Después de diez años, Teletón no llegó a la meta establecida este 2017. Fueron G. 1.876 millones lo que faltaron. Pero más allá de los números, existen factores que pudieron haber incidido para que no se haya llegado a la cifra esperada. Una situación que plantea un nuevo escenario para los directivos mirando el futuro. A pesar del revés, desde la organización dejaron un mensaje; no bajarán los brazos.

La madrugada del domingo 4 de noviembre, Teletón cerró su edición 2017 de una manera inesperada para todos. Para los organizadores, conductores y el propio público. Por primera vez, desde 2007, el evento anual solidario más grande que convoca a todos los canales de TV y a figuras mediáticas de nuestro país, no llegó a su meta; de los G. 15.631.503.507 que era la cifra establecida, en las 27 horas del maratón se juntó un total de G. 13.754.804.281. Es decir, faltaron G. 1.876 millones para llegar al objetivo.

A diario, los paraguayos -principalmente los que están en el segmento social denominado clase media y baja- afrontan problemas sociales que generan movimientos ciudadanos buscando la colaboración solidaria. Una rifa, una hamburgueseada, algún sorteo, evento cultural, musical o deportivo de carácter benéfico. En los últimos años esto se hizo una constante, ya sea en el ámbito laboral, de estudio o barrial. Generalmente es para ayudar al amigo, al compañero de trabajo que requiere un remedio muy caro, o para tratar de sobrellevar la enorme carga que significa alguna internación. Y es sobre todo, una muestra campante de la ineficiencia estructural en cuanto a servicios públicos que padece el país.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
Foto: Twitter Teletón Paraguay.

Teletón viene a ser, en ese sentido, un evento al que prácticamente ningún paraguayo de a pie escapa en su cotidianidad, pero en una realidad mucho más íntima y pequeña. Una maratón de figuras televisadas durante 27 horas, que aspira a juntar 3 millones de dólares, por supuesto requiere de otros elementos y de otra estructura para llegar a esa cifra, como la colaboración de marcas, empresas, empresarios, y del aporte que hace la gente con la colecta de los miles de voluntarios que supo juntar la organización. Sin embargo, este año, la cifra fue imposible de alcanzar.

Estado de emergencia permanente

Para el sociólogo Javier Numan Caballero, desde las ciencias sociales es difícil explicar un motivo directo del porqué no se llegó a una meta monetaria en un evento así, pero sí se puede entender algunos contextos. “Paraguay es un estado de emergencia permanente. Donde hace falta una buena ruta, se hace un bacheo que aguanta apenas dos días” ejemplifica Numan Caballero. El investigador agrega, en ese sentido, que ante la falta de mayor infraestructura especializada en la atención a personas con discapacidad, Teletón aparece como una solución asistencialista que sirve en casos puntuales, pero no es la solución colectiva necesaria.

Numan Caballero dice que se debe entender que el asistencialismo representa un “parche” a un problema social. “Como dice su nombre, es una asistencia efímera, que no plantea finalmente una solución definitiva al problema”, expone. Esto genera una reacción social sobre las necesidades individuales de las personas que muestra Teletón y genera empatía en la gente.

Hay muchos movimientos en la ciudadanía, en el voluntariado que se hace cada año, como Operación Sonrisa, Techo (Un Techo para Mi país) y Teletón, que enfrentan los problemas ciudadanos pero de una manera asistencialista. Generalmente, el asistencialismo está basado en el voluntariado, que es lo que se tiene en este tipo de eventos y apuntan a soluciones a corto plazo y en casos puntuales”, expone Numan Caballero.

El investigador dice que las soluciones que se plantean desde el asistencialismo cumplen con ese rol, que es dar respuestas rápidas a casos puntuales. Pero que se debe tener una mirada más amplia, en donde se apunten a políticas públicas, a programas a largo plazo, a políticas de Estado que deben establecerse justamente desde el Estado, a través de los gobiernos.

Foto: Teletón.

Personalmente creo que el asistencialismo no está mal. Al que tiene hambre, se le tiene que dar de comer. Pero es necesario tener una visión de política de Estado que deben encargarse los distintos gobiernos. Si bien es necesario asistirle a la gente en su necesidad primaria, lo otro importante es generar condiciones para que ellos mismos puedan abastecerse, ya sea creando fuentes laborales, que haya infraestructura en salud pública, en movilidad”, dice Numan Caballero.

