los padres los encargados de esta tarea y son insustituibles en ella. Son jerárquicamente en la familia los encargados de marcar el norte, de hacerlo con paciencia, con firmeza y en todos los momentos de la vida del niño/a”.

La psicóloga sugiere además del autor uruguayo mencionado, la lectura del libro de su autoría: "Firmeza y ternura con los hijos". Otras lecturas recomendadas son las del autor, argentino, Jaime Barylko, fallecido tempranamente y de prolífica producción. Entre sus obras, en relación al tema desarrollado, se destacan: "Los hijos y los límites" y "El miedo a los hijos".