Por Roque Martínez (roque.martinez@gruponacion.com.py)
Abordar un bus en el área de Gran Asunción representa todo un desafío para el usuario que no cuenta con el monto exacto para pagar el boleto del pasaje. Los choferes, la mayoría de las veces, se justifican con no contar con suficientes monedas para el vuelto, lo que perjudica al pasajero.
Esto sucede con frecuencia durante un solo día. La falta de monedas resta una considerable cantidad de dinero al ciudadano que debe contar con cada guaraní para movilizarse.
La situación ya era usual cuando el pasaje en bus diferencial costaba G. 3.300, por lo que al abonar G. 3.500 el chofer se quedaba con G. 200. Muy a pesar suyo el usuario aceptaba esta circunstancia. Ahora que el costo del pasaje aumentó a G. 3.600, los pasajeros se exponen a que el conductor redondee Gs. 400 a su favor, o a que arbitrariamente no acepte brindarle el servicio por no tener el dinero justo.
Quejas sin reclamos
La titular de la Secretaría de Defensa del Consumidor y el Usuario (Sedeco), Lorena Méndez, está al tanto de esta situación. “Volvimos al problema del vuelto. El chofer dice no tener monedas. No deja subir al pasajero si no tiene el monto exacto”, dice en contacto con La Nación.
De igual manera, Méndez revela que el ente no cuenta con muchos reclamos por parte de los usuarios sobre este tipo de hecho. “Hasta ahora no tenemos casos que se hayan formalizado con el reclamo. Las intervenciones que tenemos no son muchas. Trabajamos de forma conjunta con informes del Viceministerio de Transporte, ente encargado de regular la frecuencia de las líneas”, expresa Méndez.
Méndez recuerda que la Sedeco es el ente encargado en recepcionar reclamos en cuanto a la calidad del servicio de transporte público y el reclamo del vuelto justo para los usuarios. “Pedimos a la ciudadanía que se manifieste, porque somos mejores ciudadanos cuando demandamos una mejor calidad de servicio”, asegura Méndez.
Méndez lamenta que cientos de personas atraviesen este tipo de situaciones al no contar con el importe exacto para abonar el pasaje. “Es la obligación de cualquier proveedor de tener suficiente cambio para poder asistir en estas operaciones de transacción de pasajes. Sobre todo porque es un servicio muy sensible”, afirma.
En el resumen del informe de gestión 2017 de Sedeco, los reclamos del rubro transporte público no figuran en el top ten, pero se tienen registros de 8 reclamos sobre (mal servicio y vuelto justo). “Es menos del 1% de los reclamos totales, todos los casos están dentro del proceso de conciliación, aun no se cuenta con la resolución definitiva por lo que no se puede publicar, la mayoría reclama a la autoridad de aplicación correspondiente en este caso el Viceministerio de Transporte”, menciona Rodrigo Recalde, encargado de prensa de la institución.
“Pedimos a la ciudadanía que se manifieste, porque somos mejores ciudadanos cuando demandamos una mejor calidad de servicio”
Conseguir monedas
Para el titular del Centro de Empresarios del Transporte del Área Metropolitana (Cetrapam), César Ruiz Díaz, el problema de la escasez de monedas se debe evitar con, un esfuerzo de diversos sectores. Afirma que el Banco Central del Paraguay (BCP) es el ente responsable de garantizar la provisión y distribución de las monedas. “Otra solución es la autogestión de las empresas de transporte que tienen que negociar con sus respectivos bancos la provisión de esas monedas”, expresa Ruiz Díaz, en contacto con La Nación.
El representante del sector empresarial considera que los pasajeros deben tratar de subir con el pasaje exacto para evitar problemas. “Es más fácil para el pasajero conseguir el pasaje justo a que el chofer esté consiguiendo las monedas para el vuelto. Todos tenemos que aportar un grano de arena para llegar a la solución definitiva”, afirma.
Señala que cuando un chofer de colectivos no devuelve el vuelto correspondiente, ese dinero excedente no es que queda para el empresario. “Ese G. 400 queda para el chofer. Si vos sos mi chofer, llegás a la caja, se te saca la planilla, se te consulta cuántos boletos, lo que tenés que pagar en la caja son G. 3.600 por boleto; si vos cobraste Gs. 4.000, te quedás con G. 400”, dice Ruiz Díaz.
De igual manera, Ruiz Díaz pide a los transportistas que se acerquen al BCP para pedir las monedas necesarias que precisa cada colectivo durante el recorrido. Igualmente, lanzó una advertencia para los usuarios del transporte público. “El sector empresarial del transporte bien podría sacar una disposición en la cual dice que todos los pasajeros tienen que subir con el pasaje justo porque no hay monedas, pero estamos haciendo el esfuerzo donde nosotros pedimos que el mismo esfuerzo que hacemos nosotros”, afirma.
Según Ruiz Díaz, los bancos se niegan a entregar monedas a diversas empresas de transporte. “El BCP, entrega G. 200 mil por día a cada empresa. Sin embargo, necesita G. 100 millones en monedas de G. 100 para satisfacer el vuelto del sistema metropolitano de transporte. Estos números te muestras con meridiana claridad la escasez en el sistema financiero local de monedas”, asegura.
Billetaje, la solución tecnológica
El billetaje electrónico -según Ruiz Díaz- sería la solución no solamente para el problema del vuelto, sino para evitar otros inconvenientes a la hora de pagar el costo del boleto por lo que su implementación urge para que haya un mejor servicio.
Según el empresario, con la implementación de este formato de pago de pasaje se lograría algo largamente postergado. “Después de 45 años, fijarían precios de pasaje con criterios técnicos y con rigor científico, porque ni el Estado ni el empresario van a tener los coeficientes de consumo de lubricante y combustible, además de la cantidad de pasajeros transportados por día, por tramo y por hora. Además de la cantidad de kilometraje utilizado por recorrido y la cantidad de buses en operación”, finaliza.