Para Numan Caballero, es tal la desigualdad y la necesidad de la gente actualmente, que hay políticos que sin ningún pudor muestran cuando regalan dinero a la gente que asiste a sus actos. “Qué hacés después de que se te acabe ese G. 100 mil?, ¿dónde está el Estado para dar oportunidades, ¿dónde está el presupuesto? Se pregunta el investigador y agrega. “Se requieren de políticas de Estado que deben tener dos cosas; soluciones inmediatas a casos puntuales, y luego apuntar a cambios estructurales para dar soluciones colectivas”.

En ese contexto, Teletón aparece como una gran oportunidad para muchas familias de solucionar sus casos puntuales, lo que motiva la participación ciudadana. Sin embargo, para Numan Caballero, se debe tener una política a nivel nacional que apunte a proyectos estructurales para soluciones colectivas, como por ejemplo, una atención integral para personas con discapacidad. De acuerdo con la Dirección de Encuestas, Estadísticas y Censos (DEEC) de 2012, en Paraguay hay 514.644 personas con discapacidad.

Cambiaron hábitos de consumo

En ese mismo contexto se expresa Amilcar Ferreira, analista económico, pero le agrega también otros elementos a la hora de analizar lo de Teletón. “Me parece que también la polarización política que se tiene este año afectó. Es decir, seguramente muchas empresas o marcas trataron de cuidarse porque si uno apoya mucho es como que está apoyando una causa que puede usarse políticamente. Entonces, creo que algo de eso también hubo” expone.

Según Ferreira, es difícil determinar un motivo en particular, porque existen muchos factores que pudieron haber influenciado para que no se haya llegado a la meta. “Para mí la lluvia que se tuvo ese sábado (3 de noviembre) durante todo el día en gran parte del país también afectó, porque eso prácticamente fue un día de recaudación perdido. Otro factor para mí determinante es que cambiaron los hábitos de consumo de la gente, en cuanto a la televisión y radio. Ahora tenemos un par de generaciones que ya no ve la TV. Y si mira es para ver canales de cable, para conectar su Netflix, es decir, el consumo de la TV ya no es lo mismo”, sostiene Ferreira.

El analista dice que no se puede obviar que las clases más populares están afectadas actualmente por un cambio económico. Y que generalmente estas clases populares, representan en el aporte de la calle, de lo que juntan los voluntarios, una suma importante. Además, es esta misma gente que acude a actividades benéficas siempre, por las profundas deficiencias estructurales que se tienen en los barrios. “Un indicador claro que los que ganan menos gastaron menos es el consumo de tarjetas de crédito. Según el último análisis de MF Economía, las tarjetas clásicas tuvieron menos consumo, mientras que las tarjetas Oro y Premiun – a las que acceden los que tienen más dinero en el país- tuvieron un mayor consumo” dice Ferreira.

No obstante, el analista económico dice que lamenta mucho que Teletón no haya llegado a su meta. “Es quizás una de las entidades que se maneja con mayor transparencia en Paraguay, más allá del análisis que podamos hacer, lamento que esto haya pasado” finaliza Ferreira.

Hoy, cuando los funcionarios de Teletón llegaron a la sede en Lambaré, encontraron varios mensajes de aliento por parte de familiares de los niños y adolescentes que son atendidos en la organización. Según datos de la entidad, unos 2.000 niños y niñas son asistidos por los diferentes profesionales con que cuenta Teletón cada año.

Tanto Numan Caballero como Ferreira coinciden en que la solución integral a las personas con discapacidad debe salir desde el Estado. A la Teletón le faltó G. 1.800 millones para llegar a la meta este año. Una suma inferior a los G. 1.837 millones que el Estado gastó este mismo 2017 solamente en “bocaditos” para diferentes instituciones estatales. Una suma también inferior a los G. 2.060 millones desembolsados en la Cámara de Senadores y Diputados en adjudicaciones para pasajes aéreos para este año y para el 2018, según datos de Contrataciones Públicas.

En esas está el Estado.


Déjanos tus comentarios en Voiz