A escasos metros del Instituto Nacional del Cáncer (INCAN), ubicado sobre el ramal de la Ruta 2 Capiatá-Areguá, se encuentra la posada "Emily", donde niños y adolescentes, de escasos recursos, que siguen tratamiento del cáncer pueden quedarse con un familiar, mientras dure su período de revisión clínica.
Según los responsables, se trata de un hogar de "solidaridad y amor", que se compone de ocho habitaciones, una por cada paciente que se hospede en compañía de un familiar.
El sitio se concretó gracias al trabajo conjunto de las Fundaciones Manitos USA y San Peregrino, además del apoyo de la Itaipú, que donó el mobiliario, electrodomésticos, equipos informáticos y sillas de rueda.
La casa solidaria posee todas las comodidades básicas, así como un amplio patio jardín, organizado de manera alegre y repleta de flores y plantas ornamentales además de un pequeño parque.
Además cuentan con una camioneta que será utilizada para el traslado de los pacientes, así como el financiamiento del arreglo integral del amplio patio jardín de la Posada.
El acto inaugural fue presidido por miembros de la comisión directiva de ambas entidades solidarias.
La inauguración contó con una bendición sacerdotal y el momento musical estuvo a cargo de la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, cuyo director, Favio Chávez, comentó que hace poco tiempo perdieron a un integrante del grupo que padecía de leucemia.
Hogar lleno de amor
Algunas madres, que ya se encuentran hace algunos meses hospedadas con sus respectivos niños, comentaron aque se puede sentir el amor con que los responsables de la Posada atienden a todos.
Lucía de Acevedo, de la etnia nivaclé, del departamento de Presidente Hayes, Chaco indicó que tiene un hijo de 17 años, que hace 17 días se encuentra viviendo en el Albergue.
"Estamos muy contentos por encontrar este lugar, para nosotros es muy difícil viajar desde lejos. Desde que se operó mi hijo, hace 17 días que estamos aquí", expresó.
Emily, cuidada por paraguayas
Claire Nalley y Richard Nalley son directores de "Manitos USA", y son los padres de Emily, una niña estadounidense, que en el 2006 falleció, a los 4 años, por cáncer. La niña fue cuidada por dos paraguayas, que se ganaron todo el aprecio y agradecimiento del matrimonio Nalley.
"En el 2007, decidimos devolver al Paraguay el amor que nuestra hija y nosotros recibimos. No somos personas de fondos ilimitados, por eso pensamos en cómo ayudar a esta gente, desde tan lejos, averiguamos por varios medios y finalmente nació la Fundación Manitos", comentó Claire Nalley, durante la inauguración de la posada que lleva el nombre de su hija.